El regreso de un cantautor gal¨¢ctico

"Soy un cantautor, pero s¨®lo lo reconocer¨¦ en comisaria y con un abogado delante", dice Ricardo Solfa, seud¨®nimo de Jaume Sisa y uno de los artistas m¨¢s peculiares y apasionantes de la m¨²sica espa?ola. Con su ¨²ltimo disco, Ropa fina en las ruinas, enlaza estos dos personajes, mantiene su defensa de la tradici¨®n latina, bucea en su pasado del Sisa cantautor gal¨¢ctico y conserva ese latido de nostalgia que le ha convertido en un artista- solitario y entra?able.

A sus 44 a?os, parece m¨¢s un profesor chiflado que un cantautor gal¨¢ctico, pero su historia es una de las m¨¢s peculiares d¨¦ la m¨²sica espa?ola. Animales de los 60, se reun¨ªa con el Grup de Folk en el barcelon¨¦s Parque de la Ciudadela. De all¨ª sali¨® Pau Riba y un tal Jaume Sisa, hoy transformado en Ricardo Solfa. "Mientras Els Setze Jutges [Serrat, Raimon, Bonet, Mota, De la Serra...] representaba la canci¨®n burguesa y la influencia francesa, el Grup de Folk significaba la apertura hacia otras formas, el reconocimiento de Bob Dylan y Pete Seeger, la b¨²squeda de una tradici¨®n folcl¨®rica m¨¢s que una canci¨®n de autor. En este grupo, se me consideraba como uno de los elementos m¨¢s heterodoxos". Tras la desintegraci¨®n del grupo, Jaume Sisa emprendi¨® una carrera en solitario y en catal¨¢n, que culmin¨® en 1975 con Qualsevol nit pot sortir el sol, una canci¨®n comic que ha logrado sobrevivir 17 a?os y hoy ha sido recuperada por Los Manolos en su ¨²ltimo disco. Despu¨¦s del silencio, Sisa reapareci¨® sorprendentemente en Madrid con el seud¨®nimo de Ricardo Solfa y cantando en castellano los boleros de un tal Armando Llamado.

"Podr¨ªa reconocer, aunque no estoy dispuesto a hacerlo, que Ricardo Solfa es una invenci¨®n m¨¢s de Sisa, un personaje inventado junto al compositor Armando Llamado que completa el rompecabezas. S¨®lo uniendo las piezas consigues entender la historia total". No es tan f¨¢cil comprender esta historia de huidas, transformaciones y seud¨®nimos. De abandonos de una trayectoria, de un estilo y de un idioma.

"Es evidente que un un cantante de boleros tiene que cantar en castellano, aunque no era imprescindible que viviera en Madrid, porque toda la saga de vocalistas de los 50 (Juanito Segarra, Jorge, Sep¨²lveda, Bonet de San Pedro ... ) era *mediterr¨¢nea. Pero en en caso de Solfa s¨ª lo es para marcar distancias y amplificar el fen¨®meno de diferenciaci¨®n con Sisa, un cantautor gal¨¢ctico que cantaba en catal¨¢n".

Ricardo Solfa ha publicado tres discos con un ¨¢nimo muy concreto. "En los dos primeros, el proyecto era recuperar una tradici¨®n perdida, una forma de expresi¨®n mel¨®dica basada en el bolero, el tango, el pasodoble y la habanera. Ropa fina en las ruinas pretende consolidar un estilo personal con un m¨ªnimo de evocaci¨®n del g¨¦nero. Respira un aire de nostalgia que parece ser una constante en mi vida, y es un disco para o¨ªr en un cabaret. M¨²sica post coitum".

La recuperaci¨®n de la m¨²sica hispano-americana-mediterr¨¢nea forma parte del conjunto idel¨®gico de Ricardo Solfa, con una actitud que define como "de afirmaci¨®n y resistencia, no beligerante". "Estamos asistiendo", dice, "a un fen¨®meno de integraci¨®n por parte de la industria de la m¨²sica que se hace entre Londres y Nueva York.- Han asumido el reggae, la salsa, las m¨²sicas ¨¦tnicas, y puede que un d¨ªa compren el flamenco y lo vendan desde Nueva York. Tenemos que afirmar nuestra identidad y tradici¨®n, pero sin esfuerzo. El idealismo y la utop¨ªa son muy bonitos siempre que no tomen contacto con la realidad. Cuando lo hacen, s¨®lo queda lo posible"

Y Solfa-Sisa-Llamado intenta hoy delimitar su sitio: "Hay un reflejo social seg¨²n el cual si no triunfas eres un fracasado, un perdedor, un marginal. Hay que escaparse de este s¨ªndrome y aceptar que no eres un cantante de masas". Mientras, habla de la cultura espa?ola -"Estamos en un pa¨ªs desertizado culturalmente por 40 a?os de dictadura, que ha perdido todos los trenes, y esto no se arregla en 15 a?os" y reflexiona sobre las contradicciones de su generaci¨®n, "la de los artistas comprometidos que luego tienen que transigir con un cierto orden en el que la comercialidad y el triunfo condicionan mucho". Luego, termina definiendo de una vez por todas su posici¨®n: "Ser lo que se es y no pretender cosas que requieran un esfuerzo m¨¢s all¨¢ del puro esfuerzo de la creaci¨®n".