Ambiciones de sucesi¨®n

La lucha por la sucesi¨®n ha comenzado. El presidente Fran?ois Mitterrand ya sab¨ªa en 1988 que se expon¨ªa, a mitad de camino, a esta forma de acoso democr¨¢tico. ( ... ) Se encuentra ya en su segundo septenato, que, seg¨²n se sab¨ªa de antemano, no terminar¨¢ con una nueva candidatura. ( ... ) Manteniendo en p¨²blico el respeto por el presidente de la Rep¨²blica y por las instituciones que representa, los pesos pesados de la pol¨ªtica calculan sus posibilidades y, con un mismo movimiento, pasan la p¨¢gina Mitterrand. ( ... ) Subterr¨¢nea hasta el momento, la batalla por la sucesi¨®n estalla el gran d¨ªa. ( ... ) Comienza en el RPR, donde Charles Pasqua y Philippe S¨¦guin, que han quitado la anilla de sus granadas, amenazan con asaltar el banco. Si tratan de hacerse con la recaudaci¨®n despu¨¦s de haber quitado de en medio al director con su sill¨®n, se arriesgan a perder una oportunidad presidencial justamente recuperada y, en el caso de Philippie S¨¦guin, los beneficios obtenidos en una campa?a de refer¨¦ndum de alto nivel. Jacques Chirac ha dado muestras de audacia en el refer¨¦ndum de Maastricht militando activamente a favor del s¨ª, mientras los electores y los cuadros de su partido votaban mayoritariamente no, conforme a una tradici¨®n antieuropea que el alcalde de Par¨ªs hab¨ªa contribuido a introducir en el coraz¨®n del neogaullismo. ( ... ) Jacques Chirac ha puesto en juego su nuev¨¢ piel. Y la ha salvado.

24 de septiembre