A¨²n estamos a tiempo

A¨²n estamos a tiempo. Todav¨ªa podemos evitar que el Ayuntamiento haga realidad su proyecto de construir varios pasos subterr¨¢neos, un gran aparcamiento y un centro comercial en plena plaza de Oriente, atentando as¨ª contra el aut¨¦ntico ombligo del origen de Madrid y magn¨ªfico marco decimon¨®nico de uno de los mejores palacios barrocos de toda la arquitectura europea.Durante los ¨²ltimos meses se ha abierto la pol¨¦mica sobre este proyecto, lo cual ya es algo positivo, pues hasta ahora esta operaci¨®n hab¨ªa tenido muy poca trascendencia p¨²blica. Desde el mes pasado se est¨¢n excavando zanjas para buscar restos arqueol¨®gicos procedentes del antiguo alc¨¢zar y muchos madril¨¦fios han empezado a conocer la amenaza que supone esta reforma.

Desde el punto de vista pol¨ªtico, se trata de una operaci¨®n de imagen. El actual alcalde ha inaugurado el faro de Moncloa, pero este regalo se lo debemos m¨¢s bien a su predecesor. ?lvarez del Manzano necesita, pues, dejar su propio sello en Madrid, y para ello ha elegido uno de los lugares m¨¢s emblem¨¢ticos de la capital. La conjunci¨®n de esta ambici¨®n pol¨ªtica con los sue?osfant¨¢sticos de un arquitecto ha dado como fruto un proyecto que, con la excusa de peatonalizar la plaza, pretende construir una, nueva autopista urbana y dejar la explanada llena de agujeros. El Partido Popular parece contar incluso con la inhibici¨®n del PSOE en el Ayuntamiento y, sobre todo, en la Comunidad de Madrid, donde el rechazo a esta operaci¨®n est¨¢ siendo pr¨¢cticamente, insignificante. S¨®lo el ex consejero Eduardo Mangada, desde su exilio administrativo, ha mostrado claramente su oposici¨®n frontal. Resulta sorprendente recordar ahora la batalla que dieron los populares hace unos a?os en contra de las farolas de la Puerta del Sol, cuando era un asunto de mucha menor trascendencia.

Ideas antiguas

La excusa esgrimida para toda esta operaci¨®n -el tr¨¢fico- revela que nuestras autoridades municipales y sus t¨¦cnicos manejan ideas de hace al menos tres d¨¦cadas. Muchas ciudades europeas han comenzado hace ya tiempo a protegerse del autom¨®vil restringiendo su circujaci¨®n por algunas zonas del centro en lugar de seguir creando v¨ªas r¨¢pidas que se congestionan, el mismo d¨ªa de su inauguraci¨®n. Los coches son inofensivos cuando circulan a velocidad moderada y por carriles controlados; y, sin embargo, resultan peligrosos cuando van r¨¢pidos o invaden el d¨®minio de los peatones.

Por tant¨®, la mejor manera de mejorar el tr¨¢fico no es haqer pasos subterr¨¢neos, sino desincentivar el uso del coche particular y fomentar el de los transportes p¨²blicos. Para ellos hay que aumentar la superficie de las aceras y disminuir la de las calzadas, y limitar las posibilidades de aparcamiento ¨²nicamente a los residentes.

Por todo ello, una nueva v¨ªa r¨¢pida sin sem¨¢foros atraer¨¢ m¨¢s veh¨ªculos que circular¨¢n m¨¢s deprisa, pero el embotellamiento simplemente se, trasladar¨¢ unos cuantos cientos de metros; Si adem¨¢s es subterr¨¢nea, el atasco se producir¨¢ en un t¨²nel. El problema del aparcamiento es similar. Crear plazas de garaje para residentes liberar¨¢ en parte las calles, pero si se ofrecen otras plazas habr¨¢ m¨¢s gente que intentar¨¢ llegar con su coche particular, con lo que la congesti¨®n ser¨¢ mayor que la actual y seguir¨¢ habiendo coches aparcados en cualquier lugar imaginable. En este aspecto, los representantes municipales del Partido Popular, m¨¢s queconservadores y defensores del cumplimiento de la ley, parecen ¨¢cratas. Incluso se est¨¢ educando a la Polic¨ªa Municipal en la permisividad, con el argumento de que hay que ser comprensivo con quien no encuentra sitio para, aparcar. El resultado de todo ello es el caos y la impunidad absoluta en que se encuentra nuestra ciudad.

