La relatividad de un trompetista
Ellis Marsalis, Marcus Roberts y Wynton Marsalis Septet
Vitoria. Polideportivo de Mendizorrotza. Aforo: 2.800 personas. 15 de julio.
Vitoria puede a?adir un nuevo Concierto a su lista de memorables. Wynton Marsalis ha vuelto con aquilatado material propio que rinde continuo homenaje a toda la historia del Jazz.Como Einstein, Marsalis reformula las nociones de espacio y tiempo. Duda de la identidad cerrada de la m¨²sica negra y rechaza t¨¦rminos determinantes de lugares concretos y momentos se?alados. Marsalis ofrece su propia respuesta a trav¨¦s de una trompeta de boquilla integrada y aspecto gal¨¢ctico que la casa Monette ha construido especialmente para. ¨¦l. No es ¨¦sta, desde luego, su ¨²nica herramienta. Como m¨²sico total que aspira a ser, tambi¨¦n compone y arregla con un talento raro en estos tiempos de desesperante vulgaridad creativa. Si la emoci¨®n, la sensibilidad y la riqueza de los sonidos pudieran medirse, la m¨²sica de Marsalis fundir¨ªa todos los indicadores. Pero su mundo no es cient¨ªfico, sino decididamente po¨¦tico, y tan m¨¢gico que convierte la vida cotidiana en una aventura fant¨¢stica.
Y algo de irreal tuvo su concierto. Abri¨® con The majesty of the blues, un monumento tonal jalonado de disonancias y cargado de una tensi¨®n sutil e ¨ªntima. Siguieron otras joyas (The cat in the hat is back, The servant, The jungle blues). L¨¢stima que la formidable demostraci¨®n, a plano solo y a d¨²o, que hicieron en la primera parte Ellis Marsalis y Marcus Roberts, quedara eclipsada casi por completo. El romanticismo contenido en la delicada pulsaci¨®n de Ellis, y el aroma penetrante a piano seco y desnudo de Roberts, hubieran monopolizado cualquier otra sesi¨®n.
Babelia
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