De Clercq se impone al 'sprint' en Nanterre

El Tour consiente peque?as porciones de gloria a ciclistas de presencia moment¨¢nea, como el belga Peter de Clerecq (Lotto), ganador al sprint en Nanterre, mientras desborda su capacidad de asombro con Miguel Indur¨¢in. Son los dos niveles de la carrera: el de la cotidianeidad de las etapas, con sus escaramuzas y sus fugaces vencedores, y el de la aplastante superioridad del espa?ol. La contrarreloj de Blois, en la que el l¨ªder del Banesto volvi¨® a exhibirse, fue el sello perfecto a su inmenso trabajo. La ronda concluye hoy en Par¨ªs. Todo est¨¢ listo ya para honrar en los Campos El¨ªseos al rey del ciclismo mundial.

Amaneci¨® la jornada con una nueva alegr¨ªa para los amantes de las proezas y los datos estad¨ªsticos. La media alcanzada por Indur¨¢in en la contrarreloj del viernes, 52,349 kil¨®metros por hora, fue la m¨¢s alta de la historia. Lo fue adem¨¢s con humillante diferencia. El anterior mejor promedio lo estableci¨® el ingl¨¦s Sean Yates en 1988: 49,237 kil¨®metros por hora. Hubo una marca mejor, la que logr¨® en su d¨ªa el estadounidense Greg LeMond (54,545), pero a lo largo de una distancia inferior: 24,5 kil¨®metros, casi la tercera parte de la recorrida por Indur¨¢in.Los especialistas agotan adjetivos y comparaciones para intentar abarcar la superioridad del navarro y ¨¦l sigue sin inmutarse. El Tour qued¨® pulverizado en Luxemburgo, en la primera y soberbia contrarreloj de la ronda, y desde entonces Indur¨¢in se ha dedicado a controlar la carrera. Los rivales, despu¨¦s de los Alpes, no hicieron sino cuadrarse ante ¨¦l. As¨ª, las etapas de cierre transcurren entre el tedio de los mejores y el ansia por figurar de los peores. La de ayer no fue una excepci¨®n.

El d¨ªa discurri¨® cansino y sin alicientes hasta que ocho hombres decidieron darse un ba?o de kil¨®metros en solitario. En el grupo figur¨® un solo espa?ol, Jos¨¦ Uriarte (Banesto). Junto a ¨¦l, gente veloz, aut¨¦nticos caza dores de recompensas, consumidores de bocados menores: Dernies (Motorola), Jaermann (Ariostea) y Laurent (RMO), entre otros.

El trabajo del Panasonic

El grupo mereci¨® cierto inter¨¦s por parte del pelot¨®n, que, dirigido por los Panasonic, inici¨® una t¨ªmida labor de caza y captura. En cuanto los pupilos de Planckaert dejaron de tirar, los huidos tuvieron paso franco para su particular aventura. La diferencia inicial, apenas un minuto, dio paso a un margen de tiempo amplio que en los ¨²ltimos kil¨®metros lleg¨® a alcanzar los 7,20 minutos. Entre tanto, dos hombres,Brian Holm (Tulip) y Rik van SIycke (Lotto), saltaron del gran grupo para dar caza a los escapados.Mientras el pelot¨®n cubr¨ªa los ¨²ltimos kil¨®metros sin prisas, consciente de que nadie en el primer grupo amenazaba los primeros puestos de la clasificaci¨®n general, la etapa tuvo un inesperado y bello final.

Recursos intimidatorios

Los ochos hombres desplegaron a lo largo de los tres ¨²ltimos kil¨®metros todos los recursos intimidatorios y de despiste propios de las llegadas apretadas, pero no numerosas. Tirones, cambios de carril, miradas atr¨¢s, falsos gestos de desfallecimiento y aceleraciones de prueba se repartieron durante esos 3.000 metros. Finalmente, el belga Peter de Clercq dio con el esfuerzo bueno. Su sprint fue largo, pero de gran potencia. A falta de 300 metros para el final, arranc¨®. Nadie pudo evitar su victoria. Detr¨¢s de ¨¦l entraron Vanzella, Laurent, Jaermann, Krieger, Uriarte, Den Bakker y Demies. El gran grupo cruz¨® la meta, despu¨¦s de Holm y Van Slycke, a 7, 31 minutos. La de De Clerq fue la segunda victoria del equipo Lotto, cuyos es fuerzos se han centrado en con seguir el maillot verde para Johan Museeuw. El anterior ganador fue Jan Nevens, en Coblenza.

La carrera concluye hoy en Par¨ªs, en la magna avenida de los Campos El¨ªseos. La etapa, con salida en Nanterre, ser¨¢ un paseo triunfal para Indur¨¢in. El vecino de Villava tiene pensado permanecer en la capital francesa hasta el martes, fecha en que partir¨¢ en vuelo directo hacia Pamplona.

El programa de festejos est¨¢ ya definido. Primero, fiesta multitudinaria en los nuevos locales de la embajada espa?ola. Despu¨¦s, cena privada con los dirigentes de Banesto. Por la noche, fiesta en un lugar todav¨ªa por decidir. El a?o pasado, Indur¨¢in prescindi¨® de la habitual en el Lido. Una discoteca con decoraci¨®n ¨¢rabe y moderna clientela fue el lugar escogido. "No s¨¦ como ser¨¢ este a?o. Lo que s¨ª s¨¦ es que habr¨¢ jaleo. Seguro", coment¨® sonriente.