Julio Segura defiende que la privatizaci¨®n s¨®lo puede mantenerse desde la derecha
La discusi¨®n sobre las reformas que deben acometer las empresas p¨²blicas y las cooperativas ha reunido estos d¨ªas en Valencia a especialistas europeos. En ellas, el economista Julio Segura se aline¨® con los argumentos del vicepresidente del Gobierno, Narc¨ªs Serra. En su opini¨®n, "s¨®lo por razones ideol¨®gicas se puede mantener que hay que privatizar y desregular las empresas p¨²blicas de servicios". Esa ideolog¨ªa es, a juicio de Segura, la que defiende la derecha.
El director de la fundaci¨®n Empresa P¨²blica del INI, Julio Segura, ofrecer¨¢ hoy en Valencia las conclusiones del XIX Congreso Internacional de Econom¨ªa P¨²blica, Social y Cooperativa (CIRIEC). Como adelanto a esas conclusiones, Segura coment¨® ayer a EL PA?S su opini¨®n contraria a las privatizaciones y desregulaciones de empresas p¨²blicas.Segura -como tambi¨¦n hizo el lunes Narc¨ªs Serra- se refiri¨® al proceso de privatizaciones p¨²blicas que acometi¨® el Reino Unido durante el mandato de Margaret Thatcher. Seg¨²n su an¨¢lisis, tras la privatizaci¨®n de las compa?¨ªas el¨¦ctricas en Re?no Unido las tarifas son m¨¢s altas, no se utilizan las energ¨ªas m¨¢s baratas, el servicio es peor y ha habido que regular m¨¢s".
Las cr¨ªticas de Segura a la privatizaci¨®n de las empresas p¨²blicas de servicios se resumen en la siguiente frase: "La competencia en estos sectores no va a mejorar ni la calidad del servicio ni su precio". Su oposici¨®n a la privatizaci¨®n de las empresas p¨²blicas industriales es m¨¢s matizada.
El problema aqu¨ª es que muchas de ellas no son rentables y precisamente por eso han acabado en el sector p¨²blico. El futuro que augura a ¨¦stas es "su desaparici¨®n paulatina", pero -como ejemplo- matiza que "tambi¨¦n en Alemania o en Reino Unido mantienen una industria del carb¨®n que ha dejado de ser rentable por el impacto que el cierre de las minas tendr¨ªa en el empleo de esas zonas".
Privilegios del sector p¨²blico
Para las restantes, Segura defiende la igualdad de condiciones con el sector p¨²blico, lo que supone "tanto eliminar los privilegios de financiaci¨®n desde la Administraci¨®n como las interferencias pol¨ªticas y de gobierno".
Esta favorable opini¨®n de las empresas p¨²blicas contrasta con la que mantuvo -en las mismas jornadas- el economista Alvaro Cuervo, quien critic¨® que, "en la empresa p¨²blica, los malos resultados conllevan aparentemente la aportaci¨®n de m¨¢s fondos por parte del presupuesto para seguir tirando". A su juicio, en estas empresas "el ajuste, de llevarse a cabo, se realizar¨¢ cuando pol¨ªticamente sea viable o admisible".
Ambos est¨¢n de acuerdo, no obstante, en la necesidad de clarificar la funci¨®n de la empresa p¨²blica y someterla a una disciplina m¨¢s rigurosa.
Los problemas de las empresas de la econom¨ªa social -el segundo tema a discusi¨®n en el Congreso de CIRIEC- fueron resumidas por el economista Jos¨¦ Barea, organizador de las jornadas. A su juicio, las cooperativas -tanto de trabajo asociado, como agrarias o de consumo- y las sociadades an¨®nimas laborales (las sales) necesitan reestructurarse para acabar con "la atomizaci¨®n actual".
Los responsables de estas empresas, seg¨²n Barea, deben mejorar su capacitaci¨®n profesional para poder competir con los de las restantes empresas. Las cooperativas agrarias, adem¨¢s deber¨ªan facilitar la creaci¨®n de asociadas para la comercializaci¨®n de sus productos. Por ¨²ltimo, este economista destaca la necesidad de mejorar la estructura financiera de todas estas empresas que, en Espa?a generan el 1,25% del producto interior bruto y el 2,5% del empleo.
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