La revista cultural 'El Ciervo' presenta un libro que resume sus 40 a?os

La revista catalana El Ciervo present¨® ayer en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid un libro que conmemora sus 40 a?os, cumplidos en junio de 1991. Jos¨¦ Antonio Gonz¨¢lez Casanova ha coordinado el volumen, en el que se analiza una publicaci¨®n que, "partiendo de una casi revista de estudiantes", seg¨²n dice su director, Lorenzo Gomis, se convirti¨® en centro de debate progresista durante el franquismo y la transici¨®n.

Gomis explica que el ¨¦xito de El Ciervo se debi¨® a que se ha intentado mantener el esp¨ªritu inicial de un grupo "que lo que hace es decir las cosas que le apetece". Esta independencia tuvo eco entonces, "y la controversia creada entre el catolicismo y la sociedad espa?ola de los cincuenta" logr¨® un flujo de suscriptores que convirti¨® en revista consolidada lo que hab¨ªa nacido como reuni¨®n "de cuatro o cinco amigos en bares y tertulias".Gomis recuerda entre los momentos que marcaron la evoluci¨®n de la revista el Concilio Vaticano II, el 68 y la transici¨®n. "El concilio fue una consagraci¨®n para nosotros en el sentido de que lo que dec¨ªamos desde el cristianismo progresista se vio que no era un disparate juvenil".

Luego, en las revueltas sociales de los sesenta, la revista demostr¨® el inter¨¦s que siempre hab¨ªa tenido en lo que suced¨ªa "m¨¢s all¨¢ de los Pirineos". Gomis dice que El Ciervo fue definida como una revista hecha en Catalu?a por catalanes, en castellano y pensada en franc¨¦s.

En los primeros setenta, El Ciervo tom¨® partido en la lucha por la transici¨®n democr¨¢tica, lo que caus¨® en 1973 un asalto a sus instalaciones de un denominado comando Adolfo Hitler, que maniat¨® a una secretaria y destruy¨® materiales y parte del archivo. "La noticia apareci¨® en todo el mundo y sirvi¨® para constatar que en el interior del pa¨ªs hab¨ªa gente que manten¨ªa posiciones democr¨¢ticas y de integraci¨®n en Europa y en el mundo", dice Gomis.

Revista improbable

Con los a?os de transici¨®n El Ciervo fue alej¨¢ndose de la pol¨ªtica y ha acabado convertida en "una revista improbable", seg¨²n la define Gomis, de cultura y pensamiento. Conviven en ella desde asuntos de actualidad como los que marcan la conferencia de R¨ªo de Janeiro sobre medio ambiente con cuadernillos po¨¦ticos y ensayos de escritores e intelectuales diversos, entre ellos ?lvaro Pombo y Victoria Camps como ¨²ltimas incorporaciones destacadas por el director.En la presentaci¨®n del libro La revista El Ciervo, historia y teor¨ªa de 40 a?os, editado por Pen¨ªnsula, se destaca la trascendencia de la publicaci¨®n "en el proceso de cambio de la mentalidad religiosa y en la construcci¨®n de una Catalu?a y de una Espa?a democr¨¢ticas". La escuela que ha marcado la revista se ha basado en un periodismo reflexivo y cr¨ªtico en la moderaci¨®n con el lenguaje y con las ideas fugaces de la moda, seg¨²n escribe Gonz¨¢lez Casanova. A?ade que se busc¨® "el aprendizaje de los colaboradores en el dif¨ªcil arte de comunicar sobria, eficaz y bellamente, con pocas palabras, el pensamiento torrencial y rico hasta la confusi¨®n de unos agitados idealistas".

En el libro colaboran Juan, Lorenzo y Joaqu¨ªn Gomis; Alejandro Masoliver; Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa Escudero; Evangelista Vilanova; Jordi Maluquer; ?lex Masllorens, y Alejandro Duque Amusco, aparte de Gonz¨¢lez Casanova. Eduardo Cierco escribe sobre el grupo de Madrid, que reuni¨® a colaboradores como Francisco y Jos¨¦ Antonio Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, Juan Moya o Lili ?lvarez.

Rosario Bofill, de 60 a?os y mujer de Lorenzo Gomis, comparte con ¨¦ste la direcci¨®n de la revista en la actualidad. Gomis es catedr¨¢tico em¨¦rito de periodismo en la Universidad de Barcelona y coordinador editorial del diario La Vanguardia. La revista tiene 2.500 suscriptores y tira 5.000 ejemplares.

Seg¨²n Lorenzo Gomis, la posici¨®n de la revista es de ojos cr¨ªticos con respecto "al punto de vista de Roma" y considera que "los Papas pasan y la Iglesia permanece". "Nos gustar¨ªa un ecumenismo m¨¢s amplio, volver a las fuentes; nos preocupa su perspectiva tan subordinada con las mujeres, y asuntos como el sacerdocio y el laicismo".

Gomis a?ade: "Nosotros tenemos la ventaja de la independencia, los que escribimos no todos somos cristianos pero nuestra l¨ªnea tradicional tiene como ventaja de la independencia".