Kohl responde con dureza a Yeltsin y afirma que Rusia no impondr¨¢ condiciones a nadie

El canciller alem¨¢n, Helmut Kohl respondi¨® ayer con dureza al presidente ruso, Bor¨ªs Yeltsin. En unas declaraciones hechas en Mosc¨² y percibidas como arrogantes, Yeltsin exigi¨® a los l¨ªderes de los siete paises m¨¢s industrializados del mundo (G-7), que comienzan hoy su cumbre anual en M¨²nich, una moratoria de dos a?os en el pago de los intereses de la deuda de la antigua URSS. "En la vida privada, cuando uno hace las cosas a la fuerza siempre falla" dijo Kohl. "Aqu¨ª nadie va a imponer condiciones a los dem¨¢s".

Los jefes de Gobierno de Alemania, Reino Unido, Canad¨¢, Italia y Jap¨®n, y los presidentes de Francia y EE UU fueron llegando, a lo largo del d¨ªa de ayer, a la capital b¨¢vara, en cuyo centro hist¨®rico, en medio de impresionantes medidas de seguridad, tendr¨¢ lugar la cumbre.El anfitri¨®n Kohl, mantuvo conversaciones bilaterales con el nuevo primer ministro italiano, el debutante Giuliano Amato; con el japon¨¦s Kiichi Miyazawa, y con el canadiense Brian Mulroney. El presidente norteamericano George Bush, que llegaba de Varsovia, mantuvo, a su vez, una entrevista con el jefe de Estado franc¨¦s, Fran?ois Mitterrand. El primer ministro brit¨¢nico John Major, por su parte, no ten¨ªa prevista, oficialmente, ninguna reuni¨®n.

El ¨²nico que no lleg¨® ayer, porque no forma parte del G7, pero que lo har¨¢ posiblemente ma?ana como invitado, fue Yeltsin, pero ello no le impidi¨® convertirse en el gran protagonista del d¨ªa. "No pueden ponernos de rodillas", dijo el presidente ruso en Mosc¨², adelant¨¢ndose a las intenciones de los Siete. El l¨ªder ruso quiere una moratoria en el pago de la deuda y exige que se retiren las condiciones para recibir el paquete de ayuda de 24.000 millones de d¨®lares. La r¨¢pida reacci¨®n de Kohl pone en evidencia que los Siete no est¨¢n en estos momentos para volcar el cuerno de la abundancia, por m¨¢s que la situaci¨®n en el antiguo imperio sovi¨¦tico sea desesperada. Los pagos de la deuda externa de la antigua URSS, que asciende a 74.000 millones de d¨®lares, pueden ser renegociados en condiciones ventajosas, y en esto est¨¢n de acuerdo el G-7 y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Tambi¨¦n el paquete mencionado podr¨ªa salir adelante, pero a cambio quieren que Rusia acelere la reforma econ¨®mica y piden concretamente que Mosc¨² empiece, desde el a?o pr¨®ximo, a vender su petr¨®leo a precios de mercado.

La agenda del G-7 es este a?o de dimensiones considerables. Aparte de los temas estrictamente pol¨ªticos, como la guerra civil yugoslava, la principal tarea consiste en relanzar la econom¨ªa mundial, sumida en una depresi¨®n. Pero las soluciones puestas en pr¨¢ctica por cada uno de los pa¨ªses no parecen coincidir.

La liberalizaci¨®n del comercio mundial, la llamada Ronda Uruguay del GATT, es otro de los puntos claves.

El plan para desnuclearizar la antigua URSS, destinado a sustituir las peligrosas centrales nucleares similares a la de Chern¨®bil, que apoyaban los pa¨ªses europeos, parece haber encontrado tambi¨¦n la oposici¨®n de Jap¨®n y EE UU.