La Universidad Complutense

acaba de organizar, en San Lorenzo de El Escorial (EL PA?S, 26 y 29 de agosto), un curso dedicado a la figura de Francisco Franco. Dos cosas destacan en esa reuni¨®n. Por un lado, el cinismo de los franquistas que han intervenido en ella, bien se trate de Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa Escudero, de Gonzalo Fem¨¢ndez de la Mora o de Laureano L¨®pez Rod¨®, con afirmaciones como ¨¦stas: "Franco no fue un dictador", "Franco nunca rompi¨® la legalidad vigente (la de la Rep¨²blica)", "el golpe militar del 18 de julio estuvo absoluta mente legitimado", "el milagro de la transici¨®n fue el milagro de Franco", etc¨¦tera. Y, por otro lado, el reconocimiento claro y rotundo del hecho hist¨®rico del apoyo activo prestado a la sublevaci¨®n militar por los diferentes componentes, de la instituci¨®n mon¨¢rquica. Estas realidades hist¨®ricas se han convertido en un tab¨² de la pol¨ªtica de nuestro pa¨ªs con la t¨¢cita complicidad de todos los partidos democr¨¢ticos. De todos, sin excepci¨®n alguna. Sin embargo, todos los hechos hacen pensar que, al margen de que en la actualidad Espa?a tenga la suerte de contar con un Rey que es un gran dem¨®crata, sin el levantamiento militar del 18 d¨¦ julio de 1936 la restauraci¨®n de la Monarqu¨ªa en Espa?a ten¨ªa poqu¨ªsimas probabilidades de producirse por la v¨ªa pac¨ªfica del sufragio universal.-