"El capitalismo espa?ol no est¨¢ modernizado"
Vivero, Gij¨®n, la familia, el Retiro madrile?o, California ... hilvanan de alg¨²n modo los cuarenta y tres a?os del pol¨ªtico absoluto, o casi, en que se ha convertido el madrile?o Rodrigo Rato. El actual portavoz del Partido Popular en el Congreso hace pol¨ªtica porque le gusta; la pol¨ªtica lo posee; de ah¨ª brota un encanto cuando habla y habla de lo que no es pol¨ªtica profesional. Afirma que su estancia en Estados Unidos como estudiante le ha otorgado una nurada diferente sobre Espa?a y sus problemas, y le ha permitido asistir sin asombrarse a determinados fen¨®menos sociales que han tardado a?os en llegar a Europa. Tal vez por eso se siente c¨®modo en una sociedad que se acerca velozmente al siglo XXI.
Veranea en el norte. La familia de su esposa "viene de Galicia, y la m¨ªa de Asturias; por ello vengo aqu¨ª; me gusta hacer estos d¨ªas vida tradicional para ver a la familia". Todo lo que dice su voz rauca lo desgrana como si fabulara, y es cre¨ªble, es cierto. Su recuerdo del Retiro: "Siempre me gusta volver, desde que de peque?o iba al Retiro a correr y a ver el gui?ol; el gui?ol me fascinaba, pero s¨®lo he comprendido esto ahora, porque voy con mi hija y a ella le fascina tambi¨¦n". Fue estudiante en Madrid y tres a?os en Estados Unidos: "Aqu¨ª se me abrieron los ojos; fue una experiencia vital, seria, a finales de los a?os sesenta, cuando ya soplaba la ola del individualismo y en Europa a¨²n est¨¢bamos con una revoluci¨®n pendiente".
Pregunta. ?Vio los Juegos Ol¨ªmpicos en la televisi¨®n?
Respuesta. Muy poco; no me gusta el deporte por televisi¨®n; lo que m¨¢s me hubiese gustado ver fue la medalla de oro del yudo, pero estaba preparando el debate del segundo decretazo. De la ceremonia inaugural vi algo y me agrad¨®; supongo que verla toda ser¨ªa pesado, porque algo as¨ª es para presenciarlo o para mirarlo a trozos en televisi¨®n.
P. La exaltaci¨®n de todos los nacionalismos en los Juegos, ?le parece algo excesivo?
R. No hay que exagerar, hay que entender eso; el nacionalismo peligroso est¨¢ en otras partes.
P. Espa?a est¨¢ practicamente en quiebra econ¨®mica y al mismo tiempo se baraja la posibilidad de que un club fiche a Maradona. ?Esto es compatible?
R. Espa?a es rica, al menos relativamente; el problema no es la falta de dinero, lo hay a montones. Lo que falta son prioridades y por ello no se gasta bien. Un ejemplo: ?puede irse de vacaciones este pa¨ªs con un Gobierno que lleva dos a?os de retraso para hacer un c¨®digo penal? Yo creo que no, porque ese c¨®digo, dada la complejidad creciente de la vida, es imprescindible para la seguridad de todos. Esto es una prioridad.
P. ?Lleg¨® a emocionarse con el triunfo de Indur¨¢in en el Tour?
R. Hasta llorar, no; es generoso, no arrasa a los dem¨¢s, gana y se contenta. Esto es lo que hace atractivo al personaje.
P. ?Necesita realmente de un mes de vacaciones?
R. Y de dos tambi¨¦n.
P. Usted siempre habla de pol¨ªtica pura en sus declaraciones, y los periodistas s¨®lo le preguntan sobre ese tema. ?Le divierte?
R. Soy pol¨ªtico y es l¨®gico que me pregunten sobre pol¨ªtica. Y no me gusta aprovechar mi plataforma pol¨ªtica para pontificar sobre otra cuesti¨®n. Mi capacidad de comunicar est¨¢ con la pol¨ªtica. Y tampoco me gusta que otros se aprovechen de su celebridad en un aspecto para actuar en otro dominio.
P. ?Lee muchos peri¨®dicos en vacaciones?
R. M¨¢s de los que debiera.
P. ?Qu¨¦ credibilidad les da a los informativos de la televisi¨®n p¨²blica?
R. Igual que a los de las otras televisiones y radios; ofrecen una visi¨®n parcial y m¨¢s o menos sesgada; yo saco una opini¨®n de las diversas fuentes informativas. Ahora bien, los medios no responden tampoco a una maquinaria perfecta de parcialidad, aunque s¨ª a una tendencia.
P. Cada d¨ªa son m¨¢s las personas cuajadas por la cultura de la imagen; la palabra y lo escrito ceden terreno. ?Le sensibiliza la cuesti¨®n?
R. Dec¨ªa un torero, creo: "Lo que no puede ser, no puede ser, y adem¨¢s es imposible". La televisi¨®n tiene tal potencia en todos los ¨¢mbitos que las dem¨¢s comunicaciones han de dejarle paso. Se quiera o no, es as¨ª.
