Honecker ingresa en una c¨¢rcel alemana tras ser entregado por las autoridades rusas
Erich Honecker, durante 18 a?os amo y se?or de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana (RDA), lleg¨® ayer a Berl¨ªn a bordo de un avi¨®n TU-134 de la compa?¨ªa Aeroflot, tras abandonar el que ha sido su refugio durante ocho meses: la Embajada chilena en Mosc¨². Las intensas negociaciones entre Alemania, Chile y Rusia han puesto en manos de la justicia germana al ex l¨ªder comunista, que, a sus 79 a?os, deber¨¢ afrontar un proceso judicial por su presunta corresponsabilidad en 49 de las m¨¢s de 200 muertes de personas que trataron de cruzar el muro de Berl¨ªn o la frontera interalemana. Nada m¨¢s aterrizar, Honecker fue conducido a la c¨¢rcel de Moabit.
El avi¨®n ruso aterriz¨® en el aeropuerto de Tegel (Berl¨ªn Occidental) a las 20.05 horas. Horas antes, hab¨ªa abandonado la sede diplom¨¢tica chilena en Mosc¨², quedando bajo custodia de las autoridades rusas, que le devolvieron a Alemania.Honecker, que rigi¨® los destinos de la RDA desde 1971 hasta 1989, hab¨ªa llegado a Mosc¨² en marzo de 1991. Ocho meses despu¨¦s, y ante las amenazas de las autoridades rusas de devolverlo a Alemania, se traslad¨® a la misi¨®n chilena, donde pudo quedarse en calidad de "hu¨¦sped" gracias a su amistad con el anterior embajador, Clodomiro Almeyda.
Representantes de la justicia del land de Berl¨ªn esperaban al ex jefe del Partido Comunista de la antigua RDA. Las medidas de seguridad en el aeropuerto hab¨ªan sido reforzadas con unidades de la polic¨ªa de protecci¨®n de fronteras, que mantuvieron a distancia a centenares de periodistas e igual n¨²mero de manifestantes, simpatizantes del antiguo r¨¦gimen, que con banderas de la RDA. ped¨ªan la liberaci¨®n el ex jefe de Estado.
Honecker fue trasladado en autom¨®vil a la prisi¨®n de Moabit, donde todo estaba preparado para que fuera sometido a un reconocimiento m¨¦dico con el que dictaminar, hoy mismo, si es procedente su ingreso en prisi¨®n o si debe ser trasladado al hospital penitenciario de Plotzensee, en el que tambi¨¦n se encuentran los antiguos miembros del bur¨® pol¨ªtico del Partido Comunista de la RDA Harri Tisch y Erich Mielke, este ¨²Itimo acusado en el mismo proceso que Honecker. Curiosamente Honecker estuvo encarcelado en Moabit por el r¨¦gimen nazi.
El Gobierno alem¨¢n, a quien el regreso de Honecker ha sorprendido en plenas vacaciones, ha prometido que el antiguo jefe de Estado de la RDA, recibir¨¢ un juicio de acuerdo con el estado de derecho y no inspirado por el ¨¢nimo de venganza.
Dieter Vogel, portavoz del canciller alem¨¢n, Helmut Kohl, quien se encuentra en la localidad austr¨ªaca de San Gilgen, ha asegurado "que Alemania no ha hecho ning¨²n trato ni con Honecker, ni con Rusia, ni con Chile", y que la ¨²nica promesa realizada es que "ser¨¢ sometido a un proceso justo y tendr¨¢ todas las posibilidades de defenderse".
Acta de acusaci¨®n
El procedimiento formal de la lectura del acta de acusaci¨®n contra Erich Honecker ha quedado retrasado hasta hoy jueves. En el acta se le acusa de corresponsabilidad en 49 de las m¨¢s de 200 muertes ocurridas en la frontera interalemana o en el muro de Berl¨ªn, por disparos efectuados por soldados de la antigua Alemania comunista. Tras este tr¨¢mite, el abogado de Honecker, Friedrich Wolff, podr¨¢ solicitar que se suspenda temporalmente su encarcelamiento.
