Unidos en el gran atasco
Cientos de millares de veraneantes europeos, rehenes de la protesta de los camioneros franceses
Jean-Luc Godard ya lo hab¨ªa contado en Weekend, aquella pel¨ªcula en la que un monumental atasco de tr¨¢fico en las rutas francesas desembocaba en una org¨ªa de situaciones violentas y surrealistas. Ahora, la realidad vuelve a imitar a la ficci¨®n. En los tres ¨²ltimos d¨ªas, las principales carreteras y autopistas del hex¨¢gono franc¨¦s Se han convertido en un infierno para cientos de miles de automovilistas, bloqueados sobre el asfalto por una masiva protesta de los camioneros contra el nuevo sistema de puntos del carn¨¦ le conducir.A la angustia de los automovilistas -los ya atrapados y los cuatro millones que van a emprender las vacaciones- se unieron ayer los problemas del desabastecimiento de numerosas tiendas y mercados franceses, la falta de gasolina en las estaciones de servicio, y el paro t¨¦cnico, por falta de piezas, de varias industrias, como la factor¨ªas de Citro?n y Peugeot. Pero esas noticias eran agua de mayo para los camioneros. Estaban consiguiendo su objetivo: organizar un l¨ªo hist¨®rico.
A primeras horas de la tarde, las autoridades confirmaban que los grandes ejes franceses segu¨ªan bloqueados por barricadas de camiones. Los accesos a Ly¨®n, Orange, Poitiers, Caen, Lille, Avi?¨®n y Toulouse eran inmensas colas de veh¨ªculos paralizados durante horas. Automovilistas franceses, alemanes, holandeses, brit¨¢nicos, italianos, espa?oles, daneses y belgas confraternizaban en la desgracia, alumbrando una verdadera comunidad europea del atasco. Muchos acababan de empezar sus vacaciones de verano y en numerosos casos afirmaban que Espa?a era el objetivo de su viaje.
"Pido a los transportistas que se acojan con urgencia a la oferta de di¨¢logo que les hago", dec¨ªa, Pierre B¨¦r¨¦govoy. El primer ministro se declaraba dispuesto a discutir las condiciones de aplicaci¨®n del permiso de conducir con puntos vigente en Francia desde el 1 de julio. Ese sistema otorga seis puntos a cada conductor y sanciona las infracciones con la p¨¦rdida de uno, dos o tres puntos, adem¨¢s de con las multas y castigos ya existentes. Cuando el conductor pierde su cr¨¦dito tiene que renunciar al carn¨¦. Superar en menos de 20 kil¨®metros por hora la velocidad m¨¢xima autorizada supone la p¨¦rdida de un punto. Circular por la izquierda, pisar la l¨ªnea continua o efectuar un adelantamiento arriesgado cuesta dos puntos. Conducir borracho, oponerse a una prueba de alcoholismo y escapar a la justicia, tres puntos menos.
B¨¦r¨¦govoy proclamaba que el permiso de conducir con puntos no ser¨ªa retirado, pero aseguraba que los excesos ligeros de velocidad no ser¨ªan castigados. Tambi¨¦n dec¨ªa que las p¨¦rdidas de puntos no ser¨ªan comunicadas a los patrones ni a las compa?¨ªas aseguradoras. Tras ense?ar la zanahoria, esgrim¨ªa el bast¨®n y, recordando que la libertad de circulaci¨®n es "un fundamento de la democracia", anunciaba que si los camiones no eran retirados de inmediato sus conductores per der¨ªan para siempre sus carn¨¦s de conducir.
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