Chiocciol¨ª se aprovecha de la fatiga general

ENVIADO ESPECIALAl Tour s¨®lo le queda conocer cu¨¢l es el l¨ªmite de la capacidad devastadora de Claudio Chiappucci. El italiano es la ¨²nica referencia v¨¢lida en el camino hacia el podio de Miguel Indur¨¢in despu¨¦s de la b¨¢rbara selecci¨®n sufrida por el pelot¨®n en los Alpes. Sin ¨¦l, cualquier suceso en la carrera es un simple pu?ado de humo. Ni siquiera su compatriota Gianni Bugno tiene ya algo que contar. Chiappucci decidi¨® ayer darse un respiro tras Sestrieres, donde protagoniz¨® un recital, y L'Alpe d'Huez y se anduvo sin sobresaltos. Otro italiano, Franco Chioccioli, ganador del Giro en 1991, aprovech¨® la fatiga general para conseguir su primera victoria en la ronda francesa. Siendo un debutante, le supo a gloria.

Indur¨¢in s¨®lo tiene ojos ya para Chiappucci. Los dem¨¢s miran el calendario con la despensa de energia bastante mermada. El espa?ol es consciente de su tremenda ventaja sobre el italiano, pero teme su fibra suicida. Chiappucci no vive en la duda. Si acaso, en la osad¨ªa. De ello obtiene, sin embargo, grandes beneficios. Ausente Chiappucci del conflicto, como ayer, el resto es pan y cuchillo para Indur¨¢in y el Banesto.El pelot¨®n afrontar¨¢ antes de la cronometrada de Tours dos etapas de mero tr¨¢mite (mi¨¦rcoles y jueves) y una, la de hoy, con cierto relieve a trav¨¦s del macizo central. Un buen paquete de kil¨®metros (212) podr¨ªa excitar los ¨¢nimos de Chiappucci. Claudio no para. Un detalle: en L'Alpe d'Huez a¨²n tuvo fuerzas para anunciar que seguir¨ªa dando guerra. Indur¨¢in gir¨® all¨ª la mirilla: Chiappa y no Bugno es la rueda buena. Si llegase a la contrarreloj con algo de dinamita en los muslos, el camino del navarro hasta Par¨ªs quiz¨¢ no ser¨ªa tan festivo.

La etapa entre Bourg d'Oisans y Saint ?tienne tuvo dos an¨¦cdotas. Una ha dejado de serlo debido al ritmo fren¨¦tico que se est¨¢ marcando: no hubo sprint masivo pese a tratarse del cl¨¢sico d¨ªa de descanso despu¨¦s de la batalla alpina. Es una se?al de que este Tour va a morir por exceso de velocidad. En la primera hora se recorrieron 50 kil¨®metros, lo que ofrece una media de velocidad muy elevada. La otra an¨¦cdota fue para los libros: en el ascenso al ¨²ltimo kil¨®metro de la cota de Georgat, de tercera categor¨ªa, algunos corredores tuvieron que bajarse de la bicicleta y seguir a pie. El muro, del 11% de desnivel que el puerto ofrece en su ¨²ltimo tramo result¨® intragable para muchas piernas astilladas.

El orgullo franc¨¦s

Por lo dem¨¢s, poco. El pelot¨®n aplic¨® cierto b¨¢lsamo al herido orgullo franc¨¦s y permiti¨® una escapada de veinte corredores en la que figuraron cuatro franceses: Durand, Louviot, Virenque y Bourguignon.

La aventura acab¨® en el kil¨®metro 96 tras haberse alcanzado una diferencia m¨¢xima de 4m 35s. La neutralizaci¨®n se produjo en el descenso de Georgat, momento que Rosciolo y Maier aprovecharon para huir. Llegaron a disponer de una ventaja de 5m 30s, pero el calor y el buen trabajo del ONCE acort¨® la distancia.

Tres hombres partieron a por los escapados: Chioccioli, Kummer y Pedersen. S¨®lo el primero aguant¨® lo suficiente para alcanzarlos y marcharse en solitario. A 20 kil¨®metros de la meta, su ventaja era de 1m 5s. Poco margen parec¨ªa ese. Sin embargo, lo mantuvo y la cruz¨® con 42 s. de ventaja sobre sus seguidores, Konyshev y Perini.