"La nueva empresa de siderurgia integral ser¨¢ rentable en 1995"
El presidente de la Corporaci¨®n de la Siderurgia Integral (CSI), Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Hermoso, se muestra confiado respecto a los resultados de los planes que acaba de poner en marcha. Reconoce que es necesario llevar a cabo una dur¨ªsima reconversi¨®n en las dos empresas de siderurgia integral -Ensidesa y Altos Hornos de Vizcaya-, pero est¨¢ seguro que la nueva sociedad ser¨¢ rentable a partir del tercer a?o de funcionamiento. Garc¨ªa Hermoso tiene prisa, aunque no descuida las formas y mantiene su talante nego
ciador con los sindicatos con los que ma?ana se vuelve a reunir. Unas conversaciones que no avanzan, por la inevitable reducci¨®n de un 40% de las plantillas. Pregunta. ?Cu¨¢l es el balance del primer ano de, funcionamiento de la Corporaci¨®n de la Siderurgia Integral?.
Respuesta. Tuvimos que empezar de cero y desarrollar la idea poco a poco. El punto de partida fueron las juntas generales de accionistas de Altos Hornos de Vizcaya (AHV) y de Ensidesa, a finales de junio de 1991, que abrieron la v¨ªa para mi nombramiento como presidente de ambas sociedades, que se ratific¨® en julio. Primero elaboramos el plan estrat¨¦gico o de competitividad, con varios equipos de las dos empresas.
P. Nada m¨¢s comenzar se produjo alg¨²n contratiempo...
R. S¨ª, es cierto. En el mes de septiembre las dos empresas intentaron, a la vista de la situaci¨®n de deterioro, presentar un expediente de regulaci¨®n temporal de empleo, dentro de las medidas para minimizar las p¨¦rdidas. El Ministerio de Trabajo lo deniega y establece que para poder hacer un expediente de este tipo las empresas deber¨ªan tener un plan estrat¨¦gico hecho y discutido con los trabajadores.
P. ?C¨®mo han ido las negociaciones con los sindicatos?.
R. Despu¨¦s de casi tres meses de conversaciones, hemos llegado a la conclusi¨®n hace apenas una semana que no es posible alcanzar acuerdo alguno respecto a la capacidad de producci¨®n y nos hemos ratificado en las cifras del plan.
P. ?Por qu¨¦ ha sido imposible el acuerdo en este apartado?.
R. Los sindicatos insisten en que hace falta m¨¢s producci¨®n para mantener los puestos de trabajo y nosotros defendemos una producci¨®n ajustada a las previsiones de la demanda, porque nos preocupa la rentabilidad de la organizaci¨®n empresarial que se pretende poner en marcha. En el mejor de los casos, las propuestas t¨¦cnicas presentadas por los sindicatos suponen unos incrementos de ventas que no nos parecen realistas y que implicaban mayores inversiones para aumentar la producci¨®n. Adem¨¢s, ni siquiera con esas cifras se pod¨ªan evitar los excedentes.
P. Una vez llegado a esta v¨ªa muerta, ?qu¨¦ alternativas hay?.
R. La situaci¨®n no es buena, porque no hemos llegado a un acuerdo.. Pero durante estas se manas hemos escuchado las opiniones de los sindicatos, que pueden ser utilizadas para mejorar el dise?o definitivo del plan. Lo que no podemos es pararnos y una vez comprobado que en ese punto no hay posibilidad de acuerdo, hemos pasado a otros apartados. En concreto, en la ¨²ltima reuni¨®n les explicamos c¨®mo iba a ser la composici¨®n societaria de la nueva organizaci¨®n empresarial, indic¨¢ndoles que pasar¨¢ con Ensidesa y con AHV en el nuevo modelo de sociedad y ahora vamos a empezar a ver con detalle todo lo que se refiere al plan laboral, aunque parece que los sindicatos no est¨¢n muy de acuerdo con este procedimiento.
P. ?C¨®mo se presenta la negociaci¨®n sobre excedentes laborales?.
R. La verdad es que no es f¨¢cil, cuando el plan cifra el n¨²mero de excedentes en 9.707, sobre una plantilla de 24.500 trabajadores. Naturalmente ya se ha hablado de este tema al plantearles los proyectos industriales, pero ahora se trata de concretar m¨¢s y de negociar c¨®mo se lleva a cabo esa regulaci¨®n de empleo. Lo que est¨¢ claro es que una vez que concluyan estas conversaciones, con acuerdo o sin ¨¦l, tendremos que presentar el expediente de regulaci¨®n de empleo que en su d¨ªa nos deneg¨® Trabajo.
P.?Hay alg¨²n plazo para concluir esta negociaci¨®n?.
R. Siempre hay plazos, aunque no fechas rijas. El tiempo apremia . y si comprobamos que no podemos avanzar en las conversaciones, asumiremos esa frustraci¨®n y seguiremos adelante.
P. ?Cu¨¢ndo se realizar¨¢ la reforma legal de la sociedad?.
R. Todav¨ªa estamos en una etapa previa. En estos momentos est¨¢ a punto de cerrarse la operaci¨®n por la que la Direcci¨®n General de Patrimonio sustituya al Banco Exterior como accionista de la Corporaci¨®n.Ahora mismo la CSI tiene una capital de 100 millones de pesetas, del que el INI tiene un 50% y el BEX el otro 50%.
