La posici¨®n espa?ola ante la biodiversidad
El Gobierno espa?ol ha solicitado formalmente ser el pa¨ªs donde se instale la Secretar¨ªa del Convenio sobre Diversidad Biol¨®gica, que, bajo dependencia de la ONU, se firmara con toda probabilidad en la Conferencia de R¨ªo. Consecuentemente, nuestro pa¨ªs firmar¨¢ el citado convenio, ante el convencimiento de que defiende los intereses nacionales, se ajusta a la pol¨ªtica comunitaria, como pa¨ªs miembro de la CE, y se suma a la corriente cient¨ªfica mundial de la necesidad de preservar la biodiversidad en el planeta.La situaci¨®n geogr¨¢fica, espa?ola le sit¨²a en la regi¨®n floral mediterr¨¢nea dentro de la regi¨®n hol¨¢rtica, por lo que su diversidad, es la mayor de la CE, especialmente en flora y, como consecuencia, en fauna.
Conviene aclarar en este punto que esta biodiversidad, como la del planeta entero, adem¨¢s de su valor intr¨ªnseco, no se puede entender separada del soporte f¨ªsico que la sustenta: atm¨®sfera, tierra y agua, que ha de estar permanentemente en las condiciones adecuadas.
Es por lo que la vida y los sistemas ecol¨®gicos en los que se sustenta forman un todo en equilibrio permanente que el hombre con su actividad debe mantener.
Por otra parte, la biodiversidad contiene la gran biblioteca de la vida,. los grandes secretos (unos pocos descubrimientos le han permitido al hombre llegar hasta aqu¨ª). Las estimaciones que se manejan de 30 millones de especies, de las que se han estudiado 1,5 millones, dan una idea de la complejidad del problema por una parte y de la necesidad de abordarlo por otro.
Esa biblioteca de los seres vivos infinitamente compleja ha de permitir mediante su conservaci¨®n que la vida contin¨²e indefinidamente en la Tierra. Porque adem¨¢s de los secretos (que s¨®lo la ciencia es capaz de descubrir) con tiene los materiales b¨¢sicos que har¨¢n esa continuidad posible. No debemos permitir que las especies desaparezcan con sus secretos.
En la Administraci¨®n espa?ola ya hace muchos a?os que la preocupaci¨®n biol¨®gica hizo meIIa. Los reales jardines bot¨¢nicos impulsados por la Ilustraci¨®n en tiempos de Carlos III son buen ejemplo de ello, y sirvieron para el estudio, para la ciencia y para el aprovechamiento del hombre. La alimentaci¨®n y la sanidad fueron sus principales destinatarios. Hoy en d¨ªa son un lujo para .los estudiosos de la biolog¨ªa en nuestro pa¨ªs.
Pero si importancia tuvo ese inicio de estudio sistem¨¢tico, mayor fue la contribuci¨®n espa?ola, al engrandecimiento del acervo mundial en diversidad biol¨®gica, con el descubrimiento de Am¨¦rica, hecho ¨¦ste que desde el punto de vista que nos ocupa permiti¨® al hombre una disponibilidad de recursos alimentarios, sanitarios e industriales de mayor envergadura si cabe que la revoluci¨®n agr¨ªcola del neol¨ªtico, puesto que tales recursos fueron compartidos por la humanidad entera y del uno al otro continente, y en los dos sentidos viaj¨® la diversidad biol¨®gica, que ha permitido en s¨®lo cinco siglos un desarrollo demogr¨¢fico sin precedentes en la historia de la humanidad.
En tiempo m¨¢s reciente, en la ¨²ltima d¨¦cada, las administraciones espa?olas han hecho un esfuerzo muy meritorio, para la conservaci¨®n de la biodiversidad en Espa?a. Desde el punto de vista de la alimentaci¨®n m¨¢s de 30 bancos de germoplasma (cereales, leguminosas, c¨ªtricos, olivo, vi?edo, cerezos, almendros, etc¨¦tera) nos permiten la conservaci¨®n de m¨¢s de 25.000 ecotipos diferentes, bajo el control dela, ciencia espa?ola. S¨®lo el germoplasma de c¨ªtricos por ejemplo del Banco Espa?ol, modelo mundial de lo que debe ser un banco de germoplasma, ha permitido a nuestro pa¨ªs un desarrollo del cultivo como no se conoc¨ªa en la historia, ademas una cooperaci¨®n internacional en I+D valorada en el mundo entero y bajo los auspicios de la FAO.