En Bonn, la ministra de Justicia, Sabine Leutheusser-Schnarrenberger, esper¨® a que Honecker se encontrase en suelo alem¨¢n para hacer p¨²blico un comunicado en el que el Gobierno se felicita "por el ¨¦xito de largos meses de esfuerzos", para conseguir el regreso del antiguo dirigente comunista. La nota asegura que "la justicia puede ahora seguir su curso" y que Honecker no ser¨¢ juzgado como presidente de la RDA, sino como presunto responsable de las muertes de la frontera interalemana. Respecto a su mujer, Margot Honecker, que ha decidido permanecer temporalmente en Mosc¨², el portavoz del Gobierno ha manifestado a la cadena de televisi¨®n 3SAT que podr¨¢ volver libremente a Alemania, ya que contra ella no pesa orden de detenci¨®n ni cargo alguno.
Vogel ha asegurado que tanto Rusia como Chile "quer¨ªan deshacerse de Honecker desde hace mucho tiempo", pero s¨®lo lo han conseguido cuando le hicieron comprender la situaci¨®n. La oposici¨®n social-dem¨®crata alemana ha respaldado al Gobierno en todo el proceso. El presidente del SPD, Bjoern Engholm, ha declarado que la llegada de Honecker deb¨ªa haberse producido hace mucho tiempo.
En la calle, las reacciones han sido muy diversas. Un reciente sondeo de opini¨®n aseguraba que el 57% de los alemanes, sobre todo en los nuevos estados del antiguo Este, no quer¨ªan que Honecker volviese.
Ocho meses de delicadas negociaciones
La salida de Erich Honecker de la embajada chilena en Mosc¨² pone fin a ocho meses de delicadas negociaciones entre Alemania, Chile y Rusia.El ex mandatario de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana hab¨ªa llegado a la entonces capital sovi¨¦tica en marzo del 1991, cuando un avi¨®n militar lo trajo como hu¨¦sped del l¨ªder Mija¨ªl Gorbachov. Las autoridades rusas despu¨¦s alegaron que Honecker hab¨ªa entrado ilegalmente en la rep¨²blica. El 11 de diciembre, al derrumbarse la URSS, Honecker se refugi¨® en la embajada chilena despu¨¦s de que las autoridades anunciaran que no le permit¨ªan continuar en el pa¨ªs. Eso significaba entregarlo al Gobierno de Bonn, que lo reclamaba para juzgarlo por la muerte de 49 de los 200 alemanes ejecutados al tratar de cruzar el muro de Berl¨ªn o la frontera interalemana.
El ex l¨ªder de la RDA se encontraba oficialmente en la embajada chilena en calidad de hu¨¦sped de Clodomiro Almeyda, entonces representante de Chile en la URSS. Con Almeyda le un¨ªa una antigua amistad: este ex ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno de Salvador Allende encontr¨® refugio en la RDA despu¨¦s del golpe militar de Augusto Pinochet. Honecker, que el pr¨®ximo mes de agosto cumplir¨¢ 80 a?os, deseaba viajar a Chile para vivir con su hija Sonjia, casada con un chileno. El Gobierno ruso se neg¨® en todo momento a aceptar que Honecker viajara a Santiago, como propon¨ªan los chilenos.
El Gobierno del presidente Patricio Aylwin estaba dispuesto a permitir que el ex l¨ªder comunista entrara en el pa¨ªs, pero no en calidad de refugiado pol¨ªtico. As¨ª, argumentaban, el Gobierno de Alemania podr¨ªa recurrir a los tribunales chilenos para pedir la extradici¨®n de Honecker. Los alemanes, sin embargo, estuvieron en contra de esta opci¨®n.
Chile ya no pod¨ªa seguir protegiendo al ex dictador comunista, pues pod¨ªa causar un serio enfrentamiento con Alemania y la p¨¦rdida de la ayuda financiera de este pa¨ªs. Rusia, por su parte, tampoco quer¨ªa complicaciones con Bonn, y se negaba a permitir que Honecker saliera a otro pa¨ªs que no fuera Alemania. Ni siquiera el anuncio de que el l¨ªder comunista padec¨ªa un c¨¢ncer de h¨ªgado en fase terminal dio resultado.
Como secretario de Partido Socialista Unificado de Alemania (el partido comunista de la RDA), responsable de los servicios de seguridad, Honecker supervis¨® la construcci¨®n del muro de Berl¨ªn, concluido en 1961. El ex dictador germanooriental calificaba esta macabra obra de "barrera antifascista", alzada para proteger a Alemania del Este de la "infiltraci¨®n imperialista".
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