P. ?Entrar¨¢n los gobiernos del Pa¨ªs Vasco y Asturias en el futuro capital de la CSI?
R. La, posici¨®n que puedan tomar uno u otro ser¨¢ siempre minoritaria.Lo que estamos tratando de hacer es pedir a las Comunidades Aut¨®nomas que asuman que los fondos no son ilimitados y que se deben involucrar en este proceso de reindustrializaci¨®n.
P. En su ¨²ltima comparecencia ante el Parlamento, ofreci¨® una perspectiva muy pesimista sobre Ensidera y AHV. ?Cu¨¢l es la situaci¨®n actual?.
R. Las previsiones de cierre de 1992 son tan malas como fue el a?o anterior. Por un lado, la demanda no tira y el volumen de ventas por unidades es similar o un poco inferior a 199 1. En segundo lugar, los precios, que parec¨ªa que iban a remontar, se han mantenido en los mismos niveles que el a?o pasado. Si a esto unimos el aumento del coste de la mano de obra podemos cifrar las p¨¦rdidas por encima de los 60.000 millones de pesetas entre AHV y Ensidesa, frente a 56.000 en 1991. Por eso es importante trabajar de forma unificada.
P. ?Y la fusi¨®n, cu¨¢ndo?.
R. No habr¨¢ fusi¨®n. Lo que vamos a hacer es constituir una nueva sociedad sider¨²rgica, que no es la CSI ni ninguna de las dos empresas actuales, que se quedar¨¢ con todos los activos sider¨²rgicos de AHV y Ensidesa. Intentamos comenzar el a?o 1993 con una nueva sociedad que concentre toda la actividad sider¨²rgica p¨²blica.
P. ?Con qu¨¦ capital?.
R. El nuevo grupo empresarial nacer¨¢ con unos recursos propios superiores a los 275.000 millones de pesetas. Aunque para ello hay que seguir un complicado proceso de valoraci¨®n de los activos de cada empresa.
Adem¨¢s, la nueva sociedad no s¨®lo recibir¨¢ los activos f¨ªsicos de AHV y Ensidesa, sino tambi¨¦n activos financieros como son las participaciones que tienen en otras sociedades como Sidined Lesaca, etc. Tendremos un gran grupo empresarial, en el que estas empresas seguir¨¢n funcionando de forma aut¨®noma.
P. ?Y las necesidades de inversi¨®n y financiaci¨®n p¨²blica?.
R. El nuevo proyecto se autofinancia, porque la compa?¨ªa nacer¨¢ con recursos propios suficientes para financiar las inversiones que requiere el completar el aparato industrial, v¨ªa un reducido nuevo endeudamiento y, sobre todo, por su capacidad para generar cash-flow. Los recursos de los que se habla se utilizar¨¢n ¨²nicamente para cancelar las situaciones del pasado; fundamentalmente, el coste de los cierres las obligaciones sociales de AHV y Ensidesa, entre ellas los fondos de pensiones no dotados. Esto suma un total de 400.000 millones de pesetas, que se distribuyen en 2 / 5 al cierre de instalaciones y 3 / 5 a esas obligaciones sociales pendientes y al coste de los excedentes del plan. Hay otros 200.000 millones que se destinar¨¢n a cancelar deudas.
P. ?De d¨®nde saldr¨¢n esos 600.000 millones?.
R. Cuando se habla de dinero no se pueden hacer compartimentos estancos, pero se puede decir que la parte de las cargas del pasado tendr¨ªan que ser aportaciones presupuestarias a lo largo de un calendario muy largo en el tiempo. El resto podr¨ªa venir de la suscripci¨®n de las acciones de la nueva compa?¨ªa; es decir, por las aportaciones de capital de los nuevos socios.
P. Una vez concluido el plan, ?se habr¨¢n solucionado los problemas tradicionales del lector?.
R. Ese es el reto que tenemos. Ya hemos comenzado con el plan de competitividad, que durar¨¢ varios a?os, teniendo en cuenta que hay que remodelar todo el aparato industrial de ambas empresas. Hay que cerrar los hornos altos de Avil¨¦s, reconstruir los dos de Gij¨®n, cerrar los de Sestao y sustituirlos por la llamada acer¨ªa compacta, etc. No hay que perder de vista que esto es un proyecto de inversi¨®n enorme. El plan de competitividad de la CSI es probablemente el esfuerzo reindustrializador m¨¢s importante que se vaya a hacer en Asturias y en el Pa¨ªs Vasco. Solamente en el Pa¨ªs Vasco se van a invertir en torno a 50.000 millones de pesetas y en Asturias otro tanto solamente en cabecera.Espero que hayamos concluido el proceso a finales de 1996, aunque la nueva empresa puede empezar a ser, rentable en 1995. Esa es la ¨²nica soluci¨®n que hay.
P. Eso hemos oido en las anteriores reconversiones y siempre se ha vuelto a reestructurar...
R. S¨ª, es cierto. Pero esta vez la cosa es muy diferente. Lo que se est¨¢ haciendo ahora es conseguir unas instalaciones industriales modernas y competitivas con lo que se lleva ahora en Europa. No tiene nada que ver con lo que se hizo anteriormente. Adem¨¢s, esta vez hemos tomado la decisi¨®n que no se pudo tomar en su d¨ªa, de dejar las dos empresas existentes en una sola. Antes, los gestores se empecinaron en mantener dos empresas individuales y los pol¨ªticos no se atrevieron a unirlas, cuando era la ¨²nica soluci¨®n de continuidad.
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