Mario Camus dice que la cultura en Espa?a retrocede a posiciones franquistas
El cineasta presenta a concurso 'Despu¨¦s del sue?o' en el Festival de Cine de Montreal
ENVIADO ESPECIALLa situaci¨®n de? cine en Espa?a es bastante lamentable, dice Mario Camus, de 57 a?os y director de Los santos inocentes, una de las grandes pel¨ªculas de? cine espa?ol. Camus, cuyo ¨²ltimo t¨ªtulo, Despu¨¦s del sue?o, se present¨® ayer a concurso en el Festival de Montreal, considera que en Espa?a "se est¨¢n equivocando" no s¨®lo con ¨¦l cine, sino con las manifestaciones art¨ªsticas en general. "Se vuelve a las posiciones del r¨¦gimen de Franco, de hablar de la pintura, que es de lo que se habla cuando los reg¨ªmenes son autoritarios y de lo que se trata es de no molestar a nadie. No hablan de las artes sociales, no saben que el cine es el medio de expresi¨®n m¨¢s importante del mundo", dice.
"No saben que Jack Lang ha dicho bien claro en Cannes que el cine es un arte mayor", agrega Camus. "Piensan todav¨ªa que es un espect¨¢culo de barraca. Y cuando a¨²n no conoc¨ªan fuera a Felipe Gonz¨¢lez ni de vista, ya estaban las pel¨ªculas espa?olas por ah¨ª, buenas, malas o regulares, pero dando una imagen del pa¨ªs. ?Que es dif¨ªcil hacer una buena pel¨ªcula? No es f¨¢cil. Pero es que estamos en un desierto, no nos hace caso nadie, nadie sabe nada, al ministro le importan un carajo las pel¨ªculas, lo que hace es ir a ver jugar al Barcelona, ignora qui¨¦nes son los directores de cine, los escritores, los guionistas. No saben nada y les da igual. Hablan de econom¨ªa".Camus tiene la idea de que el cine es un bien p¨²blico, y, como tal, una cuesti¨®n de Estado. En este sentido, defiende una pol¨ªtica de protecci¨®n que puede pagarse bien sac¨¢ndole partido econ¨®mico al poderoso e invasor cine americano, bien mediante el mecenazgo o por cualquier otra v¨ªa que parta asimismo de la consideraci¨®n del cine como hecho art¨ªstico.
"No puede un pa¨ªs estar de espaldas al cine, volcados los peri¨®dicos en la econom¨ªa y las p¨¢ginas art¨ªsticas hablando de pintura, generalmente de ese pintor mallorqu¨ªn... Eso y nada m¨¢s. Bueno, y Michael Douglas".
"El Gobierno debe decidir"
"Hay una verdad incuestionable", a?ade Camus. "Tal como est¨¢ ahora el cine, con los costes y los medios que tenemos, es el propio Gobierno el que tiene que decidir si le interesa o no. Y si le interesa tiene que pagarlo, y si no le interesa tiene que decirlo. Entiendo que un Gobierno decida que hay cosas mucho m¨¢s importantes que el cine. Me parece bien y es una postura valiente. Pero lo que no se puede es decir: 'Bueno, vamos a darles a estos tres chicos tres pesetas'. Si usted'quiere'una cinematograf¨ªa propia p¨¢guela, buscando f¨®rmulas para financiarla. Se pueden buscar mil f¨®rmulas. Desde que el cine empez¨® a ser subvencionado oficialmente, se plante¨® en los peri¨®dicos el porqu¨¦ de que se subvencionara al cine, cuando los propios peri¨®dicos han estado subvencionados. A m¨ª me preguntaron en Telemadrid: '?Qu¨¦ piensa usted de las subvenciones?' Todos en Telemadrid est¨¢n subvencionados. Est¨¢n subvencionados los sindicatos, los partidos pol¨ªticos, y no veo yo en eso nada grave ni dram¨¢tico".
