Canoas en Espa?a contra pantanos en Canad¨¢
Un jefe de la comunidad kree llega a Barcelona para defender el futuro de sus territorios
La estatua de Crist¨®bal Col¨®n cerca del puerto de Barcelona fue uno de los testigos que presenciaron el pasado s¨¢bado el desembarco en Espa?a de ocho miembros de la tribu kree y un representante de los esquimales inuit. Sentado en la proa de su canoa, bajo un chaparr¨®n que amenazaba con hacer zozobrar la embarcaci¨®n, Romeo Saganash, jefe indio de la comunidad kree, encabezaba la expedici¨®n enviada a hacer campa?a por todo el mundo para que el Gobierno canadiense no anegue las tierras de su pueblo, y con ellas, su historia, su cultura y la identidad de unas gentes que llevan 6.000 a?os en armon¨ªa con la naturaleza.
Al pisar suelo, el segundo gran jefe Saganash, mirando al descubridor, declar¨® solemnemente: "Cuando Col¨®n habl¨® de ir a la India, lleg¨® a Am¨¦rica; cuando los kree hablaron de ir a Espa?a, llegaron a Espa?a".
Saganash, que fue elegido por su pueblo y que habla ingl¨¦s, franc¨¦s y kree, sue?a con volver a los bosques junto a su mujer y su hija. Pero mientras no consigan la victoria, a ¨¦l, que es abogado y tiene 29 a?os, no le importa vestir pantalones de pinzas y camisas de flores: "Antes, los jefes eran ancianos. Pero en nuestra lucha es necesario que est¨¦n preparados y que sepan idiomas. Yo tengo la suerte de tener una doble educaci¨®n muy ¨²til: la india y la del hombre blanco".
"?Tambi¨¦n aqu¨ª han hecho pantanos y se han ido los pueblos a tomar viento!", exclam¨® alguien que contemplaba en la Rambla el paso de los indios canadienses transportando a hombros su canoa. Su pesimismo contrastaba con la tenacidad que se adivina tras la expresi¨®n apacible de Saganash, un guerrero que lleva 17 a?os luchando por el futuro de sus territorios.
Los 11.000 indios kree y los 7.000 inuit que viven en el norte de Quebec est¨¢n desde los a?os setenta en pac¨ªfico pie de guerra contra la compan¨ªa hidroel¨¦ctrica Hidro-Quebec, una de las cinco m¨¢s importantes del mundo, que pretende acometer la segunda fase del proyecto hidr¨¢ulico James Bay II. Esto supondr¨¢ la inundaci¨®n de unos 550.000 kil¨®metros cuadrados, equivalente a la superficie de Francia.
"Somos pac¨ªficos. Nuestra lucha transcurre en los tribunales y haciendo campa?as con las que conseguimos m¨¢s ¨¦xitos que con las armas", declaraba Saganash mirando a su hija Steplianie, de nueve a?os. Los kree se han mantenido pr¨¢cticamente aislados de la civilizaci¨®n hasta los a?os setenta, cuando el Gobierno canadiense comenz¨® las primeras obras del proyecto hidr¨¢ulico que contempla la construcci¨®n de cientos de diques, presas y numerosas centrales hidroel¨¦ctricas.
De continuar las obras, sus formas de vida tradicionales, la caza y la pesca, desaparecer¨¢n. Y con ellas su pueblo. Por eso, Saganash no exagera al afirmar: "Hemos sido parte de la tierra durante miles de a?os y para que siga igual debemos permanecer en ella". Cuando se le pregunta por la celebraci¨®n del V Centenario, contesta: "Lo que importa es saber qu¨¦ va ocurrir los pr¨®ximos 500 a?os".
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