Las carabelas llegan a la 'Gran Manzana'

Si Col¨®n hubiera llegado ayer a Nueva York a bordo de la Santa Mar¨ªa habr¨ªa desembarcado en Wall Street bajo los rascacielos que son el coraz¨®n financiero del mundo que descubri¨® hace 500 a?os. La intenci¨®n de los tripulantes de las r¨¦plicas de la Pinta, la Ni?a y la Santa Mar¨ªa es distinta: los navegantes quieren que Nueva York descubra a las carabelas.Con las velas de lino desplegadas y el motor en marcha, las embarcaciones- pasaron delante de la estatua de la Libertad antes de llegar al puerto, donde varios centenares de personas miraban con curiosidad la llegada de los barcos. Los turistas que ayer por la ma?ana se encontraban en la isla de la estatua de la Libertad no tuvieron m¨¢s remedio que dar la espalda al monumento y dirigir sus objetivos hacia las tres carabelas.

John Ciodie, un ejecutivo neoyorquino, se preguntaba ayer sorprendido: "?No es incre¨ªble que la gente se atreviera a llegar hasta aqu¨ª desde Europa subidos en cosas como ¨¦sa?"

El comandante de la flotilla, Santiago Bol¨ªbar, orden¨® cargar velas a los 62 marineros que componen la tripulaci¨®n de la nao y las dos carabelas. Bol¨ªbar no tuvo que gritar, como hac¨ªa Col¨®n, sus instrucciones de nave a nave, sino que util¨ªz¨® la radio de la Santa Mar¨ªa, una de las pocas concesiones a la modernidad que se permiten los navegantes. "Col¨®n no lleg¨® hasta Nueva York, por eso hemos pedido a nuestros amigos espa?oles que nos ayuden a rectificar este error", dijo el alcalde de la ciudad, David Dinkins, a los centenares de neoyorquinos que se acercaron a las orillas del Hudson a ver el espect¨¢culo durante su descanso de la comida. La Pinta, la Ni?a y la Santa Mar¨ªa, que ya han sido visitadas por dos millones de personas desde que iniciaron su periplo americano en octubre de 1991, permanecer¨¢n en Nueva York hasta el 14 de julio. Los barcos participar¨¢n en diversos eventos pol¨ªticos y sociales de la ciudad. El pr¨®ximo dia 4 de julio, con motivo de la fiesta nacional norteamericana, el presidente estadounidense George Bush y el pr¨ªncipe Felipe, recorrer¨¢n sus cubiertas. Las embarcaciones han tocado puerto ya en otras 12 ciudades norteamericanas y seguir¨¢n al menos hacia otras cuatro antes de que se decida su venta o cesi¨®n.

Durante su estancia en Nueva York se espera la visita de miles de personas interesadas por la historia y por las controvertidas interpretaciones sobre la personalidad de Col¨®n. Pero, tal y como se arirmaba en un editorial publicado ayer por el New York Times con motivo de la llegada de las naves, "m¨¢s que descubrir si Col¨®n fue un h¨¦roe o un villano, la ¨²nica conclusi¨®n clara es que cambi¨® el mundo".