Una sola especie

El Museo del Hombre, en Par¨ªs, presenta hasta el pr¨®ximo 30 de noviembre una exposici¨®n titulada Tous parents, tous diff¨¦rents (Todos parientes, todos diferentes), dedicada a probar que no tiene valor cient¨ªfico el t¨¦rmino raza porque "todos pertenecemos a la misma especie, todos descendemos de un peque?o grupo de homo sapiens que vivi¨® en alg¨²n lugar entre el este de ?frica y Oriente Pr¨®ximo hace 1.000 millones de a?os"

Cuando el visitante llega, lo primero que encuentra es el vestuario, una zona destinada a mostrar la diversidad visible del hombre al margen de las ya muy numerosas diferencias de orden cultural. Un ordenador permite fabricar miles de retratos robot; fotos, datos estad¨ªsticos y diversas gr¨¢ficas informan de la pigmentaci¨®n de la piel, forma de los ojos o altura media. En apariencia, todos somos distintos.Para Andr¨¦ Leganey, especialista en gen¨¦tica y responsable de la exposici¨®n, "el hombre que habla ante la Asamblea de la ONU y el que rezaba en una iglesia rom¨¢nica son ante todo primates gobernados por un enc¨¦falo y por hormonas". Para probarlo, en una ocasi¨®n en que le esperaban para pronunciar una conferencia decidi¨® presentarse disfrazado de conserje: "El se?or Leganey no podr¨¢ asistir y me han pedido que improvise sobre el tema". Para algunos, las, diferencias culturales resultaron insalvables y se indignaron ante el sabio discurso de alguien que no aparec¨ªa avalado por reconocimientos acad¨¦micos y sociales.

En Tous parents, tous diff¨¦rents se recuerdan los grupos sangu¨ªneos y se demuestra que entre ellos y el color de la piel no hay relaci¨®n de correspondencia. En ?frica del Sur, el doctor Barnard, que aprobaba el racismo, trasplantaba corazones negros a cuerpos blancos sin que en dicho caso le preocupase el apariheid.

Loter¨ªa gen¨¦tica

La loter¨ªa gen¨¦tica es el gran tema que se desarrolla a continuaci¨®n: los individuos mueren, pero sus genes siguen viajando, mezcl¨¢ndose, combin¨¢ndose, perdi¨¦ndose o reapareciendo. Las diferencias gen¨¦ticas s¨®lo pueden explicarse a trav¨¦s de la historia de la humanidad, de sus migraciones y sus amores, mientras que las diferencias f¨ªsicas m¨¢s importantes dependen en un principio de la historia de los climas. En definitiva, los 5.000 millones de hombres que hoy, pueblan el planeta son todos distintos, pero todos proceden de una ¨²nica y misma poblaci¨®n.Leganey es un especialista en la llamada "gen¨¦tica cuantitativa" y es tambi¨¦n director del laboratorio de gen¨¦tica y biometr¨ªa de la Universidad de Ginebra. Leganey cuenta el origen de su inter¨¦s por la gen¨¦tica de manera divertida: "Cuando ten¨ªa cinco o seis a?os me pasaba horas contemplando las procesiones de hormigas. Y me molestaba no poderlas reconocer. Por eso opt¨¦ por manchar algunas con pintura, para poder seguirlas y saber lo que hac¨ªan". M¨¢s tarde march¨® a Guinea y Mal¨ª para intentar establecer una relaci¨®n entre mortalidad, fecundidad y patrimonio gen¨¦tico. Despu¨¦s de 20 a?os de trabajo descubri¨® que, "f¨¦lizmente, me hab¨ªa equivocado", ya que "el primer factor de diferenciaci¨®n gen¨¦tica entre los hombres es la distancia geogr¨¢fica".

El ser humano tiene al menos 50.000 genes, de los que, por ahora, s¨®lo hay 3.000 identificados.