Las fundaciones se movilizan contra la ley del mecenazgo e inician contactos con los partidos

Las fundaciones han decidido movilizarse contra el proyecto de ley de Incentivos Fiscales a la Participaci¨®n Privada en Actividades de Inter¨¦s General, m¨¢s conocida como ley de mecenazgo. En el caso de aplicar en sus t¨¦rminos actuales dicha ley, el panorama que pintan las fundaciones para m desarrollo es desolador. No s¨®lo califican le err¨®neo y desfasado el actual proyecto, sino que consideran que muchas fundaciones terminar¨ªan por desparecer ahogadas por la normativa fiscal de la ley del Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda, aprobada por el Gobierno el 22 de mayo.

Las fundaciones han establecido contactos con los partidos de la oposici¨®n y distintos sectores del PSOE -"que est¨¢n en contra del proyecto de ley"-, para intentar cambiar, durante los tr¨¢mites parlamentarios, los puntos que consideran m¨¢s negativos. Entre los socialistas con los que ya han hablado se encuentra el presidente de la Comunidad de Madrid, Joaqu¨ªn Leguina.La ley del mecenazgo fue aprobada el pasado 22 de mayo por el Consejo de Ministros tras varios meses de debates y enfrentamientos entre Econom¨ªa y Hacienda y Cultura, en los que se pusieron de manifiesto las diferencias en el concepto de mecenazgo por parte de los ministerios de los que son titulares Carlos Solchaga y Jordi Sol¨¦ Tura. Finalmente, fue Hacienda quien impuso a Cultura sus criterios y quien firm¨® en solitario el proyecto de ley, haciendo caso omiso a las pretensiones del departamento de Sol¨¦ Tura de presentarlo de manera conjunta y as¨ª poder asegurarse el desarrollo posterior de la normativa.

El Centro de Fundaciones, que agrupa a unas 230 fundaciones de las 2.000 existentes en Espa?a, present¨® ayer las conclusiones estudiadas la semana pasada en el curso de una asamblea general, que tambi¨¦n debati¨® el borrador del proyecto de ley de Fundaciones elaborado por el Ministerio de Justicia. La opini¨®n que tiene el Centro de Fundaciones con respecto a este borrador de la ley de Fundaciones es radicalmente distinta que la mantenida en relaci¨®n con la ley de mecenazgo. Seg¨²n su presidente, Antonio S¨¢enz de Miera, los t¨¦rminos del borrador de la ley de Fundaciones "est¨¢ orientada en la buena direcci¨®n" y satisface en t¨¦rminos generales la necesidad de regular de manera sustantiva las fundaciones.

S¨¢enz de Miera plante¨® su extra?eza de que el Gobierno haya enviado antes a las Cortes la ley de mecenazgo, que regula fiscalmente las fundaciones, antes que la propia ley de Fundaciones, que es la que dota de marco jur¨ªdico a estas instituciones. El borrador de la ley de Fundaciones se encuentra todav¨ªa en tr¨¢mite de discusi¨®n entre varios ministerios y, en cambio, la ley de mecenazgo ha sido ya enviada al Congreso para su discusi¨®n. "Lo l¨®gico es que el Ministerio de Justicia regule las fundaciones y posteriormente Econom¨ªa aplique los criterios fiscales", dijo S¨¢enz de Miera. El presidente del Centro de Fundaciones hizo hincapi¨¦ tambi¨¦n en la contradicci¨®n existente entre ambas leyes. "Mientras que el anteproyecto de ley de Fundaciones considera como perfectamente l¨ªcito y normal que las fundaciones detenten participaciones mayoritarias en sociedades mercantiles, esta circunstancia es un obst¨¢culo para el goce de los beneficios tributarios reales seg¨²n los t¨¦rminos actuales de la ley de mecenazgo".

Dirigismo puro y duro

Uno de los puntos que m¨¢s critican las fundaciones y que califican de dirigismo puro y duro es el referido al art¨ªculo 29 de la citada ley de mecenazgo. Precisamente este art¨ªculo, por el que los programas, culturales definidos anualmente por el Gobierno en la Ley de Presupuestos gozar¨¢n de una exenci¨®n fiscal de un 20%, fue una de las escasas concesiones que hizo el Ministerio de Econom¨ªa a Cultura en la redacci¨®n de la ley. "Este art¨ªculo supone un dirigismo claro muy peligroso", dijo S¨¢enz de Miera. "Las fundaciones tienen su ra¨ªz de ser en la creatividad, la innovaci¨®n y la atenci¨®n a campos, ya sean culturales, cient¨ªficos o de cualquier naturaleza, elegidos libremente por ellas. Con este art¨ªculo, se va a dar la circunstancia de que haya fundaciones buenas, que acudan a los programas previamente definidos por la Administraci¨®n y que consiguientemente obtengan exenciones fiscales, y las malas, que dirijan sus cometidos por donde creen libremente que puedan ir". Para S¨¢enz de Miera, son las propias fundaciones las que deben decidir libremente su colaboraci¨®n con la Administraci¨®n, porque sino "se pierde la esencia de la labor de estas instituciones".