Selectividad

Quiero felicitar a la catedr¨¢tica Victoria Camps por su art¨ªculo La selectividad traumatizante, publicado en ese diario el d¨ªa 23 de julio. Sin demagogias en uno u otro sentido, la catedr¨¢tica de ?tica de la UAB pone algunos puntos sobre las ¨ªes del actual momento universitario en nuestro pa¨ªs. Es cierto que hay carreras m¨¢s duras -y no por eso menos gratificantes- que otras, pero dentro de cada una de ellas se pueden producir enormes diferencias entre el rendimiento del alumnado. Cuando se plantea la posibilidad de satisfacer todas las demandas de los futuros universitarios suele olvidarse, no s¨®lo lo que la profesora Camps denomina "pocos y malgastados recursos", sino tambi¨¦n cu¨¢l es el coste real de una plaza universitaria, coste apenas cubierto en un 10%- 15% por la tasa de matr¨ªcula. Lejos de m¨ª la idea de privatizar la ense?anza universitaria y que la matr¨ªcula sea la principal fuente de financiaci¨®n.Citar¨¦ mi circunstancia personal. A los 34 a?os decid¨ª reiniciar unos estudios dejados a los 18 y me matricul¨¦ en Filolog¨ªa. Trabajo siete horas y media diarias y adem¨¢s he de atender un m¨ªnimo de obligaciones dom¨¦sticas. No me considero ni m¨¢s inteligente ni m¨¢s vocacional que nadie. Sin embargo, estoy convencido de que mis resultados acad¨¦micos -l¨¦ase notas- est¨¢n bastante por encima de la media de mis compa?eros y compa?eras, incluso de los que no trabajan o no tienen tantas obligaciones dom¨¦sticas. Y quiero hacer constar que mi comportamiento en la facultad no es de "repelente ni?o Vicente", sino que lo considero de absoluta coherencia con lo que ha de exigir de s¨ª mismo un estudiante de filolog¨ªa.-