Movilizaci¨®n en Australia para salvar a 60 ballenas

M¨²ltiples organizaciones ecologistas y pacifistas se movilizaron ayer en Australia con el objetivo de salvar la vida de unas 60 ballenas suicidas que quedaron encalladas en una playa cercana a Sidney. Los cet¨¢ceos est¨¢n varados desde el lunes por la noche en la playa de Seal Rock y no han realizado ning¨²n intento de volver al mar, seg¨²n un testigo. Hace siete a?os se produjo un fen¨®meno parecido en la misma playa, que est¨¢ situada a unos 200 kil¨®metros al norte de Sidney.

La movilizaci¨®n de las organizaciones ecologistas y pacifistas para salvar la vida de las 60 ballenas suicidas se prolong¨® incluso durante la noche. El objetivo es reconducirlas a mar abierto. Como paso previo, unas 500 personas trabajaron durante toda la noche para ayudarlas a mantener la respiraci¨®n.Al menos dos de los cet¨¢ceos suicidas, que miden entre cinco y diez metros seg¨²n los testigos, han fallecido, despu¨¦s de golpear sus cuerpos contra las rocas. La mayor parte, seg¨²n el encargado del faro local, est¨¢n a¨²n vivas, aunque unas m¨¢s tranquilas que otras.

No es la primera vez que un grupo de ballenas intenta, de forma colectiva, esta formas de suicidio. Hace siete a?os, tambi¨¦n en la playa de Seal Rocks cercana a Sydney, otro grupo de ballenas protagoniz¨® una actuaci¨®n similar.

Contra las rocas

La movilizaci¨®n de las organizaciones pacifistas ha sido esta vez considerable, seg¨²n informa Reuter. El medio millar de personas que pasaron la noche al lado de los cet¨¢ceos se ocuparon de cubrirlas con toallas mojadas para que mantuvieran la temperatura. Al tiempo, los ecologistas intentaban curarles las heridas que se provocan al golpearse contra las rocas.Los expertos en vida animal no encuentran ninguna explicaci¨®n a este fen¨®meno de suicidio colectivo que protagonizan, de vez en cuando, los cet¨¢ceos. En noviembre del pasado a?o fue la ocasi¨®n anterior en la que un grupo de ballenas qued¨® varada cerca de la costa. En aquella ocasi¨®n fue necesario rematar a unas 50 ballenas que quedaron atrapadas en una playa inaccesible de Tasmania (Nueva Zelanda).

El fen¨®meno de las ballenas suicidas se reproduce s¨®lo d¨ªas despu¨¦s de que la Comisi¨®n Ballenera Internacional (CBI) pusiera fin -pr¨¢cticamente- a la moratoria para la caza de corcuales aliblancos, que es la ballena menos escasa. Este acuerdo de caza vigilada fue contestado por los principales pa¨ªses balleneros -Jap¨®n, Islandia y Noruega- que se reunir¨¢n en septiembre para acordar, por su cuenta, el final definitivo de toda moratoria y la reanudaci¨®n inmediata de las capturas de todo tipo de cet¨¢ceos.

Las asociaciones ecologistas criticaron esta decisi¨®n de la CBI pues consideran que hay una, contradicci¨®n entre la vuelta a la caza de ballenas y la firma del tratado de biodiversidad.