Cierra un hotel y 5.000 empleos peligran en el Euro Disney de Par¨ªs

Hace menos de un mes, un portavoz de Euro Disney reconoc¨ªa el secreto del polichinela: el parque recibe menos visitantes de los previstos, el ¨ªndice de ocupaci¨®n de sus seis hoteles es muy inferior al esperado. Mickey, en definitiva, parece tener menos atractivo en Europa que en EE UU o en Jap¨®n. Ayer, despu¨¦s de que en 15 d¨ªas la cotizaci¨®n en Bolsa de las acciones de Euro Disney se haya reducido considerablemente, la direcci¨®n del parque admiti¨® que cuando acabe el verano cerrar¨¢ temporalmente el Newport Bay Club, un hotel de 1.100 habitaciones, es decir, una quinta parte de la oferta hotelera del parque. A finales de julio Euro mDisney hab¨ªa sido visitado por 3,6 millones de personas, cifra que, seg¨²n los expertos, hace muy dif¨ªcil alcanzar los 11 millones de visitantes previstos.Seg¨²n uno de los trabajadores del hotel Newpor, contactado por este diario la empresa se ha comprometido a conservar los puestos de trabajo, pero esa promesa s¨®lo parece v¨¢lida para quienes tienen contrato fijo, es decir, para 7.000 de los 12.000 empleados del parque. Los otros 5.000 temen que con el final de las vacaciones, la llegada del fr¨ªo y la subsiguiente disminuci¨®n de la frecuentaci¨®n les toque hacer cola ante las oficinas de empleo.

Antes de su apertura Euro Disney hablaba de 60.000 o 70.000 visitantes diarios y de un 50% de franceses. ?stos son los que parece fallar. Pero, en realidad, el principal problema recae sobre los servicios anexos. Si hospedarse junto al parque parece razonable a quienes acuden a Orlando, no sucede lo mismo entre quienes visitan Par¨ªs. Alojarse a 32 kil¨®metros de Par¨ªs, adem¨¢s de ser caro, no es tentador. Euro Disney s¨®lo ocupa una decimonovena parte de la superficie comprada a precio de suelo agr¨ªcola: esperaban venderla a precio de urbanizable y lograr enormes plusval¨ªas, en parte financiadas por el Estado franc¨¦s, que prest¨® miles de millones de francos a un m¨®dico 5%.

Pero los inversores faltan m¨¢s aun que los turistas, y la idea de convertir los alrededores en un equivalente, m¨¢s lujoso, del barrio de La D¨¦fense -centro comercial del oeste de Par¨ªs-, se aleja.