Corcuera acusa a jueces y periodistas de utilizar mentiras e intoxicar sobre la Ley de Seguridad

El ministro del Interior, Jos¨¦ Luis Corcuera, acus¨® ayer a medios de comunicaci¨®n y asociaciones judiciales de causar alarma, utilizar mentiras e intoxicar en torno a la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid que anul¨® un registro practicado en aplicaci¨®n de la Ley de Seguridad Ciudadana. La sentencia indicaba que los polic¨ªas deb¨ªan haber solicitado un mandamiento judicial antes de registrar el piso de una persona detenida en la calle con una peque?a cantidad de hero¨ªna.

Corcuera exhibi¨® y ley¨® un auto de un juzgado de Madrid, fechado el pasado martes , denegando un mandamiento de entrada y registro en el piso de un presunto traficante detenido con 365 gramos de hero¨ªna.Corcuera insisti¨® m¨¢s de una hora ante los informadores en sus demandas de colaboraci¨®n y en sus cr¨ªticas y quejas por el tratamiento dado a la sentencia, en un encuentro convocado por sorpresa para reflexionar juntos, seg¨²n dijo. "Lo que quiero", se?al¨®, "es que una, sentencia por un caso de aplicaci¨®n incorrecta de la ley no se transforme en lo que algunos est¨¢n intentando".

El ministro insisti¨® una y otra vez en descalificar el tratamiento informativo del fallo de la Audiencia de Madrid y las opiniones que ha suscitado entre sectores de la judicatura contrarios a la ley.

Sobre el primero, interpret¨® que la prensa se siente defraudada porque la ley Corcuera no ha sido la de la patada en la puerta ni la del carn¨¦ en la boca como se hab¨ªa vaticinado. "Ahora pretenden transformarla en la ley de la sentencia", indic¨®. "No s¨¦ si pretenden intimidar a los funcionarios que tienen que aplicarla, pero, eso no lo van a conseguir".Corporativismo

Acus¨® de corporativismo a los jueces que opinan en representaci¨®n de las asociaciones profesionales y les advirti¨® que, si siguen manteniendo un discurso pol¨ªtico, no tendr¨¢ "ning¨²n inconveniente en entrar al debate con ellos, pero que bajen a la arena y dejen de escudarse en una toga".

Pese a todo, Corcuera subray¨® que no busca el enfrentamiento, ni la confrontaci¨®n, sino cauces de colaboraci¨®n para "retirar de la calle a los traficantes que est¨¢n envenenando a nuestra juventud".Ante preguntas insistentes, el ministro se neg¨® a revelar el juzgado que dict¨® el auto denegando la orden de registro, y s¨®lo explic¨® que es "uno de Madrid". Seg¨²n, el texto, el juez rechaza la petici¨®n porque estima que se basa en simples sospechas sin que existiera un hecho objetivo comprobable para justificar la inspecci¨®n de la vivienda del presunto traficante.

Luego dio lectura a otro auto en el que un juez pide a la polic¨ªa todo tipo de explicaciones e informaciones muy minuciosas sobre su investigaci¨®n y sus informadores para autorizar la entrada en otra vivienda.

"?Es esto posible?", clamaba Corcuera clavando su mirada inquisidora sobre los informadores. "D¨ªganmelo ustedes. ?Se puede combatir as¨ª el tr¨¢fico de drogas? ?Es que as¨ª se puede trabajar?".

El ministro admiti¨® que los autos judiciales pueden deberse a errores, pero emplaz¨® a los presentes "a ver si se dedica el mismo espacio a una equivocaci¨®n [la de la polic¨ªa] que a la otra [la de los jueces]. Voy a, seguir la cuesti¨®n", anunci¨®, "con verdadero deleite".