La Guardia Civil rodea todo un pueblo para prevenir una venganza de 'cabezas rapadas'

Efectivos de la Guardia Civil montaron puestos de control el pasado fin de semana en los accesos a Villamanrique de Tajo (570 habitantes, a 62 kil¨®metros de Madrid) para prevenir un posible ataque de cabezas rapadas. Tambi¨¦n vigilaron la discoteca La Playa, donde el pasado d¨ªa 15 el guardia ?scar P. B., de 23 a?os, agredi¨® a los empleados cuando estaba fuera de servicio y "con s¨ªntomas de embriaguez",- dicen algunos testimonios. Al regresar al cuartelillo, el agente se suicid¨® con su pistola. Su madre y su hermano -"un cabeza rapada", seg¨²n testigos- visitaron la pasada semana el pueblo, acusaron a los vecinos de la muerte del agente y anunciaron la llegada de un grupo de skin heads para vengarle.
Villamanrique de Tajo parec¨ªa todav¨ªa ayer un pueblo amedrentado. Un veraneante de la capital fue el primero en informar a la cadena SER de la ins¨®lita operaci¨®n policial -el control de todas las entradas a la localidad-, ante la amenaza de la llegada de una banda de skins. Tanto los vecinos como un portavoz de la Direcci¨®n de la Guardia Civil prefirieron restar importancia a los hechos.El instituto armado se limit¨® a confirmar ayer que cerca de las cuatro de la madrugada del pasado d¨ªa 15, el agente ?scar P. B., nacido en 1969 y que ingres¨® en el cuerpo hace tres a?os, se encontraba franco de servicio en la discoteca La Playa, de Villamanrique, una pista de baile al aire libre situada en un extremo del parque municipal. En el local, el guardia discuti¨® con un empleado -"seguramente por cualquier tonter¨ªa", seg¨²n fuentes del cuerpo- y luego -'W?scado" y contrariado"- regres¨® al cuartelillo, donde se suicid¨®. El portavoz de la Guardia Civil a?adi¨® que el joven fue atendido por una UVI m¨®vil del Instituto Nacional de la Salud, que le traslad¨® a un centro sanitario, donde falleci¨® a las siete de la ma?ana.
En previsi¨®n de que se produjeran incidentes el pasado fin de semana, la Guardia Civil asegura que dispuso un "discreto" servicio de vigilancia en el pueblo, integrado por "cuatro agentes" y que "no ocurri¨® absolutamente nada".
Tres dotaciones
Sin embargo, el alcalde de Villamanrique, el socialista Manuel Garc¨ªa Porras, afirm¨® ayer que los pasados viernes y s¨¢bado, efectivos de la Guardia Civil del puesto local y de los cercanos municipios de Colmenar de Oreja y Villarejo de Salvan¨¦s montaron puestos de control en las tres carreteras de acceso al pueblo con veh¨ªculos todoterreno. Garc¨ªa Porras ha pedido al instituto armado que se mantenga la vigilancia m¨ªentras persista la amenaza de los cabezas rapadas.
Una empleada de la discoteca La Playa asegur¨® que tambi¨¦n se situ¨® un dispositivo de control en el establecimiento, en el que participaron "agentes de paisano".
El guardia ¨®scar P. B. acudi¨® a la discoteca La Playa en la madrugada del d¨ªa 15. Hab¨ªa pasado parte de la noche en locales de diversi¨®n de Fuentidue?a, a unos 10 kil¨®metros de Villamanrique, y presentaba signos de "estar bebido", seg¨²n los vecinos. El agente se dirigi¨® al pinchadiscos para exigirle que dejase de poner sevillanas. "Dijo que no le gustaba la m¨²sica de gitanos y moros", coment¨® ayer una joven de Villamanrique. Ante la negativa del pinchadiscos, el guardia le tir¨® un vaso a la cabeza y le produjo una contusi¨®n, seg¨²n una empleada del local. Posteriormente esgrimi¨® un pu?o de hierro (arandela met¨¢lica que se ajusta a los nudillos) para atacar a las personas que intentaron reducirle.
Seg¨²n la versi¨®n de los empleados, el agente vest¨ªa el t¨ªpico atuendo de los cabezas rapadas: botas de militar, pantalones negros ajustados y una camisa oscura. "Llevaba el pelo muy corto", a.segura una trabajadora de la discoteca. El agente abandon¨® el local gritando que volver¨ªa para ajustarles las cuentas y amenaz¨® a "todo el pueblo". Asegur¨® que iba al cuartel para recoger su pistola.
El cabo primero que se encontraba ayer al frente del puesto de la Guardia Civil de Villamanrique eludi¨® dar explicaciones sobre los hechos: "S¨®lo puedo confirmar que el agente se suicid¨® con su arma reglamentarla y lamentar la muerte de un companero
Fuentes de la Guardia Civil se?alaron ayer a la agencia Efe que al llegar a su acuartelamiento, el agente se dirigi¨® al pabell¨®n de solteros, en el que se encuentra su cuarto, y recogi¨® su arma con la intenci¨®n de acudir inmediatamente a la discoteca. Sin embargo, cuando iba a salir a la calle, el agente que estaba de guardia en el puesto le cerr¨® el paso. En ese momento, ?scar P. B. se dispar¨® un tiro.
El agente padec¨ªa problemas psicol¨®gicos que hab¨ªan aconsejado su traslado, hace cuatro meses, a Villamanrique de Tajo, un destino considerado "tranquilo" por los mandos de la Guardia Civil. Los responsables del instituto armado estudian adoptar medidas de protecci¨®n para prevenir las actuaciones violentas de grupos de cabezas rapadas formados por amigos del fallecido.
Esperando a los b¨¢rbaros
Madrid "Dec¨ªan que iban a llegar el viernes por la noche dos autobuses llenos de cabezas rapadas desde Madrid", aseguraba ayer temerosa una muchacha de Villamanrique de Tajo. Los rumores sobre la posible operaci¨®n de castigo de los skins todav¨ªa circulan de boca en boca. "?Miedo? Claro que hay algo de miedo; si no, ?por qu¨¦ tantos guardias?", alega el propietario de un bar.
El pasado fin de semana apenas hubo clientes en La Playa. "Con todos estos l¨ªos, nos van a arruinar el fin de temporada", se quejan sus empleados. El due?o, Manuel Lorden, ha pedido protecci¨®n a la Guardia Civil. La semana pasada, una visita a Villamanrique de la madre y del hermano skin del guardia fallecido sembr¨® la inquietud en un pueblo de muros encalados -entre manchego y andaluz- donde todav¨ªa dejan las bicicletas sin candado.
Pero no han aparecido cr¨¢neos afeitados por las calles de Villamainrique. Los cabezas rapadas, son una tribu urbana de ideolog¨ªa fascista y, ante todo, racista. Los vecinos, que en su gran mayor¨ªa viven de la agricultura en las vegas del Tajo, temen la venganza de los b¨¢rbaros. Por ahora prefieren no conversar con desconocidos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
