Permiso para adelantar, peligro de muerte

Nadie cree que sobre los 25 kil¨®metros que hay desde una venta a pie de la carretera nacional 323, en el t¨¦rmino granadino de Iznalloz, hasta pasado el l¨ªmite de Campo t¨¦jar pese una maldici¨®n que exige continuamente v¨ªctimas. Desde hace cuatro a?os, unas 200 personas han fallecido en accidentes de tr¨¢fico y varios centenares han sufrido heridas, seg¨²n cifras del juzgado de paz de Iznalloz, a causa de derrapajes o choques durante la maniobra de adelantamiento en zonas autorizadas. La reciente decisi¨®n del juez Antonio Gallegos, que indagaba la relaci¨®n entre la siniestralidad y la mala se?alizaci¨®n, de archivar el caso replantea la existencia de una fatalidad inexplicable.

Los vecinos de las poblaciones cercanas a la ruta de la muerte, que hacen a diario el recorrido, sostienen que algo no funciona. Algunos no saben explicar qu¨¦ invita a los automovilistas a circular a gran velocidad por qu¨¦ la primera lluvia que cae en la calzada convierte el firme en un resbaladero o los tr¨¢gicos re sultados de los adelantamientos superan con creces al de cual quier otro punto de Espa?a. Los vecinos, por si acaso, no responden a la invitaci¨®n de correr, y nadie del lugar ha sufrido un siniestro mortal. El juez de paz de Iznalloz, Jos¨¦ Luis Hern¨¢ndez-Carrillo, culpa sin vacilar a la mala se?alizaci¨®n de todas las desgracias. La carretera comenz¨® a ganar su fama -o mejor, su infamia- el d¨ªa en que repintaron las l¨ªneas divisorias de los carriles y suprimieron las se?ales de prohibici¨®n de los adelantamientos.

La vieja carretera se convirti¨® en un ¨¢gil paseo, pese a que la in novaci¨®n no supuso el desdobla miento, sino la puesta en uso, de forma intermitente, de un tercer carril, ya en direcci¨®n norte, ya en direcci¨®n sur. Granada y Ja¨¦n quedaron a menos de una hora de camino, pero con un elevado coste en vidas.

?Qu¨¦ indujo a cambiar la se?alizaci¨®n? Todos sospechan que los beneficios econ¨®micos. El Ministerio de Obras P¨²blicas y Transportes (MOPT), seg¨²n malician algunos, convirti¨®, merced a un simple cambio de se ?ales, una carretera de trazado discutible y piso deslizante en un remedo de autopista con el fin de obtener una de las subvenciones de los fondos Feder de la Comunidad Europea par las v¨ªas r¨¢pidas.

?sta parece la ¨²nica raz¨®n del sorprendente cambio. Hasta hace unos d¨ªas, en que fueron cambiados por sorpresa, los discos limitaban la velocidad a 100 kil¨®metros a, la hora y, extraordinariamente, a 80, pero nunca por debajo. La permisividad para los adelantamientos se mantiene incluso en curvas de visibilidad insuficiente.

Hern¨¢ndez-Carrillo, en su af¨¢n de demostrar al juez Gallegos esta teor¨ªa sobre la alteraci¨®n de las se?ales, ha tratado de buscar a uno de los pintores contratados entonces para repintar el suelo y hasta el viernes manten¨ªa la esperanza de que el testigo pudiera declarar ante el juez. Pero el archivo del caso y la suspensi¨®n de un careo que el propio juez hab¨ªa acordado para el 30 de junio ha vuelto bald¨ªo el esfuerzo.

No agobiar al conductor

La Direcci¨®n Provincial de Tr¨¢fico de Granada, que no es responsable de la se?alizaci¨®n de carreteras, desconoce la raz¨®n del cambio de se?ales, aunque aventura que el Criterio permisivo del MOPT para no agobiar al conductor con recomendaciones pudiera ser el origen.

La terrible contabilidad de la ruta de la muerte se divulg¨® el pasado 2 de abril, cuando el juez de paz de Iznalloz, atormentado por los continuos levantamientos de cad¨¢veres, denunci¨® en el juzgado a Rafael Villar. Lo hizo sin convicci¨®n de ganar el pleito, s¨®lo movido por la esperanza de que la aparici¨®n de la noticia en la prensa indujera a los responsables de carreteras a restituir la antigua se?alizaci¨®n y a mejorar el trazado y a renovar, el firme con asfalto granulado.

Sin embargo, el juez al que lleg¨® la denuncia se limit¨® en un principio a tomar declaraci¨®n al juez de Iznalloz y a Rafael Villar, director provincial de carreteras, y luego remiti¨® al fiscal el sumario para que decidiera si hab¨ªa indicios delictivos.

El fiscal decidi¨® que las diligencias ordenadas por el juez eran insuficientes y devolvi¨® al sumario, junto con la petici¨®n de que se investigara la relaci¨®n entre los fondos Feder y la rese?alizaci¨®n, y se procediera a un careo entre el juez de Iznalloz y el director provincial de carreteras.

Mientras el juez Antonio Gallegos estudiaba la petici¨®n, siete personas dejaron su vida en tres accidentes de tr¨¢fico, entre el 1 de junio y el 16 de ese mismo mes. Gallegos opina que no se puede imputar globalmente a la Administraci¨®n un supuesto delito de imprudencia temeraria por distintos sucesos, pese a la similitud de las causas y la coincidencia de la localizaci¨®n, sino que el reproche se debe plantear individualmente en cada uno de los sumarios. El auto de archivo ha impedido tambi¨¦n que el juez, como solicit¨® el fiscal, preguntara al director provincial de carreteras por los fondos Feder y que publicara edictos para que los damnificados se sumaran a la causa como acusaci¨®n. Esta idea fue planteada por el hermano del ex presidente del Tribunal Superior de Andaluc¨ªa, despu¨¦s de que una hermana de ambos falleciera el 14 de junio pasado junto a su esposo cuando viajaban a Almer¨ªa.