P. ?Lee los libros de cabo a rabo?
R. S¨ª, y eso es grav¨ªsimo, porque me arrastran meses y meses, y llego a acomplejarme y no empiezo otro libro. Ya me pongo l¨ªmites, y si un libro no me engancha, lo dejo y leo otro.
P. A prop¨®sito, la gente del cine y del teatro argumenta que el Gobierno tiene la culpa de que al p¨²blico no le gusten esas formas de expresi¨®n. ?Lo ve as¨ª?
R. Yo no soy un experto. Creo que no es igual el caso del cine que el del teatro. Al cine la gente va, me parece. El teatro ten¨ªa un p¨²blico fiel que lo ha perdido. Lo de que el Gobierno es responsable me parece simplista; ahora bien, s¨ª observo que el Gobierno tiene la obsesi¨®n de ayudar a manifestaciones marginales o vanguardistas y no a lo cl¨¢sico, que es lo que le gusta al p¨²blico. Y, luego, algo tendr¨¢n que ver los profesionales, digo yo.
P. Acaban de producirse fen¨®menos de concentraci¨®n en el mundo del audiovisual, a partir concretamente de Antena 3 televisi¨®n y radio. ?Le parece l¨ªcito? .
R. Es l¨ªcito, porque la ley lo autoriza, y es normal y moral, porque est¨¢ en el juego econ¨®mico y, adem¨¢s, si la concentraci¨®n se produce en otros sectores, ?por qu¨¦ no se va a producir en la comunicaci¨®n? Lo que sucede es que en Espa?a el capitalismo no est¨¢ modernizado y no ha introducido medidas para que alguien no pueda apoderarse del mercado, peijudicando as¨ª al consumidor. Pero esto en la comunicaci¨®n como en los dem¨¢s ¨¢mbitos.
P. ?La influencia de la Iglesia en Espa?a va a m¨¢s o no? .
R. El tema es de tesis, ?eh? Creo que no va a menos; lo que me parece es que la influencia es diferente; hoy los ciudadanos son celosos de su individualismo. Pero la sociedad conf¨ªa en la Iglesia para el mantenimiento de una moral m¨ªnima.
P. ?Y el Opus con su beato, Escriv¨¢ de Balaguer, sube?
R. No tengo ni idea. Ocurre tambi¨¦n que su incidencia en la sociedad es diferente.
P. ?Y la masoner¨ªa pesa en la pol¨ªtica y en la econom¨ªa?
R. Yo no percibo ese peso de manera alarmante; pero he o¨ªdo que tiene cierta influencia. Ocurre que a algunos les cuelgan el sambenito de que son masones, pero, yo, de verdad, no lo s¨¦.
P. El que lo conozcan p¨²blicamente, ?coarta su vida?
R. No recuerdo impulsos irresistibles que no haya realizado, pero ya no tengo los mismos impulsos que cuando era an¨®nimo; luego, algo s¨ª me condicionar¨¢.
P. Las pel¨ªculas porno y el tel¨¦fono del amor, ?qu¨¦ le sugieren?
R. Personalmente, no uso. Y creo que es un elemento m¨¢s de consumo. Otro debate es si la televisi¨®n p¨²blica debe competir en eso. Creo que no; habr¨ªa que redefinir la televisi¨®n p¨²blica.
P. ?No piensa que debe desaparecer?
R. Depende; si s¨®lo es para competir con la televisi¨®n privada, no quiero televisi¨®n p¨²blica.
P. ?Se siente a gusto en, casi, el siglo XXI?
R. S¨ª, con sus ventajas e inconvenientes ¨¦sta es una sociedad con m¨¢s posibilidades en todo.
P. Hablemos de toros: ?le interesa Curro Romero?
R. Es un fen¨®meno muy sevillano; y como tal me gusta.
P. ?Cu¨¢l es su torero?
R. Espartaco. No iba a ser otro, ?no?; adem¨¢s est¨¢ casado con mi sobrina mayor, a la que quieto mucho.
P. De familia hablando; un personaje gubernamental dec¨ªa hace poco que la gente sigue cas¨¢ndose o viviendo en pareja por falta de imaginaci¨®n.
R. La gente se casa o vive junta porque le da la gana. Y esa moralina vertida por quien sea es un ejemplo de lo que dec¨ªamos antes, de quienes se aprovechan de una plataforma p¨²blica profesional para meterse en otro terreno.
P. ?Hablamos de comer y de beber?
R. Pues claro.
P. Le gusta comer, sin duda.
R. S¨ª, por desgracia. Y digo esto porque a uno le gustar¨ªa mantenerse en su peso, y no es f¨¢cil.
P. ?Y qu¨¦ bebe?
R. Ahora he llegado a los vinos tintos.
P. ?A cuales?
R. A todos; riojanos, del Duero, catalanes...
P. Para postre algo de pol¨ªtica en vivo: ?le cantar¨ªa las cuarenta a Fraga y a Castro?
R. A Fraga no hay que cantarle nada; est¨¢ intentando liberar presos pol¨ªticos y que Cuba se democratice. Y a Castro ya se le han cantado las cuarenta por todas partes.
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