Leche filos¨®fica
Picado en lo vivo, Fernando Savater, uno de los "cruzados de la guerra del Golfo" a los que hago alusi¨®n en mi art¨ªculo Vaya por Cuba (21 de julio de 1992), desenvaina, espolea y arremete contra mi modesta persona. Aquella guerra ya est¨¢ ganada: sus consecuencias son ahora tarea de subalternos equipos de limpieza y abnegadas organizaciones de caridad. Don Fernando atraviesa ahora el Atl¨¢ntico, los ojos enfebrecidos por el recuerdo de aquella gesta desde hace 500 a?os. Su meta es La Habana.Me acusa, sin precisar, de defender a la, revoluci¨®n cubana con "sofismas y majader¨ªas" (Cartas al Director del 23 de julio de 1992). En lugar de argumentar, el profesor de ¨¦tica adjetiva. Debo inferir entonces que considera un sofisma que el bloqueo a Cuba sea ilegal. O que el mismo bloqueo dej¨® hace 30 a?os a Cuba en el desamparo, igual que ahora el derrumbe de la URSS y sus sat¨¦lites. Sostiene Savater que pretender "que los cubanos se vean libres de la dictadura castrista es algo tan perverso como quitarle el biber¨®n a un ni?o". Si una racha adversa lo desv¨ªa de su ruta y nuestro cruzado recala, por ejemplo, en la Nicaragua de Violeta Chamorro, ver¨¢ que s¨ª, que en Am¨¦rica Latina democr¨¢tica millones de ni?os pasan hambre.
Por ¨²ltimo: ?una majader¨ªa que de la noche a la ma?ana Cuba se haya quedado sin la mitad de su provisi¨®n de leche y que a pesar de eso todos los ni?os cubanos sigan bebiendo su raci¨®n diaria? A falta de mejor explicaci¨®n de su parte, barrunto que a Don Fernando su madre se la retir¨® cuando se diplom¨® en filosofia y que a¨²n no se le ha quitado el resentimiento.-
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.