Un a?o perdido para Madrid

Se cumple ahora un a?o desde que el Partido Popular, con el se?or Alvarez del Manzano al frente, asumiera la honrosa responsabilidad de gobernar, con mayor¨ªa absoluta, el Ayuntamiento de Madrid.Con ocasi¨®n de este aniversario, el Grupo Municipal Socialista ha hecho balance de una gesti¨®n que, no por juzgada desde la oposici¨®n, ha considerado pobre y negativa, porque pudi¨¦ndose haber hecho m¨¢s no se quiso o no se supo avanzar.

As¨ª, por ejemplo, el Madrid 92 pudo ser ocasi¨®n id¨®nea para hacer de nuestra ciudad escenario luminoso de la cultura europea. Y, sin embargo, tan magno acontecimiento est¨¢ pasando casi inadvertido para muchos ciudadanos. Para esos mismos, la capitalidad cultural es poco, m¨¢s que un eslogan. El Gobierno municipal no ha sabido estar a la altura de las circunstancias. Anduvo falto de reflejos y de imaginaci¨®n, para ofrecer siquiera, en el ¨¢mbito que le corresponde institucionalmente, una programaci¨®n m¨ªnimamente atractiva y popularmente participada.

En fin, se ha perdido una magn¨ªfica oportunidad para haber situado a Madrid en la ¨®rbita de las grandes ciudades europeas. La ineficacia de sus actuales gobernantes, por contra, la han colocado entre las m¨¢s sucias y contaminadas del mundo. De esto y de aquello continuar¨¢n echando sobre el Gobierno de la naci¨®n o del de la comunidad aut¨®noma la culpa de sus fracasos.

En alg¨²n momento tendr¨¢n que explicar si fueron tambi¨¦n otros quienes les ordenaron recortar dr¨¢sticamente los presupuestos de Cultura y de Servicios Sociales, en cantidades cercanas a los 1.300 millones de pesetas y 2.500 millones, por este orden, en las respectivas ¨¢reas, Tales reducciones ponen de manifiesto la importancia que la derecha otorga a la tercera edad y a la juventud, precisamente a los colectivos madrile?os m¨¢s necesitados.

?Es ¨¦sta la eficacia de la que hablaron durante las elecciones? ?Acaso un a?o despu¨¦s -tres si se tiene en cuenta el tiempo que el PP gobern¨® este Ayuntamiento en coalici¨®n con el CDS- en Madrid se transita mejor o se respira un aire m¨¢s limpio?

En lo que a circulaci¨®n se refiere, la estad¨ªstica confirma que se circula m¨¢s lento, con un mayor grado de inseguridad y en un ambiente m¨¢s contaminado. En efecto, la velocidad media ha descendido en el centro de Madrid de 15,21 kil¨®metros / hora en 1990 a 13,54 en enero de 1992; se ha incrementado el n¨²mero de accidentes graves de tr¨¢fico y los niveles de indisciplina automovil¨ªstica. Todo ello patentiza la ausencia de cualquier pol¨ªtica de transporte que, como la propugnada por nosotros los socialistas en torno a la potenciaci¨®n del transporte p¨²blico, permita remediar un tanto el permanente atasco que constituye Madrid en las horas punta.

Malvender el patrimonio

Desde otra perspectiva, en el ¨¢mbito financiero, la gesti¨®n del Gobierno municipal de. la derecha puede calificarse de catastr¨®fica. Sin alarmismos. La deuda municipal ha pasado desde 53.000 millones en 1991 a 122.000 millones de pesetas en 1992. ?Qui¨¦nes sino los madrile?os tendremos al final que pagar tan grave endeudamiento? ?Es para reducirlo que el se?or ?lvarez del Manzano malvende el patrimonio municipal del suelo, tan costosamente sostenido por los socialistas como base para la promoci¨®n de vivienda p¨²blica, Objetivo ¨¦ste que el PP ha desconsiderado ostensiblemente?

Contradictoriamente con las ideas privatizadoras que emanan desde la sede nacional del PP en G¨¦nova 13, el sector p¨²blico municipal ha crecido desde 222.000 millones en 1989 a 349.000 millones en los presupuestos de 1992, no siendo capaz el alcalde ni de atender siquiera las consignas de G¨¦nova 13, puente desde el que se capitanea este buque insignia en el que pretenden convertir el Ayuntamiento de Madrid.

Sin demasiado ¨¦xito, por cierto, por cuanto la mariner¨ªa ocasionalmente se subleva y el alcalde no hace carrera de algunos concejales.

Todo lo dicho es asimismo muestra bastante de la incapacidad del Gobierno municipal para sostener en la pr¨¢ctica el c¨²mulo de promesas electorales, cuyo Incumplimiento resulta ahora evidente. Aqu¨ª, ni se ha congelado la presi¨®n fiscal, ni se construyen m¨¢s viviendas -falta el Plan de 50.000 viviendas que anunciaron-, ni se mejora la calidad de servicio gestionado por la Empresa Municipal de Transportes, ni se atiende m¨¢s y mejor a nuestros mayores.

En otro orden de cuestiones, la participaci¨®n ciudadana ha sido fuertemente combatida, mediante la modificaci¨®n sustancial de las normas de participaci¨®n. Ello ha puesto a numerosas asociaciones madrile?as en situaci¨®n de precariedad, al priv¨¢rseles de las subvenciones que hasta ahora se le ven¨ªan otorgando para atender gastos de funcionamiento.

En esta l¨ªnea, queremos subrayar el vaciamiento competencial de que han sido objeto las juntas de distrito, distanci¨¢ndose de esta forma, todav¨ªa m¨¢s, la acci¨®n municipal de los vecinos. As¨ª pues, ni descentralizaci¨®n ni preocupaci¨®n por los barrios en que menos votos obtuvo el PP. De hecho, se puede comprobar que en Madrid han aumentado las desigualdades, entre otras cosas por la reducci¨®n de inversiones que. el Gobierno del PP aplica a los distritos m¨¢s pobres de Madrid. Es significativo constatar que el Ayuntamiento s¨®lo invertir¨¢ este a?o un 0,7% en las juntas de distrito del sur de la ciudad.

Frente a tales discriminaciones, frente a tanto despilfarro, tanta dejadez y abandono, el Grupo Municipal Socialista ha sostenido una oposici¨®n cr¨ªtica y constructiva, proponiendo soluciones y alternativas que pretendemos reiterar ante el vecindario madrile?o pr¨®ximamente, dentro de la campa?a informativa que los socialistas madrile?os preparamos.

En ese esfuerzo, el Grupo Municipal Socialista ha elaborado 31 propuestas para detener el progresivo deterioro que sufre Madrid, entre las que podemos destacar la elaboraci¨®n del segundo plan Felipe para la mejora del transporte urbano, un Plan Especial para la protecci¨®n de la Casa de Campo, medidas tendentes a conseguir el necesario esponjamiento del centro de la ciudad, un plan de choque para relanzar la capitalidad cultural del 92, la creaci¨®n de un centro de urgencias de atenci¨®n a toxic¨®manos durante las 24 horas y aumentar las competencias de las juntas de distrito, mejorando asimismo la participaci¨®n de las entidades ciudadanas y de los vecinos.

Todas estas propues tas pretenden sacar a Madrid de la rutina, de la mediocridad en la que la ha sumido la derecha, carente, esta ¨²ltima, de ideas, de proyectos, para resituar a Madrid entre las principales urbes del mundo. En el empe?o de conseguir el mayor bienestar de los vecinos de Madrid, seguiremos trabajando con lealtad hacia los madrile?os y apostando por el futuro de nuestra ciudad.