'Air Leguina'

Los pilotos de los dos motoveleros -planeadores con motor- que sobrevuelan este verano los montes madrile?os son los primeros en descubrir la aparici¨®n de una columna de humo. Desde el pasado 15 de junio, despegan cada ma?ana del aer¨®dromo de Cuatro Vientos para vigilar los bosques de la regi¨®n a 2.000 metros de altura. La Comunidad ha contratado por 17 millones de pesetas los servicios de estos aparatos, que lucen en el aler¨®n de cola la bandera auton¨®mica, durante la campa?a de prevenci¨®n de incendios forestales.

Los primeros aviones del Gobierno de Joaqu¨ªn Leguina -que tambi¨¦n cuenta con un ultraligero, dos helic¨®pteros y un hidroavi¨®n- inspeccionan las zonas con riesgo de incendio desde San Mart¨ªn de Valdeiglesias, en el extremo suroccidental de la regi¨®n, hasta Somosierra.Mariano Gonz¨¢lez -el escudo de piloto civil destaca en su camisa blanca- ha acumulado 1.800 horas de vuelo a los 32 a?os. Resopla cuando recuerda los apuros que pas¨® en la primera semana de agosto, cuando le sorprendi¨® una tormenta sobre el pantano de Santillana. Le cost¨® trabajo salir de las turbulencias antes de regresar a su base con un motovelero que apenas pesa 430 kilos y despliega m¨¢s de 13 metros de envergadura.

Sab¨ªa que la predicci¨®n meteorol¨®gica alertaba sobre el riesgo de temporal a media tarde, pero prefiri¨® mantener el vuelo sobre el monte de Colgadizos, en Somosierra. Desde el aire dirigi¨® los movimientos de los bomberos de la Comunidad. "El fuego que hab¨ªa prendido en los matorrales, en cuatro lugares distintos al mismo tiempo, estuvo a punto de adentrarse en un bosque y llev¨¢rselo por delante. Pero los bomberos de Las Rozas llegaron a tiempo", explica.

El trabajo de los pilotos contratados por la Comunidad suele ser m¨¢s rutinario: escudri?ar durante seis horas seguidas el horizonte de los montes a la busca de alg¨²n conato de incendio. Casi siempre pasa lo mismo. El vuelo rasante, a unos 30 metros de altura, confirma la sospecha: la columna de humo procede de un vertedero de basuras.

Ultraligero

Desde que comenz¨® la vigilancia a¨¦rea, tan s¨®lo en una docena de ocasiones han descubierto el origen de un incendio forestal. Este verano, el fuego ha calcinado apenas 10 hect¨¢reas de superficie arbolada. En las mismas fechas del a?o pasado ya hab¨ªan ardido 600 hect¨¢reas de bosque.Los motoveleros de la Comunidad navegan conectados por radio con Cuatro Vientos y con la central de bomberos de Las Rozas. Su principal misi¨®n es localizar las primeras llamas y alertar a los servicios de extinci¨®n de incendios, cuyas operaciones apoyan con vuelos de reconocimiento. Son sus ojos en el aire. Adem¨¢s, un bombero de la Comunidad aficionado a la aeron¨¢utica colabora en la vigilancia con su propio avi¨®n ultraligero.

Gregorio Antequera lleva 36 de sus 52 a?os dedicado a la aviaci¨®n. Ahora camina con muletas. "Es una iron¨ªa, fue un accidente de tr¨¢fico; cuando volaba, nunca sufr¨ª un percance". Este aviador sin alas, que parece salido de una novela de Saint Exup¨¦ry, fue piloto militar e instructor de vuelo. En la actualidad asesora al director regional de Protecci¨®n Ciudadana, Jorge Murtra, en el dise?o de la unidad de vigilancia a¨¦rea.

A la Comunidad de Madrid le cuesta algo m¨¢s de 17 millones de pesetas la contrataci¨®n de los motoveleros, para un total de 500 horas de vuelo (unos 90 d¨ªas) durante la campa?a veraniega de prevenci¨®n de incendios. Los aparatos RF5 son unos motoveleros biplaza, fabricados en Espa?a por la empresa Aero Ja¨¦n con licencia francesa. Los responsables de Protecci¨®n Ciudadana proyectan mantener la fuerza a¨¦rea en el futuro. Este a?o, el Icona ha cedido a la Comunidad un helic¨®ptero de transporte y otro de extinci¨®n de incendios. Ambos tienen su base en el parque de bomberos de Las Rozas. Y en las pistas de Torrej¨®n de Ardoz est¨¢ estacionado el primer hidroavi¨®n adscrito a la comunidad madrile?a.