Ad¨²lteros

Ross Perot, el multimillonario suspirante por la Casa Blanca, no admite en sus empresas a empleados ad¨²lteros. "Alguien que enga?a a su mujer es muy posible que tambi¨¦n intente enga?ar a la compa?¨ªa", ha dicho para explicar a sus futuros votantes cu¨¢l es su Filosof¨ªa de la vida. En Estados Unidos, el adulterio, probado o sospechado, es un decisivo factor de selecci¨®n de candidatos presidenciales. Esa obsesi¨®n de los hijos de la coca-cola suele atribuirse al tradicional puritanismo de la sociedad norteamericana, pero parece ser que no siempre fue as¨ª. Los americanos, incluidos sus presidentes, eran antes m¨¢s tolerantes.La tolerancia para con el ad¨²ltero tiene cierto fundamento- biol¨®gico. Seg¨²n Bruce Bridgeman, bi¨®logo del comportamiento, lo normal es que el macho necesite recuperarse durante alg¨²n tiempo despu¨¦s de la copulaci¨®n. Sin embargo, si en ese periodo aparece una nueva pareja, el macho experimenta un resurgir instant¨¢neo. Ese fen¨®meno," f¨¢cilmente comprobable en el laboratorio, se conoce con el nombre de efecto Coolidge. De Calvin Coolidge, presidente estadounidense entre 1923 y 1928, y cuya otra aportaci¨®n a la historia de su pa¨ªs fue la normalizaci¨®n de las relaciones con M¨¦xico.

Ese se?or visit¨® en cierta ocasi¨®n una granja av¨ªcola acompa?ado por su mujer. Fue ella quien, a la vista de la incesante actividad sexual del gallinero, pregunt¨® a los cuidadores si tanta algarab¨ªa se deb¨ªa al ¨ªmpetu de un sol¨®gallo. Como le contestaran que as¨ª era, en efecto, un solo gallo, la se?ora farfull¨®:

-Deber¨ªan coment¨¢rselo al se?or Coolidge.

El presidente, por su parte, pregunt¨® si el gallo se aproximaba a una gallina diferente cada vez, y como le respondieran que s¨ª, elev¨® ligeramente la voz para indicar:

-Deber¨ªan coment¨¢rselo a la se?ora Coolidge.