La 'Soyuz 15', con dos astronautas rusos y un cient¨ªfico franc¨¦s, sali¨® hacia la Mir

La nave n¨²mero 15 del modelo Soyuz TM fue lanzada ayer al espacie, desde Baikonur, en Kazajst¨¢n, con dos astronautas rusos, Anatoli Soloviov y Sergu¨¦i Avd¨¦yev, y un cient¨ªfico franc¨¦s, Michel Tognini, a bordo. La nave debe acoplarse ma?ana a la estaci¨®n espacial Mir.

La principal tarea de los dos nuevos tripulantes rusos de la Mir ser¨¢ dotar al complejo orbital de un motor de estabilizaci¨®n, cuya instalaci¨®n, seg¨²n la versi¨®n oficial, har¨¢ necesaria la retirada de la bandera roja con la hoz y el martillo que ondea en el exterior de la estaci¨®n desde hace cinco a?os.El motor tiene un peso de 700 kilos y un tama?o similar "al de los escritorios de los funcionarios importantes", seg¨²n la descripci¨®n que hizo a este diario V¨ªktor Bl¨¢gov, portavoz del centro de control de vuelos de Kaliningrad (Mosc¨²). Su funci¨®n, explic¨®, ser¨¢ la de "controlar la inclinaci¨®n de la nave con un gasto energ¨¦tico inferior al que se necesita ahora".

Su montaje requerir¨¢ nada menos que cuatro paseos espaciales de Soloviov y Avd¨¦yev, que se distribuir¨¢n a lo largo de su estancia en la Mir, que finalizar¨¢ dentro de seis meses, a finales de enero de 1993.

El motor llegar¨¢ a la estaci¨®n en una nave de carga Progress despu¨¦s de que Tognini y los actuales tripulantes, Alexandr Viktorenko y Alexandr Kaleri, regresen a la Tierra a mediados de agosto en la Soyuz TM lanzada ayer. Su instalaci¨®n se inscribe en el plan de mejoras que permitir¨¢n a la estaci¨®n seguir en servicio hasta 1996, fecha prevista para su sustituci¨®n por la Mir 2. La retirada de la bandera sovi¨¦tica no ser¨¢ seguida, de momento, por la instalaci¨®n de una bandera rusa, seg¨²n explic¨® Bl¨¢gov.

?sta es la segunda vez que un ciudadano franc¨¦s vuela hasta la Mir. Jean-Luc Chr¨¦tien ya estuvo all¨ª en 1988 durante un mes y se convirti¨® en el primer europeo occidental que dio un paseo espacial. Tognini form¨® entonces parte de la tripulaci¨®n de reserva, lo que le supuso una larga estancia en la Ciudad de las Estrellas, durante la que conoci¨® a una rusa, Helene, con la que se cas¨® y ha tenido una hija. Durante su misi¨®n de 12 d¨ªas, el, cient¨ªfico franc¨¦s debe efectuar diversas investigaciones, entre las que se incluye la medici¨®n de: las radiaciones en el interior mismo de la Mir.

El env¨ªo de Tognini al espacio le ha costado a Francia 73,2 millones de francos (unos 1.370 millones de pesetas), una cifra que habr¨ªa que multiplicar por cinco si en vez de recurrir a los rusos se hubiera optado por utilizar el transbordador norteamericano. Ese dinero va a contribuir al mantenimiento del programa espacial ruso, que ha pasado de ser una de las partidas mimadas por el presupuesto del Estado ruso.