Hassler salva a Alemania en el ¨²ltimo minuto frente a la CEI

Anatoli Bishovets, el seleccionador de la CEI, se lamenta incesantemente de la imposibilidad de motivar a los representantes de un pais inexistente. Y el Himno a la Alegr¨ªa cantado por un coro vestido completamente de negro daba la ilusi¨®n de un requiem por un equipo moribundo. Pero despu¨¦s de vender una imagen de perdedores, la CEI puso manos a la obra de vender muy cara su esperada derrota frente a los campeones del mundo.Ostensiblemente la alineaci¨®n de Kanchelskis y Shalimov muy retrasados en las bandas era desaprovechar dos de las armas ofensivas de Bichovets. Pero su oficio imped¨ªa el trabajo de Reuter y Brehine por los extremos.

Al mismo tiempo la tripleta de centrocampistas alemanes, formada por Hassler, Effenberg y Doll parec¨ªa impotente frente a un denso medio campo de la CEI.

Era un planteamiento claramente conservador por parte de Bishovets y los campeones del mundo, echando en falta el empuje de Matthaus en la zona medular, no encontraban las llaves de esta muy compenetrada Comunidad.

Con todo esto, las esperanzas goleadoras por parte alemana han quedado reducidas a dos cabezazos de un Buchwald que ejerc¨ªa dominio a¨¦reo en los saques de esquina y una gran jugada de Hassler, la gran figura de la noche.

Ambos entrenadores realizaron retoques despu¨¦s del descanso. Voller, que sufri¨® la rotura de su antebrazo izquierdo, fue significativamente sustituido por Moller en un intento por parte de Berti Vogts de dar consistencia a su alicaido centro del campo. Bishovets sac¨® a Onopko por Lyuti con la misi¨®n de asfixiar a Hassler. Fracas¨®.

Todo cambi¨® en el espacio de un minuto. Hassler apenas hab¨ªa desperdiciado una clara ocasi¨®n con un zurdazo muy elevado cuando el ex-castellonense Dobrovolski entr¨® por la izquierda del ¨¢rea alemana y fue innecesariamente derribado por Reuter. El propio Dobrovolski convirti¨® el penalti con un zurdazo bajo que sobrepas¨® a IlIgner.

Vogts respondi¨® al fantasma de una inesperada derrota sacrificando a Reuter e incluyendo al putativo madridista Klinsmann. Todo el resto se redujo a una serie de ca¨ªdas fingidas, reclamaciones de penalti y una serie de ocasiones para un equipo alem¨¢n que, por fin, se lanz¨® decididamente al ataque.

El peque?o Hassler, centrocampistas del Roma, fue el detonante de la reacci¨®n alemana. Goz¨® de tres ocasiones y un centro retrasado acab¨® con la pelota amortizada sobre la l¨ªnea, de gol entre los pies de Moller y Onopko.

Finalmente, el ¨¢ngel salvador de los alemanes fue una falta cometida por Oleg Kuznetsov sobre Doll en el frontal del ¨¢rea. Se acerc¨® Hassler y con un gran tiro liftado con el empeine de la bota derecha, venci¨® a la mano izquierda de Kharin y coloc¨® el bal¨®n en la escuadra.