Homenaje a Catalu?a

Los espa?oles han confundido a todos los esc¨¦pticos organizando unos Juegos Ol¨ªmpicos con un esp¨ªritu mod¨¦lico. ( ... ) Desde el momento en que la flecha en llamas cruz¨® el cielo para encender el pebetero, la resoluci¨®n y el entusiasmo espa?ol hicieron que pareciera f¨¢cil. Han sido los Juegos relajados, los Juegos amistosos y, sobre todo, los Juegos justos, donde, pese al mercantilismo y a las -drogas, el mundo vio que el deporte de ¨¦lite puede ser divertido (la mayor parte del tiempo) y excitante. La antorcha ol¨ªmpica que ahora se entrega a Atlanta arde tan brillantemente como siempre. El ¨¦xito de los Juegos Ol¨ªmpicos debe tener un efecto duradero en Espa?a, al igual que los Juegos de Se¨²l dejaron su legado ben¨¦fico en Corea. Los logros de Barcelona -deportivos, econ¨®micos y pol¨ªticos- incrementan el valor del premio ol¨ªmpico para cualquier ciudad que albergue el acontecimiento en el futuro y establece niveles que ser¨¢n dificiles de emular. ( ... )La moraleja del ¨¦xito de Barcelona es que la ciudad que da mucho obtiene mucho. Tiene que'convertirse en una ciudad ol¨ªmpica y pensar como una ciudad ol¨ªmpica, no durante una quincena veraniega, sino durante meses y a?os antes, preparada incluso para adaptar su infraestructura al completo si es necesario. ( ... ) Los catalanes no s¨®lo han disfrutado de sus Juegos Ol¨ªmpicos sin grandes costes a sus expensas, sino que han obtenido un claro beneficio personal y c¨ªvico. ( ... )

10 de agosto