'Condom', la palabra m¨¢s o¨ªda

La palabra condom (en ingl¨¦s) ha sido la m¨¢s o¨ªda en Amsterdam durante esta semana, despu¨¦s de aids (sida en ingl¨¦s), en la VIII Conferencia Internacional sobre el Sida. Preservativo significa prevenci¨®n, y los especialistas han constatado que la ciencia no tiene a¨²n soluci¨®n definitiva contra el sida. As¨ª, evitar el contagio es la ¨²nica estrategia para hacer frente a la epidemia, que en Asia y ?frica se presenta ya con un alcance estremecedor.

Se ha usado condom, en ingl¨¦s, porque en la conferencia sobre el sida se ha utilizado esa lengua, la m¨¢s compartida en los pa¨ªses desarrollados. Adem¨¢s del contagio sexual, hay otras v¨ªas de transmisi¨®n del virus (sobre todo, el intercambio de jeringuillas entre los adictos a drogas y las transfusiones de sangre contaminada), pero el sida heterosexual es ahora la gran oleada de la epidemia.La fotograf¨ªa de un hombre desnudo mirando a la c¨¢mara, con un preservativo puesto y el mensaje Vestido para la ocasi¨®n, apareci¨® en la gran pantalla de una de las salas del congreso. Es uno de los carteles de las campa?as de prevenci¨®n lanzadas masivamente en EE UU y fue mostrado por Thomas Coates, de la Universidad de California. Su informe coincide con el de otros especialistas acerca del ¨¦xito de los programas de sexo seguro entre los homosexuales de los pa¨ªses desarrollados. Con datos en la mano, los epidemi¨®logos conf¨ªan en poder contener la epidemia en unos m¨¢rgenes razonables en los pa¨ªses ricos, siempre que otros sectores sociales sean igualmente receptivos a la pro paganda de la salud.

La situaci¨®n es muy diferente en los pa¨ªses en desarrollo. No s¨®lo hay que convencer a la poblaci¨®n de que use condoms, sino tambi¨¦n garantizar que esa barrera contra el virus llegue a toda la poblaci¨®n. Todo ello en medio de la pobreza y una carencia descomunal de infraestructura sanitaria.

Epidemi¨®logos y responsables de salud temen que el sida se les vaya de las manos en ?frica y Asia. De India, con mil millones de habitantes, hay poca informaci¨®n, pero los especialistas sospechan lo peor. Es alarmante que aparezca m¨¢s de un 80% de portadores del sida entre los donantes de sangre en ciudades del Tercer Mundo, pero es m¨¢s estremecedor a¨²n que muchos de ellos donen sangre hasta cuatro veces en una semana.