Defensa tambi¨¦n pone pegas a la c¨¢rcel de Soto

Instituciones Penitenciarias se enfrenta con un nuevo obst¨¢culo en su prop¨®sito de construir una macroc¨¢rcel en el t¨¦rmino municipal de Soto del Real. A la fuerte contestaci¨®n vecinal -que dura ya varios a?os- y a la negativa del Ayuntamiento de Soto a conceder la licencia de obras se a?ade ahora un nuevo inconveniente: un informe elaborado en el Ministerio de Defensa advierte que la altura de las dos torres proyectadas para la vigilancia del complejo carcelario -de 70 metros cada una- puede interferir en la actividad de la base de helic¨®pteros que tiene el Ej¨¦rcito de Tierra en esa zona.

Este nuevo impedimento ha contribuido a incrementar el halo de pesimismo que gravita sobre el proyecto, que, no obstante, "seguir¨¢ adelante", seg¨²n fuentes de Instituciones Penitenciarias.El informe de Defensa se produce meses despu¨¦s de una entrevista que mantuvo el alcalde de Soto, Eladio Garc¨ªa, del CDS, con el coronel jefe de las Famet (Fuezas A¨¦reas del Ejercito de Tierra). La interferencia de la c¨¢rcel viene dada por la proximidad del complejo y de las torres -algo m¨¢s de un kil¨®metro- con la pista de aterrizaje de la base, y por el hecho de que ¨¦stas se encuentran justo en el espacio a¨¦reo que habitualmente utilizan helic¨®pteros de gran tama?o para regresar desde el embalse de Santillana, donde realizan sus entrenamientos, hasta la pista.

La c¨²spide de las torres, si finalmente se construyesen, alcanzar¨ªa una altura de 1.002 metros sobre el nivel del mar. Esta altitud es resultado de sumar los referidos 70 metros y los 932 que tiene de cota la superficie prevista.

Servidumbre del Ej¨¦rcito

La pista de aterrizaje, por su lado, est¨¢ situada a 1.000 metros de altitud, detr¨¢s de una monta?a colindante con la c¨¢rcel. Los terrenos, adem¨¢s, est¨¢n dentro del per¨ªmetro de servidumbre de las actividades de las Famet en la zona.Otro problema m¨¢s, en este caso en el ¨¢mbito de la propia prisi¨®n: su seguridad puede verse cuestionada si los helic¨®pteros sobrevuelan continuamente la c¨¢rcel. La rutina de los vuelos podr¨ªa facilitar la llegada de un helic¨®ptero pirata y una eventual fuga a¨¦rea.

No son ¨¦stos los ¨²nicos problemas que est¨¢n haciendo cundir el des¨¢nimo en Instituciones Penitenciarias. El ¨¢rea de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid ha supeditado tambi¨¦n su apoyo al proyecto a la supresi¨®n de dichas torres. La Comunidad lo ha comunicado as¨ª, de forma extraoficial, al Ministerio de Justicia.

En fuentes de Justicia, departamento del que depende Instituciones Penitenciarias, se indica que el proyecto quedar¨ªa desvirtuado si se eliminan las torres.

Pese a todo, el obst¨¢culo m¨¢s engorroso que tiene planteado hoy Instituciones Penitenciarias (que, de momento, est¨¢ dilatando el inicio de las obras) es la tajante negativa del Ayuntamiento de Soto a conceder la preceptiva licencia de obras. El Ministerio de Justicia, para salt¨¢rselo, se ha visto obligado a recurrir a la v¨ªa del inter¨¦s social. Ello obliga a que sea el Consejo de Ministros el que, en ¨²ltima instancia, determine si efectivamente concurre tal inter¨¦s.

Instituciones Penitenciarias quiere tener los m¨ªnimos enemigos posibles para cuando el Gobierno aborde este asunto. A su juicio, las reiteradas protestas vecinales al proyecto, que no se limitan s¨®lo a Soto sino al resto de la comarca, son inquebrantables. De ah¨ª que haya optado ya por negociar con la Comunidad, encargada de redactar el informe sobre impacto medioambiental que supondr¨¢ la creaci¨®n de la c¨¢rcel. ?sta se preten de levantar sobre un paraje (los Cerros de San Bartolom¨¦) distante apenas dos kil¨®metros del parque natural de la Cuenca Alta del Manzanares.

La estrategia dise?ada consiste en limar diferencias con los adversarios del proyecto, y construir una c¨¢rcel que sea lo m¨¢s inocua posible para la cineg¨¦tica, la ecolog¨ªa y el turismo de la comarca, principal fuente de ingresos de sus habitantes. El Ministerio de Justicia y la Comunidad est¨¢n negociando c¨®mo debe ser el proyecto para que su impacto resulte m¨ªnimo. Reducir las dimensiones de la c¨¢rcel no parece negociable, porque se trata de un centro-tipo, y tener menos internos sale muy caro.

Los grupos ecologistas de Madrid tambi¨¦n han expresado su rechazo a estas torres. El actual proyecto carcelario de Soto -el primero ideado para albergar a unos 900 internos, fue modificado y ampliado de forma imprevista por Justicia, lo que molest¨® a¨²n m¨¢s a los vecinos- incluye la creaci¨®n de un penal mixto para unos 2.000 reclusos.