Los '90' acaban con el mito del artista joven
Cr¨ªticas a la copiosa presencia de creadores norteamericanos
El festival de las artes representativas Documenta 9, inaugurado el s¨¢bado en la ciudad alemana de Kassel, ha provocado ya las primeras controversias y rupturas de t¨®picos en su intento de presentar un panorama veros¨ªmil y no dogm¨¢tico del arte de los a?os noventa. Esta aproximaci¨®n, sostenida por el director art¨ªstico de Documenta, el belga Jean Hoet y sus colaboradores, ha dinamitado ya algunos de los mitos del mercantilizado arte de los a?os ochenta, como el que primaba la juventud de los creadores como factor de modernidad de la obra.
La presencia en Kassel de 44 artistas, algunos de ellos muy veteranos, que ya participaron en anteriores ediciones de Documenta -un festival que se ha celebrado con periodicidad quinquenal desde 1955- avala esta sensaci¨®n, en fuerte contraste con la edici¨®n anterior de 1987, en la que la organizaci¨®n, que estuvo a cargo de Manfred Schneckenburger, pareci¨® rendir homenaje al artista joven.Invitados al actual Documenta como la fot¨®grafa norteamericana Louise Bourgeois, el artista italiano Mario Merz (criticado por algunos sectores por la supuesta ligereza de su instalaci¨®n pict¨®rico-objetual dominada por una hilera de haces de ramal secas de 52 metros de longitud), el alem¨¢n A. R. Penck o el tambi¨¦n italiano Michelangelo Pistoletto, se complementan conceptualmente sin problemas con debutantes como el nigeriano Mo Edoga, el coreano Yook Geong Byung, o la brit¨¢nica Rachel Whiteread.
Otra caracter¨ªstica controvertida de la novena edici¨®n de Documenta es el ¨¦nfasis puesto por los organizadores en la pluralidad de tendencias y la accesibilidad de las obras expuestas al espectador, en un intento de desacralizar la percepci¨®n del arte desprovey¨¦ndola de sus connotaciones elitistas o liber¨¢ndola de la dictadura de las tendencias dominantes y el dogmatismo que caracteriz¨® las actitudes de los responsables de la selecci¨®n art¨ªstica en alguna edici¨®n anterior.
Un hecho curioso es que, a diferencia de la edici¨®n de 1987, las obras e instalaciones que utilizan tecnolog¨ªas audiovisuales como soporte han disminuido dr¨¢sticamente en n¨²mero y en cambio han aumentado sensiblemente en intensidad y capacidad de impacto. Tal es el caso de una instalaci¨®n en v¨ªdeo del artista norteamericano Bill Viola, realizada mediante un sistema experimental de reproducci¨®n de im¨¢genes y especialmente atrayente por su intensidad y fuerza.
La controversia ha afectado tambi¨¦n a la selecci¨®n de artistas por nacionalidades. Han sido varios los cr¨ªticos y cronistas de arte europeos que han manifestado su desacuerdo con el elevado n¨²mero de creadores norteamericanos seleccionados por. los organizadores, frente a la moderada participaci¨®n europea y la muy reducida participaci¨®n de artistas de pa¨ªses de ?frica, Latinoam¨¦rica y Asia. Tras unos a?os de ser objeto de la m¨¢xima atenci¨®n, el arte del Este de Europa parece tambi¨¦n haber desaparecido del panorama internacional, al menos desde la ¨®ptica de los organizadores de Documenta.
Personas conocedoras de contexto de la creaci¨®n pl¨¢stica espa?ola como la directora de la fundaci¨®n Espaipoblenou de Barcelona, Gloria Moure, o el galerista Antoni Estrany, manifestaron sus cr¨ªticas a este respecto. "Pienso que la situaci¨®n actual del arte norteamericano no justifica el n¨²mero de artistas invitados", se?al¨® Moure, quien opina que "el arte europeo vive un buen momento".
Estrany, un galerista relativamente singular por la osad¨ªa de las propuestas de su galer¨ªa barcelonesa y por la combatividad de sus planteamientos te¨®ricos, manifest¨® que "se nota que los organizadores han tenido dificultades de presupuesto o deficiencias de contactos en pa¨ªses y zonas como Brasil, ?frica o Jap¨®n. Incluso afirma que "la selecci¨®n de artistas espa?oles -Susana Solano, Juan Usl¨¦ y Juan Mu?oz- parece haberse realizado con bastante apresuramiento, no por los nombres seleccionados, sino porque posiblemente pod¨ªa ser una selecci¨®n m¨¢s extensa". Critic¨® tambi¨¦n el abigarramiento con que han sido colocadas las obras de modo que se hace dif¨ªcil para el espectador contemplarla sin interferencias.
Pero la apertura de criterios a ultranza y la negativa a proponer una teor¨ªa concluyente que justifique la selecci¨®n son, de por si, dos rasgos diferenciales de esta Documenta en relaci¨®n con ediciones anteriores y, aunque el caos y la saturaci¨®n son peligros ciertos que amenazan a la percepci¨®n de los visitantes, la atm¨®sfera que se vive estos d¨ªas en Kassel es de libertad para la imaginaci¨®n, como si los responsables del festival quisieran apuntar que la entrop¨ªa de propuestas, la intensidad de cada obra, la ausencia de prejuicios y la interacci¨®n con la realidad fuesen los ¨²nicos modos de transitar fecundamente por el caos de la creaci¨®n pl¨¢stica global.
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