Decisi¨®n b¨¢rbara

Casi por unanimidad -hubo una honrosa excepci¨®n- el Tribunal Supremo de EE UU ha autorizado a las fuerzas del orden de aquel pa¨ªs a actuar m¨¢s all¨¢ de sus fronteras, sin tener en cuenta los convenios internacionales de extradici¨®n y con total menosprecio de la soberan¨ªa de los dem¨¢s pa¨ªses. Esta decisi¨®n, que no dudamos en calificar de b¨¢rbara quienes consideramos los citados convenios como una prueba de civilizaci¨®n, parece venir a legitimar retroactivamente toda una serie de acciones que en su d¨ªa suscitaron la repulsa de la comunidad internacional: los secuestros y posteriores torturas y asesinatos de Gal¨ªndez, Ben Barka y otros a¨²n en tierras de exilio; la matanza de Panam¨¢ para capturar a un ex agente desmandado, etc¨¦tera. Igualmente, tal decisi¨®n -en general sumisamente acogida por parte de los Gobiernos europeos y los intelectuales que les son afines contribuir¨¢, con los enfrentamientos diplom¨¢ticos y otros que no dejar¨¢n de producirse, a aumentar la tensi¨®n y la confusi¨®n internacionales. Esta carta quiere recordar que al no reaccionar a tiempo, pac¨ªfica y c¨ªvicamente, ante el desatino y la prepotencia, se colabora en la preparaci¨®n de un futuro amenazador para todos en una Europa sat¨¦lite-