Con respecto a los autocares tur¨ªsticos que hoy invaden la plaza, seguro que es posible en contrar otro lugar para su estacionamiento temporal (el paseo de la Virgen del Puerto, no muy lejos, est¨¢ construido por encima de la rasante del terreno, con lo que es un lugar. ideal para excavar un aparcamiento), mientras que la carga y descarga de viajeros se podr¨ªa seguir realizando en u?a especiede muelle cercano a la plaza de la Armer¨ªa.

La idea de adaptar la ciudad al coche proviene del desarrollismo de los a?os sesenta, y en nuestra ciudad ya disfrutamos de los nefastos efectos de esta concepci¨®n urban¨ªstica: las calles subterr¨¢neas de AZCA -que ya empiezan a tener coches y en doble fila, y en donde se superan ampliamente los 50 kil¨®metros por hora que est¨¢n permitidos- son un buen ejemplo.

Por otra parte, la concentraci¨®n de tiendas en centros comerciales desvinculados del tejido residencial produce lugares inh¨®spitos fuera del horario de apertura de tiendas, que suelen ser focos de delincuencia e inseguridad cuando no se controlan adecuadamente. Y no parede que el Ayuntamiento est¨¦ en condiciones de garantizar ese control cuando ni siquiera puede evitar que se aparque ilegalmente en la propia plaza que quiere reformar.

Concurso internacional

Desde un punto de vista econ¨®mico, habr¨ªa que preguntarse qui¨¦n va a pagar toda esta costos¨ªsima operaci¨®n. ?Ser¨¢ tal vez un ayuntamiento que tan cicatero se muestra cuando se trata de financiar el transporte colectivo a trav¨¦s del consorcio regional? ?Por qu¨¦ no invertir todos estos millones en mejorar el metro y el autob¨²s? ?O en conseguir que las multas se paguen? ?O en impedir que las aceras est¨¦n rodeadas de una infranqueable muralla de varias filas de coches? ?O en evitar que durante las noches de fin de semana el tr¨¢fico de Madrid sea el de una ciudad sin ley?

Desde el punto de vista arquitect¨®nico, la calidad del proyecto ni siquiera merece un comentario. Su autor, Miguel de Oriol e Ybarra -cuyos apellidos son sobradamente conocidos-, ya hab¨ªa presentado otros proyectos tanfant¨¢sticos como ¨¦ste, aunque hasta ahora ninguna autoridad le hab¨ªa hecho mucho caso. El m¨¢s famoso de ellos era el de crear una especie de entreplanta en ¨¦l paseo del Prado para que los peatones pudieran disfrutar de la ciudad sin mezclarse con los coches.

Cuando defiende su proyecto para la plaza de Oriente, este arquitecto menciona sistem¨¢ticamente como modelo la operaci¨®n del Louvre, en Par¨ªs. Pero habr¨ªa que recordarle que todo el llamado 'Par¨ªs de Mitterrand" se realiz¨® a base de concursos internacionales, con la excepci¨®n de la reforma del citado museo, para la cual el propio presidente franc¨¦s eligi¨® a dedo, es cierto, pero el encargo fue a parar a uno de los arquitectos de mayor prestigio mundial.

En Espa?a tambi¨¦n tenemos arquitectos con gran prestigio internacional. Rafael Moneo, por ejemplo, ha sido hasta hace poco director del departamento de arquitectura de la Graduate School of Design de la prestigiosa Universidad de Harvard. Oriol Bohigas, adem¨¢s de ser el padre de la nueva Barcelona ol¨ªmpica, ha ganado recientemente el concurso para la ampliaci¨®n del eje de los Campos El¨ªseos m¨¢s all¨¢ de La D¨¦fense, precisamente en Par¨ªs. 'Si se convocara un concurso internacional para remodelar la plaza de Oriente, ambos podr¨ªan ser unos cualificados miembros del jurado." Porque si realmente alguien piensa que es necesario reformar la plaza, lo m¨¢s sensato, ser¨ªa convocar un concurso de ideas.

As¨ª, a lo mejor se llega a la conclusi¨®n de que la plaza de Oriente hay que dejarla como est¨¢. A¨²n estamos a tiempo.

es profesor titular de la Escuela de Arquitectura de Madrid. Este escrito viene avalado por 58 firmas de arquitectos y profesores de la citada escuela.