Cada 300 kil¨®metros, cambio de aceite

No es la t¨ªpica comparaci¨®n f¨¢cil: cuando Manuel Saiz, el director del equipo ONCE, asegura que el franc¨¦s Laurent Jalabert consume demasiado magnesio durante las etapas se est¨¢ refiriendo a lo mismo que Sito Pons cuando dice que la Honda de Alex Crivill¨¦ pierde aceite. El cuerpo de los ciclistas est¨¢ sometido a un trabajo impensable, descomunal en relaci¨®n con otros deportes. Cada tarde se meten en unos curiosos talleres con forma de hotel y son sometidos a severos y continuados controles m¨¦dicos y psicol¨®gicos.

Sin ellos, ni siquiera Miguel Indur¨¢in, la m¨¢quina m¨¢s perfecta, podr¨ªa sobrevivir. En un solo Tour, padece encima de la bicicleta m¨¢s tiempo que Emilio Butrague?o en el campo durante toda una Liga de f¨²tbol. La comparaci¨®n es odiosa, pero necesaria.Nada es fruto del azar. La famosa depilaci¨®n, por ejemplo, no es s¨®lo un tributo al aerodinamismo y el sudor, sino tambi¨¦n una necesidad para los masajistas. Sin la de las piernas, cualquier masaje ser¨ªa imposible, ya que se destrozar¨ªan las manos con los incipientes, recios y afilados pelos. Sin masaje, el m¨²sculo, tenso y cargado de toxinas por el esfuerzo, se romper¨ªa en cualquier ascensi¨®n.

Los masajistas son los t¨¦cnicos especializados de la cadena de montaje y con capacidad decisoria incluso sobre la dieta del corredor. Gabino Ere?ozaga, del Seguros Amaya, y Txema Aguirre, del ONCE, llevan 20 a?os palpando piernas. Con depositar su mano sobre un muslo agotado les basta para saber cu¨¢l es el estado de un corredor y cuales son los cuidados que merece. Llama la atenci¨®n Miguel ?ngel Rubio, el digitopuntor ciego del ONCE. Mira al techo, mete un dedo entre dos m¨²sculos y localiza el problema: "Ahora, un poquito de hielo, y listo". As¨ª de sencillo.

Las m¨¢quinas pasan su primera revisi¨®n por la ma?ana. El control del peso, la tensi¨®n arterial y el ritmo card¨ªaco se efect¨²a dos veces al d¨ªa, antes y despu¨¦s de la etapa. El porcentaje de p¨¦rdida de peso no supera el 2% de la envergadura de cada cual. Un porcentaje superior entra?ar¨ªa un desajuste metab¨®lico que exigir¨ªa un an¨¢lisis de la hidrataci¨®n o la alimentaci¨®n. Indur¨¢in, con unos 78 kilos, pierde 1,7 en una etapa de dureza media. El colombiano William Palacio, que apenas llega a los 54, no gasta m¨¢s de uno. Se recobran con l¨ªquidos.

Los an¨¢lisis de orina y sangre tambi¨¦n son regulares, sobre todo en las etapas de monta?a. As¨ª es posible controlar los gl¨®bulos rojos, el amon¨ªaco, el ¨¢cido l¨¢ctico....

El megajulio

La medida de energ¨ªa es el megajulio. Una persona normal puede perder entre tres y cuatro durante un ejercicio moderado. Un ciclista, entre los 25 y 30. La recuperaci¨®n es, pues, fundamental y debe ser inmediata. Eufemiano Fuentes, m¨¦dico del Seguros Amaya, sostiene que es imposible recuperar en 12 horas y de forma natural el cuerpo de un ciclista. Por eso tiene fama de pol¨¦mico: "S¨ª, claro, es f¨¢cil: basta darle un kilo de naranjas, otro de pasta, otro de carne y medio de verdura. Sacar¨¢ la energ¨ªa precisa. ?Pero c¨®mo pedalear¨¢ luego?".

Fuentes asegura que de etapa a etapa el cuerpo no puede asimilar y reponer lo perdido. Por ello aplica los compuestos energ¨¦ticos necesarios directamente en la sangre. "Siempre que digo esto tengo l¨ªos porque se piensan que dopo a mis pacientes. No me importa. Cada vez son m¨¢s lo que utilizan mis m¨¦todos", afirma.

Al margen de las sustancias intravenosas, la dieta es fundamental. Algunos consumen en un d¨ªa casi el 100% de sus hidratos de carbono. Su reposici¨®n es obligada. Para sobrevivir, el corredor debe ingresar unas 8.000 calorias diarias. El 70% de su aporte es a base de hidratos. El resto se obtiene con grasas y prote¨ªnas. El desayuno es uno de los platos m¨¢s fuertes. El men¨² va desde el arroz al caf¨¦ con leche pasando por los espaguetis. Para digerirlo antes de pedalear hay que levantarse unas tres horas antes, por lo menos, del control de firmas.

En la carrera, el profesional ingiere, en valor energ¨¦tico, el equivalente a dos comidas de una persona sedentaria: pastelillos de arroz, peque?os bocadillos y barras dulces que aportan hidratos de carbono de absorci¨®n r¨¢pida. Por la noche se produce la ingesta m¨¢s fuerte, centrada b¨¢sicamente en la pasta italiana.