Hacer el f¨²tbol, no la guerra
Un serbio, un croata y un musulm¨¢n bosnio juegan unidos en el Castell¨®n
En la antigua Yugoslavia, croatas, serbios y musulmanes ya nunca defender¨¢n los colores de la bandera yugoslava. Las diferentes etnias se pegan tiros y buscan una estrategia para ganar la guerra. Mientras, en Castell¨®n, Mladen MIadenovic, un croata de Rijeka, Emir Music, un musulm¨¢n bosnio de Busanska Krupa, y Dragan Punisic, un serbio de Belgrado, sudan los mismos colores de la camiseta del club castellonense. Su entrenador asegura que se pasan el bal¨®n con normalidad. Los tres planean su otra estrategia: subir al Castell¨®n a Primera.
"En mi pa¨ªs la gente parece que est¨¢ sonada como un boxeador al que han golpeado duramente", se lamenta Dragan Punisic. Este serbio tiene 26 a?os, est¨¢ casado con una mujer serbia y tiene una ni?a de un a?o y medio. Todos ellos viven juntos y en paz en Castell¨®n.El resto de su familia reside en Belgrado y, hasta el momento, no ha sufrido ning¨²n da?o f¨ªsico a causa de la guerra, aunque s¨ª se ha resentido por "la crisis econ¨®mica y la tensi¨®n ps¨ªquica", explica Punisic.
Mladen Mladenovic, croata, procedente del equipo de f¨²tbol de Rijeka, pas¨® a la plantilla del Castell¨®n junto a sus compa?eros ex yugoslavos la temporada pasada. Cuando lleg¨®, el 27 de julio de 1991, era ciudadano yugoslavo. Transcurridos seis meses, dej¨® de serlo. Ahora, la carencia de una identidad nacional definida le abruma. "Ya no s¨¦ lo que soy", afirma con el semblante entristecido. Mladen Mladenovic jugaba anteriormente en el equipo del D¨ªnamo de Zagreb (Croacia). Tiene 28 a?os. Vive con su mujer, croata, y sus dos hijos. , un ni?o de tres a?os y una ni?a de seis meses.
El m¨¢s afortunado
El croata Mladenovic es, debido a la situaci¨®n de su rep¨²blica, el m¨¢s afortunado de los tres. Pas¨® el d¨ªa de Nochebuena en Rijeka (Croacia) junto a sus padres y hermanos. En verano estuvo dos meses de vacaciones. "La vida en la rep¨²blica de Croacia parece que se ha estabilizado desde que fue reconocida internacionalmente", asegura. Mladenovic aparenta estar m¨¢s ajeno al conflicto. Est¨¢ tranquilo; se pregunta, sin embargo, por qu¨¦ "Europa ha esperado tanto tiempo para plantearse seriamente que en la antigua Yugoslavia se necesita ayuda... ".La situaci¨®n de Music es m¨¢s tr¨¢gica. Tiene 28 a?os y es un musulm¨¢n de Bosnia. Los musulmanes de Bosnia-Herze-govina, a pesar de representar unt ercio de la poblaci¨®n de la rep¨²blica -los serbios y los croatas completan el total de la poblaci¨®n a partes iguales-, est¨¢n ?siendo acorralados por la pretendida limpieza ¨¦tnica de los serbios, y, ¨²ltimamente, de los croatas.
Music vive con la incertidumbre y la angustia de no saber nada de suys padres desde hace tres meses. Ellos viv?¨ªan en Busanska Krupa, una aldea situada en las monta?as cercanas a la ciudad de Prijedor, en Bosnia. "Music est¨¢ muy afectado y no quiere expresar lo que siente", comentan sus compa?eros de equipo.
El entrenador del club albinegro, Francisco Causanilles, asegura que Music se lleva bien con sus compa?eros croata y serbio. "Se pasan el bal¨®n", comenta Causanilles. La sofidaridad de Pusinic y Mladenovic con Music, el m¨¢s afectado por la guerra, se evidencia en sus palabras: "Nosotros le animamos porque est¨¢ padeciendo. Mi m¨¢ximo deseo es que deje de morir gente. Me gustar¨ªa ayudar tambi¨¦n a Music y a todos los musulmanes que est¨¢n sufriendo, pero no puedo", concluye Punisic. ?ste y Mladenovic comentan habitualmente las noticias que llegan a Espa?a. "Sin embargo, no vemos las im¨¢genes de la televisi¨®n", a?aden afligidos. Ninguno de los dos tiene noticia de ning¨²n vecino que se haya. contagiado de la obsesi¨®n por la criba de etnias.
"No recibimos tantas noticias", se?alan. Y cuentan que s¨ª que tienen amigos que se casaron con mujeres de diferente etnia; se preguntan qu¨¦ habr¨¢ sido de ellos. "Yo nunca apuntar¨ªa con un fusil a un compatriota con el que he compartido buenos ratos y caf¨¦s, aunque fuese croata o musulm¨¢n", se?ala Punisic.
"Quiz¨¢ sea tarde"
"La gente est¨¢ muriendo para nada", dice Punisic. "Si una rep¨²blica quiere la independencia hay otros caminos para conseguirla". Punisic afirma que aunque los serbios "parecen los malos de la pel¨ªcula, los dem¨¢s tambi¨¦n tienen culpa". Considera que los presidentes de Bosnia y Croacia no han sabido controlar el conflicto, al igual que Slobodan Milosevic [presidente serbio}. Asegura que Milosevic, le obligara a volver a su pa¨ªs para luchar, nunca participar¨ªa en una guerra sin sentido. "Milosevic creo que ha abusado de las masas que no saben leer y escribir, arrastr¨¢ndolas a la guerra", explica Punisic. "Debieron sentarse antes a dialogar, ahora quiz¨¢ sea tarde"."Cuando est¨¢bamos en nuestro pa¨ªs la gente ve¨ªa la guerra en Irak como una locura. Nadie imaginaba que Yugoslavia perder¨ªa la raz¨®n hasta quedar extinta", a?aden los dos compa?eros. En cuanto a la posibilidad de una intervenci¨®n militar en Bosnia, tanto Punisic como Mladen lo consideran in¨²til: "Aquello est¨¢ totalmente desintegrado, hay demasiado odio. Bosnia se ha convertido en una jungla".
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