La normalizaci¨®n li?g¨¹¨ªstica del mundo

Mi art¨ªculo aparecido bajo el t¨ªtulo La normalizaci¨®n ling¨¹¨ªstica en EL PA?S del 10 de junio ten¨ªa como t¨ªtulo original el de La normalizaci¨®n ling¨¹¨ªstica del mundo. En ¨¦l defend¨ªa la tesis de que la libertad ling¨¹¨ªstica, como la religiosa, descansa en un principio personal y no territorial, por lo que el libre mercado de las lenguas, basado en las decisiones individuales, es preferible a las pol¨ªticas ling¨¹¨ªsticas, fruto de la imposici¨®n administrativa. El problema es universal y se plantea en todas partes, y no s¨®lo en Catalu?a. De hecho en mi art¨ªculo no aparece ni una sola vez el adjetivo catal¨¢n ni el sustantivo Catalu?a. Por eso me ha sorprendido que algunos lectores lo utilizaran como test de Rorschach, proyectando sobre el texto sus propias obsesiones. A ese malen-Pasa a la p¨¢gina siguiente

Viene de la p¨¢gina anterior

tendido ha contribuido probablemente el corte del t¨ªtulo de mi art¨ªculo (y de su frase final) por parte de la Redacci¨®n del diario, corte al que en principio no di ninguna importancia, aunque tampoco nadie me consult¨® al respecto. Sin embargo, y en vista de que ciertos viejos luchadores parecen tener la sensibilidad a flor de piel, les informo -por si el matiz les aclara la lectura de que el t¨ªtulo que yo hab¨ªa puesto a mi art¨ªculo era La normalizaci¨®n ling¨¹¨ªstica del mundo, que define perfectamente su intenci¨®n y contenido, y no La normalizaci¨®n ling¨¹¨ªstica a secas, quiz¨¢ m¨¢s susceptible de conjurar fantasmas en ciertas parroquias-

.