Primer vadem¨¦cum espa?ol de plantas medicinales
Los espa?oles han comenzado a recuperar las plantas medicinales como un puente de oro entre la tradici¨®n y el f¨¢rmaco, si bien la etiqueta de producto natural no es sin¨®nimode inocuo, como advierten sus conocedores. As¨ª, el poleo es un digestivo, pero tambi¨¦n un potente abortivo a dosis altas; la alfalfa, de moda como complemento vitam¨ªnico, puede reactivar un lupus eritematoso tomada sin control. Con todo, con los beneficios y los riesgos, acaba de aparecer el primer vadem¨¦cum espa?ol de plantas medicinales elaborado por j¨®venes profesionales vascos, dirigidos por el m¨¦dico Alejandro Arteche.
Las plantas medicinales vuelven a los botiquines dom¨¦sticos, en parte por la existencia de un fuerte movimiento cultural de retorno a la naturaleza, pero tambi¨¦n "porque las instituciones han vuelto sus ojos hacia ellas, elev¨¢ndolas a categor¨ªa de medicamento", explica el especialista en medicina naturista Alejandro Arteche. "Los m¨¦dicos generales tienen hoy una visi¨®n m¨¢s ecol¨®gica y m¨¢s global de la medicina", a?ade. No hay que olvidar tampoco que el uso de las plantas nunca ha sido ajeno a la medicina, no en vano el 30% de los principios activos puros usados en farmacolog¨ªa procede de ¨¦stas.El cat¨¢logo de fitoterapia (tratamiento medicinal a base de plantas) que ha dirigido pormenoriza la composici¨®n, la acci¨®n farmacol¨®gica y las indicaciones terap¨¦uticas de las 400 plantas medicinales comercializadas en Espa?a. De este trabajo, apoyado financieramente por la Diputaci¨®n Foral de Vizcaya y dirigido a los m¨¦dicos, se han edit¨¢do 3.500 ejemplares que se comercializar¨¢n en librer¨ªas especializadas.
"Los pacientes llegan a la consulta dici¨¦ndote que est¨¢n tomando tal o cual planta medicinal y no sabes ni qu¨¦ efecto tiene ni cu¨¢l es su composici¨®n", narra Alejandro Arteche. "Hasta ahora no hab¨ªa forma de recetar. No sab¨ªas si la planta adecuada estaba comercializada en Espa?a. Esto ha implicado que el sector est¨¦ muy disperso, que sea de muy baja prescripci¨®n por parte de los m¨¦dicos, mientras los farmac¨¦uticos apenas tienen informaci¨®n".
Hasta este especialista llegan personas que en su mayor¨ªa han perdido confianza en los medicamentos tradicionales, seg¨²n admite Arteche. Las patolog¨ªas m¨¢s referidas son las alteraciones digestivas, enfermedades reum¨¢ticas, nerviosas, circulatorias, y todo tipo de enfermedades cr¨®nicas para las que se busca alivio.
Arteche es tajante en cuanto a que "las plantas medicinales no sustituyen a los medicamentos", pero alude al desconocimiento que existe sobre los beneficios de las mismas para explicar que, por ejemplo, el harpagofito (planta que crece en Sur¨¢frica) tiene un efecto antiinflamatorio superior al de algunos f¨¢rmacos espec¨ªficos y sin sus efectos secundarios. "Puedo asegurar que, si se usara, disminuir¨ªa en un tercio la toma de antiinflamatorios en atenci¨®n primaria", asegura.
Uno de los objetivos de este vadem¨¦cum es extender el conocimiento de las plantas medicinales a los m¨¦dicos generalistas. Mientras en Francia uno de cada tres facultativos las incluye entre sus prescripciones, en Espa?a no llega al 8% el n¨²mero de m¨¦dicos familiarizados con las mismas. Los ciudadanos s¨ª las conocen, especialmente las m¨¢s populares como las tilas, manzanilla, romero, hinojo, eucalipto y ¨¢rnica.
Como explica Arteche, a diferencia de los f¨¢rmacos, las plantas medicinales est¨¢n unidas al ser humano, que las ha visto crecer. "Como una parte del instinto colectivo, el efecto de las plantas va m¨¢s all¨¢ de sus propiedades terap¨¦uticas", dice, refiri¨¦ndose a su componente subjetivo. "Y esto no es malo si el m¨¦dico sabe qu¨¦ tienen entre manos".
Relaci¨®n familiar
"Hay pacientes que mejoran s¨®lo con la imagen que ten¨ªan de una planta, aunque sus efectos fueran diferentes a los que ¨¦l buscaba", dice Arteche, quien confiesa que, en atenci¨®n a este fen¨®meno, siempre cumple una norma en sus prescripciones: "Cuando una persona tiene alguna relaci¨®n familiar con una planta, la incluyo en el tratamiento".Natural no es sin¨®nimo de inocuo, advierte Juan Ignacio G¨¹enechea, vicepresidente del Colegio de Farmac¨¦uticos de Vizcaya y coordinador cient¨ªfico del vadem¨¦cum: "Hay una serie de plantas que son seguras, pero conceptuar a todas como propias de la automedicaci¨®n puede entra?ar riesgos".
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