En familia con Los Elegantes

Emilio L¨®pez, cantante de Elegantes invocaba constantemente a la familia. Se refer¨ªa no a la posible conexi¨®n italiana del grupo, sino a las 1.300 personas que se hab¨ªan reunido en la sala Aqualung. Los seguidores incondicionales de uno de los grupos que mejores momentos ha regalado al pop-rock madrile?o. Los Elegantes siempre han sido un grupo de buen directo y p¨²blico fiel, de enorme carisma y discos irregulares. Presentaban en Madrid su ¨²ltimo trabajo, titulado A fuego lento, despu¨¦s de una d¨¦cada de trabajo. Una cita importante tras un largo periodo de ausencia de los escenarios madrile?os. No pod¨ªa faltar la familia.Pero s¨ª pod¨ªa fallar. La gente no conect¨® con la banda hasta bien entrada la segunda parte del concierto. Elegantes sonaron de maravilla desde el primer tema, y se mostraron especialmente motivados por estar en Madrid, su ciudad. Ofrecieron, sin embargo, un repertorio inicial aparentemente irregular: demasiadas canciones recientes, pocos temas de su etapa dorada. La conexi¨®n parec¨ªa peligrar.

Una pregunta parec¨ªa entonces obligada: ?Los Elegantes actuales son mejores o peores que los de hace 10 a?os? El desarrollo del concierto sirvi¨® de respuesta. Son igual de buenos. Tal vez m¨¢s adultos, en el sentido norteamericano de la palabra (sonido, arreglos ... ), pero igual de excitantes y viscerales. Como m¨²sicos no han dejado de mejorar, y son capaces de sonar con una pulcritud anta?o inimaginable. S¨®lo necesitan buenas canciones para resultar arrolladores.

Versi¨®n impresionante

?Y qu¨¦ mejor canci¨®n que una de Bob Dylan? Una versi¨®n del Knockink on heaven door impresionante, por calidad e intensidad, sirvi¨® de frontera y revulsivo. Inmediatamente despu¨¦s llegaron Dos a?os atr¨¢s, Tocando blues, Chicas y dinero, Luisa se va, Soy tremendo y La calle del ritmo. La familia, tambi¨¦n 10 a?os m¨¢s vieja, no pudo resistirse y se entreg¨® sin condiciones. Como en los viejos tiempos.Especial atenci¨®n mereci¨® la banda encargada de telonear a Elegantes. Devotos del soul, se llaman Respect y tienen un directo magn¨ªfico. Su repertorio, basado en versiones de cl¨¢sicos, fue un aperitivo perfecto para un grupo que forma parte de la mejor historia de la m¨²sica espa?ola.