Bush har¨¢ campa?a por los valores tradicionales
George Bush tal vez carece de ideas para convencer a los votantes estadounidenses de sus cualidades, pero le sobran nietos para ganar estas elecciones. El presidente hizo subir el mi¨¦rcoles al podio de la convenci¨®n republicana a los 22 miembros de su clan para dejar claro que la defensa de los valores familiares ser¨¢ su argumento central en esta campa?a. Calor de hogar, tradici¨®n, fe en Dios: estos son los valores que Bush expuso en el kstrodome el d¨ªa en que fue propuesto oficialmente como candidato de su partido para un nuevo mandato presidencial.
A la esperade lo que el presidente dijera anoche (madrugada de ayer en Espa?a), en lo que de nuevo se presentaba como el discurso de su vida, Bush despleg¨® en la v¨ªspera algunas de sus armas secretas, entre ellas la ingenua, maternal y entra?able Barbara Bush.Poco antes de que la primera dama tomara la palabra, la cadena de televisi¨®n ABC hac¨ªa p¨²blica una encuesta en la que el candidato dem¨®crata, Bill Clinton, aventaja todav¨ªa a su contrincante conservador por 25 puntos. La intervenci¨®n de Barbara, a quien se considera en estos momentos la republicana m¨¢s popular, deb¨ªa servir para reducir esa ventaja.
El discurso de la esposa del presidente fue sencillo: un mensaje de reconciliaci¨®n alejado del tono agresivo que han tenido casi todas las intervenciones de esta convenci¨®n. '"Para nosotros la palabra familia significa unir nuestras manos y apoyarnos los unos a los otros", dijo, antes de presentar a todos los miembros de su familia, que, al frente del propio presidente, recibieron unidos las aclamaciones del p¨²blico durante varios minutos, con un fondo de m¨²sica empalagosa y de colores patri¨®ticos.
Los tradicionales valores famil¨ªares fueron defendidos con mucho m¨¢s enfasis por los dem¨¢s oradores de la jornada, entre ellos la esposa del vicepresidente, Marilyn Quayle, joven, abogada y en¨¦rgica como la mujer de Clinton, pero que, a diferencia de ¨¦sta, abandon¨® su profesi¨®n despu¨¦s de casarse para dedicarse a sus obligaciones de madre y esposa.
"Nosotros tambi¨¦n pertenecemos a la generaci¨®n de los sesenta, pero no todos los j¨®venes de esa ¨¦poca tomaron drogas, se unieron a la revoluci¨®n sexual o se escaparon del reclutamiento para la guerra", dijo Marilyn, en referencia a la supuesta trayectoria personal de Clinton.
Pat Robertson, el pastor protestante ultraconservador y millonario que controla un grupo de medios de comunicaci¨®n, dijo que Clinton "tiene planes rad¨ªcales para destruir la familia tradicional y transferir sus funciones al Gobierno". 'La visi¨®n de George Bush para Estados Unidos", afiadi¨®, "es la de fe en Dios, una familia fuerte, libertad, iniciativa individual y libre empresa".
William Bennet, antiguo secretario de Educaci¨®n y una de las principales figuras republicanas, afirm¨® que "la familia es el primer, original y mejor n¨²cleo para la salud, la educaci¨®n y la solidaridad.
En la ma?ana de ayer, los Bush y los Quayle asistieron a un desayuno de oraci¨®n en la capilla de la universidad de Houston, donde una mujer que interrumpi¨® el rezo para criticar la pol¨ªtica del presidente sobre el aborto fue expulsada del lugar por la polic¨ªa.
Prisionero de la intolerancia
En Atlanta, donde acudi¨® a ayudar a construir casas para personas necesitadas junto al ex presidente Jimmy Carter, Bill Clinton coment¨® que lo que est¨¢ ocurriendo en la convenci¨®n republicana prueba que George Bush es prisionero del "ala m¨¢s intolerante y radical de la derecha del partido".
Clinton tendr¨ªa que escuchar esta madrugada, probablemente, nuevos ataques contra ¨¦l, su conducta personal y la de su esposa de parte del propio presidente, pero ese no parece por el momento el camino adecuado para debilitar al candidato dem¨®crata, que ha bajado ligeramente en las encuestas, pero que sigue c¨®modamente a la cabeza. Clinton no es ya un candidato tan vulnerable, ni su imagen actual permite asimilarle f¨¢cilmente al perverso demonio izquierdista que los republicanos han intentado presentar en Houston.
George Herbert Walker Bush tendr¨¢ que hacer algo m¨¢s -Y lo tendr¨ªa que empezar a hacer en su ctiscurso de esta madrugadaque desprestigiar a Clinton para ganar las elecciones. Tendr¨¢ que probar, no s¨®lo que es una persona decente, familiar y fiable, sino que tiene un plan espec¨ªfico para resolver los problemas del pa¨ªs.
La culpa es del mensajero
Entre toda la parafernalia de s¨ªmbolos, recuerdos y curiosidades que se venden en torno a la convenci¨®n republicana se pueden encontrar chapas con el siguiente mensaje: "La prensa liberal miente". Es una constante en Houston. Casi todos los oradores que han tomado la palabra en este congreso han acusado a los periodistas de la comprometida situaci¨®n a la que ha llegado su candidato.
Barbara Bush ha comentado que el hecho de que "la mayor¨ªa de la prensa es liberal" es una de las explicaciones de la impopularidad de su marido. Un hijo del presidente dijo el mi¨¦rcoles que la prensa se arrepentir¨¢ de lo que le ha hecho" a su padre.
La mayor¨ªa de los peri¨®dicos y televisiones han destacado estos d¨ªas los malos resultados de Bush en las encuestas, por encima de las declaraciones triunfalistas de la convenci¨®n. Cuando Peter Jennings, el director del informativo de la cadena ABC, aparece en pantalla para decir que Bill Clinton est¨¢ 25 puntos por delante de Bush, buena parte del trabajo de la convenci¨®n queda contrarrestado ante los espectadores.
Robert Lichter, director de un importante centro independiente de seguimiento de los comportamientos de los medios de comunicaci¨®n, afirma que "el mensaje de la prensa durante la convenci¨®n dem¨®crata fue que el partido estaba unido y moderado. Hasta ahora, el mensaje de esta convenci¨®n es que los republicanos est¨¢n divididos y son extremistas".
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