Decisi¨®n, m¨¢s que opci¨®n

La advertencia de la posibilidad de un bombardeo contra Irak es, una vez m¨¢s, una opci¨®n en las relaciones con Sadam Husein. ( ... ) En nuestro terrible y confuso mundo, el hecho de destruir el poder de Sadam podr¨ªa apaciguar la frustraci¨®n por no haber conseguido totalmente la paz, ( ... ) pero ser¨ªa una breve satisfacci¨®n..( ... ) Una intervenci¨®n militar, con unas causas poco claras, ser¨ªa considerada -especialmente en el mundo ¨¢rabe- como una respuesta desproporcionada a lo que es un discutible nivel de desobediencia de las "resoluciones de la ONU por parte de Irak. ( ... ) El razonamiento de que una acci¨®n de este tipo no necesita un mandato del Consejo de Seguridad es igualmente dudoso. Estados Unidos no puede asumir unilateralmente (ni el Reino Unido o Francia) el papel de defensores de la ley de la ONU. Si Sadam Husein no estuviera en el poder, las cosas ser¨ªan m¨¢s f¨¢ciles. Pero el hecho terrible es que los aliados le prefirieron, incluso despu¨¦s de la guerra del Golfo, a la incierta opci¨®n de los kurdos y a la rebeli¨®n de los shi¨ªes. Su poder, que es ahora mucho mayor, ser¨ªa reforzado por una nueva acci¨®n militar. ( ... )Las ¨²nicas armas adecuadas que se pueden usar ahora contra Sadam Husein son la actividad diplom¨¢tica y las sanciones. Para vencer la tentaci¨®n, el presidente Bush deber¨ªa hacer un poco de memoria hist¨®rica. Si usa nueva mente la fuerza militar, y no funciona, terminar¨¢ en el desierto, como Jimmy Carter.

23 de julio