Una historia explosiva
La historia se repite. Los protagonistas son otros, la empresa tampoco es exactamente la misma; pero tras 10 a?os de cambios todo sigue igual. Entonces, a finales de 1982, la empresa Explosivos R¨ªo Tinto (ERT) se encontraba al borde la suspensi¨®n de pagos y el reciente ministro de Industria, Carlos Solchaga, encomendaba a Jos¨¦ Mar¨ªa Escondrillas la salida del t¨²nel. El empresario vasco tuvo que hacer hasta tres planes para renegociar con m¨¢s de 120 bancos una deuda cercana a los 150.000 millones de pesetas. Y ERT sali¨® adelante como pudo.Unos a?os m¨¢s tarde, un Escondrillas due?o y se?or de ERT se top¨® con un tibur¨®n, que se dio a conocer en el verano de 1987. En una operaci¨®n rel¨¢mpago, la firma inversora KIO -poco conocida entonces en Espa?a- anunciaba la compra masiva de acciones de varias entidades espa?olas, entre ellas de ERT y Cros, los dos s¨ªmbolos qu¨ªmicos de la industria espa?ola. Desde entonces, mientras se desarrollaba un arduo proceso reconversor en el sector, las dos empresas realizaron una carrera que, irremisiblemente, las hizo converger en una fusi¨®n que dar¨ªa lugar a Ercros.
Fue un parto anunciado, pero no exento de dificultades. Tras la trabajada salida de Escondrillas, que se aferr¨® al duro banco de Explosivos; el hombre fuerte de KIO en Espa?a, Javier de la Rosa, tuvo que trabajarse tambi¨¦n el abandono de Francisco Godia, presidente de Cros. Logrado, De la Rosa busc¨® en el mercado alguien con buenas relaciones con el poder (l¨¦ase Gobierno y banca). Ese fue Javier Vega de Seoane, ex director general del INI, quien se encarg¨® de elaborar el plan estrat¨¦gico. La nueva empresa naci¨® con unas plusval¨ªas de 100.000 millones de pesetas, unos activos de 320.000 millones y una plantilla de 14.000 personas. Es decir, un tama?o peque?o en comparaci¨®n con las competidoras europeas y una plantilla por encima de lo deseable.
El plan estrat¨¦gico, que contemplaba unas inversiones de 110.000 millones entre 1989 y 1993, consisti¨® en la reestructuraci¨®n del grupo en diferentes unidades empresariales y en la venta de activos considerados marginales -principalmente, los farmac¨¦uticos- con los que lograr la liquidez necesaria para hacer frente a la deuda del grupo. La divisi¨®n dio lugar a la creaci¨®n de las empresas Uni¨®n Espa?ola de Explosivos (UEE), cuya actividad es la defensa; Fertilizantes Espa?oles (FESA), que aglutin¨® los fertilizantes del grupo y que posteriormente se fusion¨® con Enfersa; Erkimia, que agrup¨® los activos qu¨ªmicos; Ertoil, con la actividad petrolera; R¨ªo Tinto Minera (RTM), empresa ya existente en el seno de la antigua ERT, y Ership, en transporte mar¨ªtimo.
Vega de Seaone, sin embargo, no lleg¨® a entenderse bien con De la Rosa, a pesar de los esfuerzos por aparecer juntos y sonrientes. Adem¨¢s, aqu¨¦l nunca consigui¨® enderezar el grupo, que continuaba cubri¨¦ndose en p¨¦rdidas. La tensi¨®n rompi¨® la cuerda y Narciso de Mir -una persona del aparato, ¨ªntimo de De la Rosa- ocup¨® la presidencia mientras se buscaba un sustituto que cumpliera con el perfil (ser cercano al poder establecido). Nada mejor para ello que el socialista Jos¨¦ Aureliano Recio, ex secretario particular de Ram¨®n Rubial y consejero del BBV. Pero Recio no ha podido superar la presi¨®n que Je ha tocado vivir: De la Rosa, el que le ha fichado, deja el grupo tras producirse cambios en la c¨²pula de KIO; los nuevos responsables no aseguran el futuro de Ercros, por muchas promesas que hagan, y Recio abandona 20 d¨ªas despu¨¦s.
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