El cambio de los 'eulogios'

Los otrora barrabases, malages y temid¨ªsimos bicornes de Los Eulogios han pegado un epatante cambiazo de ¨®rdago, merced al buen trabajo de un semental de Jandilla que insemin¨® las vacas serranas hace cuatro a?os. Las antiguas infamias con astas, especialistas en ga?afones por doquier, en traer sangre sudor y l¨¢grimas a sus lidiadores, nunca figuras, ocioso es decirlo; son ahora suavones y d¨®ciles animales casi pajunos. Los mandamases del escalaf¨®n pronto los pedir¨¢n y el ganadero ya no tendr¨¢ problemas para vender la camada.Es posible que Luis Cancela no acabase de creerse semejante milagro. Quiz¨¢s vino preparado para la cruenta y angustiosa batalla habitual de los ferragostos con divisas dur¨ªsimas y no se trajo las armas adecuadas a estos bichos colaboradores. Cual taumaturgo en horas bajas, no vislumbr¨® por ello los arcanos necesarios para los nuevos eulogios.

Las faenas de Sese?a fueron undosas y no lleg¨® a redondear. Marc¨® sus puntos altos en una magn¨ªfica tanda de naturales al tercero y algunos muletazos rompi¨¦ndose en pura filigrana al quinto. Sus peores momentos, la falta de unidad y densa ligaz¨®n con el tercero, as¨ª como la grisura mon¨®tona frente al otro. Milla super¨® con aprobado alto el compromiso: sereno, sin acaloro, ortodoxo y tal vez demasiado fr¨ªo, tanto en el de la ceremonia como en el encastado sexto.