Los parques naturales y los parques nacionales completan un esfuerzo en biodiversidad de primera magnitud, puesto que sobrepasa el 5% del territorio nacional bajo control legislativo, tanto nacional como comunitario; 10 parques nacionales, 92 parques naturales, 1 parque regional, 69 reservas naturales, 108 pasajes naturales, 8 sitios naturales de inter¨¦s natural y otras figuras de protecci¨®n, hasta completar 338 espacios naturales.
De esta forma, la diversidad biol¨®gica espa?ola est¨¢ protegida con base cient¨ªfica suficiente como soporte t¨¦cnico de la legislaci¨®n. Una aproximaci¨®n al esfuerzo presupuestario que esto supone nos lleva a un gasto anual de algo m¨¢s de 5.000 millones de pesetas. Como se puede deducir, a escala planetaria, la conservaci¨®n de la diversidad biol¨®gica requiere ingentes recursos monetarios. La protecci¨®n, sin embargo, asciende a m¨¢s de 90.000 millones de pesetas en nuestro pa¨ªs.
Co¨®peracion
La Administraci¨®n espa?ola, por ¨²ltimo, viene realizando un gran esfuerzo de cooperaci¨®n internacional en los diferentes campos de la diversidad biol¨®gica, especialmente valorados en Iberoam¨¦rica y ?frica, y en nuestra universidades se forman sus especialistas, y en nuestros centros de investigaci¨®n, sus cient¨ªficos. Y ¨¦ste es el esfuerzo que nos parece de mayor importancia entre todos los de la cooperaci¨®n con aquellos pa¨ªses con los cuales mantenemos relaciones hist¨®ricas, unos porque son hermanos y otros porque son nuestros vecinos.
Hasta aqu¨ª he querido exponer lo que me parecen los rasgos m¨¢s importantes para que Espa?a se ha tenida en cuenta en lo que a a biodiversidad se refiere: historia, aportaci¨®n a la humanidad, preparaci¨®n social y administrativa, aporte financiero y experiencia en la cooperaci¨®n, as¨ª como la pol¨ªtica decidida del Gobierno espa?ol de contribuir con este acervo a la protecci¨®n de la vida en el planeta.
Y es que del mantenimiento de la diversidad biol¨®gica depende fundamentalmente la vida en el planeta, que no es poco. Pero tambi¨¦n en primera derivada, cuestiones econ¨®micas de primera magnitud: la alimentaci¨®n, la sanidad en gran medida y la industria en gran medida. Y esto, en el pasado, en el presente en. el futuro. Y aqu¨ª es donde pueden entrar los intereses nacionales, que, como ramas, no nos dejen ver el bosque. Aqu¨ª es donde se requiere el mayor esfuerzo de solidaridad entre los pueblos de la Tierra.
En la antig¨¹edad, la simple recolecci¨®n; en el pasado reciente, la mejora gen¨¦tica mendeliana, y en el futuro que ya ha empezado, la biotecnolog¨ªa, hacen de la diversidad biol¨®gica uno de los pilares fundamentales del desarrollo econ¨®mico de la humanidad.
Insisto, como primera derivada de su funci¨®n b¨¢sica; la econom¨ªa que procede de la conservaci¨®n y manipulaci¨®n de los seres vivos. Algo irrenunciable para cualquier pueblo de la Tierra.
Y aqu¨ª por necesidad tiene que imperar el arte d¨¦ lo posible. Aqu¨ª tiene que brillar la solidaridad internacional, cada cual en la medida de sus posibilidades, porque si el hombre es hombre por su capacidad de abstracci¨®n, y por su inteligencia, lo es mucho m¨¢s por su capacidad de compromiso y respeto con los otros hombres.
La biodiversidad como fuente de la biotecnolog¨ªa nos puede llevar por dos caminos muy diferentes en el futuro, aquel en que unos pueblos producen tecnolog¨ªa y otros la tienen que comprar por necesidad utilizando todos ellos los bienes generales de la tierra; y otro nuevo, aquel en que los hombres y los pueblos deciden por la solidaridad y el compromiso y son capaces de generar "tecnolog¨ªa compartida". ?ste segundo ca mino en la medida, de lo posible proporcionar¨ªa mejor reparto de los bienes de la tierra entre los pueblos.
Yo, desde luego, querr¨ªa que esta nueva v¨ªa se abriera camino en la Conferencia de R¨ªo y que fuera alrededor de la biodiversidad donde se aglutinara algo de lo mejor que tiene el hombre: la solidaridad. ?sa ser¨ªa la mejor aportaci¨®n espa?ola en este evento.
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