El cineasta es cr¨ªtico no s¨®lo en este aspecto de la cultura, sino tambi¨¦n con la sociedad espa?ola en general. Su pel¨ªcula Despu¨¦s del sue?o est¨¢ dedicada a los viejos republicanos espa?oles que se quedaron hasta el final en el extranjero o volvieron a morir a la Espa?a ya democr¨¢tica. Uno de los personajes principales del filme regresa de Rusia a Santander, lo que le da oportunidad a Camus para tratar lateralmente la ca¨ªda del comunismo. El viejo republicano muere en un hotel antes de poder conocer a un sobrino suyo. ?ste se entera de que su t¨ªo pose¨ªa algo valioso, e intenta recuperar ese legado desconocido no por motivos econ¨®micos sino sentimentales, porque quiere bucear en la memoria de aquel hombre con el que no lleg¨® a encontrarse en vida. A partir de ah¨ª, se desarrolla una intriga en la que aparecen los nuevos emergentes, aqu¨¦llos que precisamente s¨®lo ven en el tesoro oculto del viejo una v¨ªa para instalarse y trepar.
"No hay que ser tremendistas", dice Camus, "pero es la sociedad que estamos viviendo y a la que nosotros alimentamos. Lo malo es que eso nos parece normal. En un momento dado, un personaje dice: 'Yo hice esto y me parece que hice bien'. El problema del bien y del mal est¨¢ muy diluido y es algo tremendo en una sociedad que se hace definitivamente capitalista y que entra en un mundo de valores promovidos todos por el coche, el dinero, la casa, el nivel de vida, el subir, el poder, el medrar. Pobres".
Los grandes fracasos son fant¨¢sticos
Mario Camus matiza que con Despu¨¦s del sue?o no ha tratado de ponerse en la piel de un inquisidor, sino que simplemente se ha permitido presentar en tono distendido y normal unos rasgos, de esta sociedad tan distinta de la que pensaban los que marcharon al exilio."No he pretendido pontificar. Despu¨¦s del sue?o es una f¨¢bula muy corta que, en materia cinematogr¨¢fica, tiene una intriga que se mantiene, con una serie de personajes que se mueven por unos caminos bastante tortuosos: existe el amor, pero no hay amor; existe la simulaci¨®n, pero no sabes si es simulaci¨®n o es de verdad. Es el mundo en que vivimos, en que ni uno sabe cu¨¢les son sus verdaderos sentimientos".
De todas maneras, hay una serie de datos claros, y, sobre todo, grandes contradicciones y paradojas que Camus ha tratado de tocar en la pel¨ªcula. "Yo no tengo ninguna esperanza", dice, "lo que pasa es que hay personajes positivos y otros horribles, pero hasta los horribles mismos parece que pueden cambiar, porque si estamos asistiendo a algo en ¨¦ste tiempo esa ese mundo muy movedizo; antes, las propias enemistades eran de mucho tiempos y ahora, uno puede cambiar de idea, la gente oscila, var¨ªa. Somos juguetes de la cantidad de circunstancias que est¨¢n en torno nuestro".
Al tratarse de una f¨¢bula, la pel¨ªcula da lugar a muchas interpretaciones, "pero quedan claras las intenciones de quien se expresa". Y la posici¨®n de Camus es la del personaje positivo de la chica de la pensi¨®n, cuya generosidad toma el esp¨ªritu de una frase de Napi¨¦ en la ¨¦poca de la invasi¨®n napole¨®nica: "Todo est¨¢ podrido en Espa?a menos el coraz¨®n de los pobres".
El t¨ªtulo Despu¨¦s del sue?o se refiere a la utop¨ªa. Camus dice que al ser uno de los grandes temas de hoy, tras la desc¨®mposici¨®n de los pa¨ªses comunistas, ha tratado de cogerlo de una manera un poco sesgada, "haciendo una historia en la que eso est¨¦ incluido, una especie de eleg¨ªa sobre la gente que crey¨® en esa utop¨ªa, no hablo de dirigentes pol¨ªticos ni sindicales, ni de los que mandaron, sino de aquellos que creyeron que los hombres eran hermanos".
Para Camus, los grandes fracasos son fant¨¢sticos. "?Cree que esta utop¨ªa no volver¨¢ a resucitar dentro de unos a?os? Por supuesto que s¨ª. ?Cree que este mundo en el que estamos viviendo nosotros va a tener alg¨²n porvenir? Esto est¨¢ m¨¢s ca¨ªdo que el chel¨ªn belga. Este mundo de decir ahora llego a esto, y a esto otro, y a no se qu¨¦, y ahora soy consejero, y ahora... ?Qu¨¦ barbaridad! Eso va a caerse de un momento a otro".
Babelia
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