Parecido y arte
Como pintora y estudiosa del arte paleol¨ªtico, estoy asistiendo asombrada a la pol¨¦mica surgida a consecuencia del fraude de Zubialde, en la que se demuestra que el arte rupestre es un gran desconocido. He profundizado en el arte rupestre con motivo de la tesis doctoral que he realizado, consistente en un an¨¢lisis del Gran Techo de Altamira, desde el punto de vista de pintor.Los grabados, dibujos y pinturas paleol¨ªticas. de la cornisa cant¨¢brica, cuyos originales he estudiado, tienen un denominador com¨²n. Interpretan, fundamentalmente, animales. ?stos son coherentes con el espacio que ocupan, y, peque?as o grandes, las figuras aparecen siempre majestuosas. Las l¨ªneas de grabado o dibujo denotan un gran conocimiento de la estructura ¨®sea del animal. El trazo es firme. Los animales interpretados son ¨¢giles y elegantes, con la elegancia del que es austero porque conoce lo esencial. Interpretan siempre la vida. Contienen un significado que, aunque sin descifrar, est¨¢ ah¨ª, desafiante, y su magia ha permanecido hasta nuestros d¨ªas.
Altamira cuenta con la obra. de un creador que ten¨ªa al mismo tiempo concepci¨®n de escultor y, pintor. Interpreta varias figuras; con un gran car¨¢cter l¨²dico, una, concepci¨®n de unidad y una. compleja combinaci¨®n de procedimientos. Las figuras poseen un fuerte car¨¢cter, el de su autor. Sus trazos son Grines y sin rectificaciones. Ha transferido su vida a su obra de tal forma que en la Gran Sala parece percibirse su presencia. Su obra es fruto de su capacidad creadora, del conocimiento y de un intenso y prolongado trabajo por el que ha ido penetrando profundamente en ella. Adem¨¢s, estas grandes figuras (entre 1,70 y 2 metros de longitud) no est¨¢n recortadas sobre un techo uniforme. Por el contrario, est¨¢n compartiendo el espacio con innumerables grabados, dibujos y algunas pinturas que hacen de este recinto, en mi opini¨®n, una de las obras de arte m¨¢s importantes de todos los tiempos.
Las pinturas de Zubialde, por lo que he podido ver hasta el momento, no se corresponden en absoluto con los aspectos que acabo de citar de las pinturas paleol¨ªticas. Tienen errores anat¨®micos muy evidentes, como el tratamiento dado a las patas o a la l¨ªnea del vientre, tan expresiva en las creaciones paleol¨ªticas originales, que en ¨¦stas es una curva sin sentido que une patas delanteras y traseras. Las l¨ªneas negras de contorno son toscas y el relleno de color carece de detalles personales. Los prehistoriadores, como es natural, han esperado a tener los resultados de las pruebas objetivas que demuestran la falsedad de las pinturas. Esto, y el hecho de que el falsificador haya utilizado sustancias colorantes como las del paleol¨ªtico sobre un soporte de piedra, est¨¢ creando la falsa idea de que este arte puede ser imitado por cualquiera, llegando a leer en la prensa que una r¨¦plica de Altamira debe de ser muy f¨¢cil de hacer visto el asunto de Zubialde. Quien diga esto, o no conoce la cueva de Altamira, o no ha tenido la oportunidad de asomarse a esa dimensi¨®n que llamamos arte.-
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