Fallece en Londres James Stirling, uno de los m¨¢s influyentes arquitectos del mundo

James Stirling, uno de los m¨¢s grandes arquitectos del mundo, muri¨® el jueves en Londres a los 66 a?os de un ataque al coraz¨®n. Hac¨ªa s¨®lo dos semanas que hab¨ªa sido condecorado con la Orden del Imperio, Brit¨¢nico, un tard¨ªo gesto de reconocimiento a un hombre que jam¨¢s consigui¨® ser apreciado por sus compatriotas. Su ¨²ltimo gran dise?o, para un edificio de oficinas, fue descartado despu¨¦s de que el pr¨ªncipe Carlos de Inglaterra lo calificara en los medios de comunicaci¨®n de "antena de los a?os 30" y el p¨²blico lo rechazara a trav¨¦s de las encuestas.

En los ambientes profesionales del Reino Unido y del resto de Europa, Estados Unidos y Jap¨®n se le consideraba, sin embargo, el m¨¢s influyente arquitecto de la segunda mitad del siglo XX. Stirling inici¨® tarde su carrera. Naci¨® en Glasgow (Escocia) el 22 de abril de 1926, hijo de un ingeniero naval que poco despu¨¦s se traslad¨® con su familia a Liverpool. Al terminar sus estudios secundarios fue movilizado y particip¨® en el desembarco en Normand¨ªa, donde obtuvo los galones de teniente y varias menciones al valor. Tras la guerra volvi¨® a Liverpool y estudi¨® arquitectura en la universidad local.Sus primeros trabajos los hizo con la firma londinense Lyons, Israel and Ellis. Tuvo que esperar hasta 1956 para independizarse y, en colaboraci¨®n con James Gowan, realizar su primera obra personal: la facultad de Ingenier¨ªa de la Universidad de Leicester. En esa ¨¦poca, Stirl.ing estaba profundamente influido por Le Corbusier, lo que unido al disgusto que le produjo el gran .Festival Brit¨¢nico (relanzamiento art¨ªstico e ideol¨®gico de un Reino Unido ya sin imperio pero empe?ado en mantener sus viejos valores) le llev¨® a la crudamente llamada escuela brutalista: masas concretas, materiales austeros y sin disimulo, funcionalidad.

Otra de sus obras de esa ¨¦poca es la biblioteca de la Universidad de Cambridge, edificio que suscit¨® una pol¨¦mica que ha durado hasta ahora y que, seg¨²n crey¨® Stirling hasta el mismo momento de su muerte, ser¨¢ demolido alg¨²n d¨ªa por el conservador claustro universitar¨ªo. Tambi¨¦n construy¨®, una factor¨ªa para Olivetti y un gigantesco conjunto de bloques de viviendas (puro acero y hormig¨®n) en la localidad inglesa de Runcom. Los bloques fueron derribados el a?o pasado por las autoridades locales, lo que supuso una dura humillaci¨®n para el arquitecto y una indisimulada alegr¨ªa para el pr¨ªncipe Carlos.

Stirling modific¨® sus planteamientos durante los 70. Hacia el final de la d¨¦cada construy¨® el edificio m¨¢s representativo de su segunda etapa: el museo municipal de Stuttgart, en Alemania. El brutalismo estaba ya superado. Stirling tend¨ªa ahora a -resaltar los elementos arquitect¨®nicos tradicionales dentro de una distribuci¨®n de espacios contempor¨¢nea.

Rechazos

Durante los ¨²ltimos 20 a?os, Stirling rechaz¨® numerosos encargos (entre ellos, uno multimillonario de la multinacional Walt Disney: no le interesaba el dinero) y se concentr¨® en trabajos aparentemente menores, como dos extensiones de la Galer¨ªa Tate, la que alberga la obra de Turner en Londres y una en el museo que la firma ha creado en Liverpool. Trabaj¨® vm¨¢s en el extranjero que en su pa¨ªs: un centro de investigaci¨®n en Berl¨ªn, una facultad universitaria en EE UU Dos de sus antiguos alumnos, Norman Foster y Richard Rogers, recibieron el reconocimiento un¨¢nime de la cr¨ªtica en esa ¨¦poca, y la Orden del Imperio Brit¨¢nico, mientras el viejo maestro segu¨ªa siendo en cierta forma un maldito en Gran Breta?a.

Su car¨¢cter no le ayud¨® a obtener el reconocimiento social que merec¨ªa: desde?aba las for malidades, se mantuvo alejado siempre de los pol¨ªticos y nunca quiso crear un gran estudio. Desde 1971 trabajaba en colaboraci¨®n con su colega Michael Wilford, y segu¨ªa atendiendo personalmente las llamadas telef¨®nicas.

En una de sus ¨²ltimas obras, un complejo industrial en Melsungen (Alemania), Stirling recuper¨® parcialmente las ideas de Le Corbusier y sus trabajos de los a?os 60. La muerte le lleg¨® antes de ver completada una extensi¨®n de su celebrado museo de Stuttgart. Ayer, como era de esperar, no hubo apenas reacciones al fallecimiento de Stirling en los c¨ªrculos pol¨ªticos y art¨ªsticos brit¨¢nicos.