Buitrago proh¨ªbe a los inspectores urban¨ªsticos entrar en las obras de su municipio.

A la Comunidad de Madrid le ha salido un grano urban¨ªstico a 75 kil¨®metros de la capital. El actual gobierno en el Ayuntamiento de Buitrago (mayor¨ªa del PP) ha planteado una batalla para controlar la planificaci¨®n de su municipio (1.300 habitantes), regulada desde unos d¨ªas antes de las ¨²ltimas elecciones por las normas que aprob¨® la anterior corporaci¨®n (PSOE) con el apoyo del Gobierno regional. La justicia ha dado la raz¨®n, en un primer recurso, a la Comunidad, pero el alcalde concede licencias a su arbitrio, prohibe la entrada en las Obras a los inspectores regionales y permite la desaparici¨®n de edificios protegidos.

El descontrol urban¨ªstico en el t¨¦rmino municipal de Buitrago de Lozoya, situado en el l¨ªmite de la provincia hacia Burgos, impera desde las ¨²ltimas elecciones municipales. El partido socialista fue hasta entonces mayoritario y mantuvo buenas relaciones con el Gobierno regional, tambi¨¦n del PSOE, como prueban las suculentas inversiones recibidas.El Ayuntamiento, en varios plenos anteriores, a esos comicios, decidi¨® encomendar a la Consejer¨ªa de Pol¨ªtica Territorial la revisi¨®n de sus normas subsidiarias. Todos los plazos y tr¨¢mites legales se cumplieron, pero la aprobaci¨®n definitiva de las nuevas reglas lleg¨® en un momento muy inoportuno, el 17 de mayo de 1991, 12 d¨ªas antes de las elecciones.

El conjunto hist¨®rico de Buitrago es, adem¨¢s, bien de inter¨¦s cultural por su recinto amurallado y por su castillo; y disfruta de un alto nivel arquitect¨®nico de protecci¨®n.

El nuevo equipo municipal lo primero que hizo al tomar el mando fue rechazar estas normas y recurrirlas ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. El Ayuntamiento pidi¨® la suspensi¨®n cautelar del plan hasta el final del proceso.

El Tribunal no se ha limitado a darle la raz¨®n a la Comunidad. Adem¨¢s ha puesto a caldo al gobierno municipal: "Los argumentos que exponen el Ayuntamiento y los vecinos [103 han apoyado el recurso] no revelan m¨¢s que el mismo no les gusta. Es evidente que con tal bagaje argumental, en el que solamente y de pasada se alude a unos. defectos de planimetr¨ªa, no puede accederse a la suspensi¨®n".

La justicia, vendida

Ni el alcalde, Jos¨¦ Luis Bravo Mart¨ªn, ni el secretario municipal, Jes¨²s Gonz¨¢lez, ten¨ªan en la tarde de ayer conocimiento de este auto, fechado el pasado 7 de septiembre.

A Bravo Mart¨ªn, en cualquier caso, le da lo mismo. Tiene claro que el origen del conflicto es pol¨ªtico, "porque el PSOE perdi¨® las elecciones". Recurri¨® a los tribunales por pataleo porque su opini¨®n sobre la justicia no es buena: "El tribunal tiene que hacer lo que diga la Comunidad, porque la justicia est¨¢ en manos del Gobierno".

El alcalde y los vecinos que le apoyan ven fantasmas por todos lados. Bravo Mart¨ªn: "No les interesa [a la Comunidad] que Buitrago suba, vaya hacia arriba. Hacen unas normas desde una mesa de un despacho de Madrid sin saber nuestras necesidades de suelo industrial".

Los vecinos se mosquean a la m¨ªnima. "Oye, que no fotograf¨ªes mi casa". "?Pero cu¨¢l es su casa"?. "Da igual, pero no tienes derecho y no tienes por qu¨¦ venir aqu¨ª a meterte donde nadie te llama". En este clima, y ante las repetidas infracciones urban¨ªsticas cometidas en el pueblo y denunciadas por la Consejer¨ªa de Pol¨ªtica Territorial, la comisi¨®n de gobierno decidi¨® prohibir el pasado mes de agosto la entrada a las obras que se hagan en el. municipio a los inspectores de ese departamento.

La amenaza no ha surtido efecto, y ayer presentaron en el registro municipal siete nuevos expedientes disciplinarios, uno de ellos sobre el derribo de una casa medieval catalogada como de especial protecci¨®n.

En Buitrago no existe ninguna gran industria. Las nuevas normas marcan un futuro pol¨ªgono y dos zonas para promoci¨®n para unas 300 viviendas, por lo que los vecinos se muestran esperanzados ante un posible crecimiento, pero quieren mucho m¨¢s. La autov¨ªa comunica el pueblo con Madrid en poco m¨¢s de media hora y con este argumento, principalmente, piensan que pueden admitir m¨¢s industrias, una universidad privada y suelo urbanizable hasta 3.000 viviendas.

La Comunidad fij¨® tambi¨¦n la altura de las nuevas casas en dos pisos y la mayor¨ªa de la corporaci¨®n quiere tres plantas.

Las posturas son irreconciliables. Miguel ?ngel L¨®pez Toledano, director regional de Urbanismo, entiende que todo es discutible, incluso el aumento de la edificabilidad, pero siempre que se demuestre con argumentos s¨®lidos y no meramente especulativos. "Que vengan con los avales bancarios para realizar las distintas promociones y entonces hablaremos de las licencias que realmente son necesarias", afirma.

El alcalde ve tambi¨¦n defectos en las normas porque desarrollan muchas calles y parques: "Los parques son para la capital, en los pueblos tenemos el campo ah¨ª al lado".