Las armas, con letra entran
Jap¨®n obliga a incluir en los libros escolares su derecho a tener un Ej¨¦rcito
El Ministerio de Educaci¨®n japon¨¦s ha ordenado a los autores de los libros escolares del pr¨®ximo curso que incluya en los textos una menci¨®n explicita al derecho nacional a utilizar la fuerza militar en defensa propia". Se trata de la primera vez que los libros proporcionan un espaldarazo a las Fuerzas Armadas, cuyas funciones fueron limitadas en la Constituci¨®n de 1947, redactada al dictado de Estados Unidos para impedir un resurgimiento del militarismo nip¨®n que asol¨® Asia.El ministerio revis¨® 114 libros relacionados con nueve materias y se efectu¨® una media de 44 correcciones por cada libro. Siete de cada ocho editores debieron cambiar los pasajes referidos a la defensa por estimar los censores que los libros no reflejaban adecuadamente el derecho de Jap¨®n a la defensa propia mediante el empleo de su Ej¨¦rcito y que la valoraci¨®n de las Fuerzas Armadas, llamadas Fuerzas de Autodefensa, no era lo suficientemente positiva. Este p¨¢rrafo fue uno de los modificados: "El derecho de un Estado a ser independiente del resto del mundo, evitando imposiciones o la interferencia de otros pa¨ªses, es tambi¨¦n considerado parte de la soberan¨ªa". El texto definitivo, tras el tira y afloja con el autor, qued¨® as¨ª: "Un Estado no debe permitir imposiciones o interferencias de otros pa¨ªses y se supone que tiene el derecho a defenderse de una invasi¨®n". La fotograf¨ªa de una manifestaci¨®n contraria al despacho de tropas niponas al exterior en misiones de paz de la ONU, env¨ªo aprobado recientemente por el Parlamento, fue sustituida por la imagen de un barredor de minas.
La incorporaci¨®n de asuntos relacionados con la defensa ha sido resultado de las presiones ejercidas en este sentido desde 1989 por el Partido Liberal, en el poder desde 1955, seg¨²n los comentaristas nipones. Uno de ellos se preguntaba en el diario Mainichi por qu¨¦ el pa¨ªs insiste ahora en cuestiones militares y, armament¨ªsticas m¨¢s propias de una guerra fr¨ªa ya superada. El conservador Yomiuri apoyaba las Correcciones, de marcado car¨¢cter nacionalista, por considerar que un asunto tan importante como la "defensa de la soberan¨ªa" no quedaba claro en los programas escolares.
Los censores del Ministerio de Educaci¨®n, despu¨¦s de dos d¨¦cadas de manipulaci¨®n hist¨®rica, han permitido una narraci¨®n m¨¢s veraz de la brutal ocupaci¨®n de Corea y China. A principios de los a?os ochenta, China present¨® una protesta diplom¨¢tica al descubrirse que la "invasi¨®n de China" hab¨ªa sido sustituida por el " avance en China". En esta ocasi¨®n, los censores fueron m¨¢s audaces que los editores. Uno de estos ¨²ltimos escrib¨ªa que "no debemos olvidar las inconveniencias causadas por Jap¨®n [a los pa¨ªses asi¨¢ticos]". ?sta fue la correcci¨®n: "No debemos olvidar los insoportables sufrimientos causados".
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